29 Agosto 2015
ABANDONO. Los colombianos que fueron obligados a salir de Venezuela dejan en el camino gran cantidad de electrodomésticos y otros enceres. reuters
BOGOTÁ. - El escalamiento de la tensión entre los gobiernos de Colombia y Venezuela está provocando la preocupación en toda la región, pero también de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a los dos gobiernos que se comprometan a seguir manteniendo un “diálogo constructivo”, para resolver la crisis fronteriza generada por el cierre resuelto por el presidente Nicolás Maduro. Ban dijo que toma nota del “resultado positivo” del encuentro que mantuvieron en Cartagena las ministras de Asuntos de Exteriores de ambos países, aunque, luego de ese encuentro ambos gobiernos llamaron a consulta a sus respectivos embajadores, lo que en términos diplomáticos implica un endurecimiento de las relaciones. El llamado a consultas de embajadores se entiende como un paso previo al rompimiento de relaciones.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pidió también a los dos países que solucionen las diferencias a través “del diálogo sereno”. “Estamos preocupados por la situación en la frontera, en particular con los informes de violaciones de derechos humanos que se producen en el contexto de las deportaciones de colombianos”, dijo el portavoz del organismo Rupert Colville, “También estamos preocupados por la declaración de un estado de emergencia en seis municipios de la frontera, en el estado de Táchira, en Venezuela”, agregó.
La crisis empezó la semana pasada, cuando Maduro ordenó el cierre de la frontera y decretó medidas de excepción en Táchira, que limita con el departamento colombiano de Norte de Santander. Maduro tomó la decisión a raíz de un ataque armado que dejó tres militares venezolanos heridos y que atribuyó a bandas armadas colombianas. Según indicó, con el estado de excepción busca erradicar el contrabando desde Venezuela a Colombia y combatir a bandas paramilitares que operan en esa zona. “No puedo permitir que Venezuela trate a los colombianos y trate al Gobierno colombiano en esa forma”, le contestó el presidente Juan Manuel Santos.
La CIDH, urgió así al Estado venezolano a “detener de manera inmediata cualquier expulsión colectiva, arbitraria y/o sumaria” y a “adoptar de forma urgente todas las medidas necesarias a fin de garantizar que cualquier inmigrante en situación irregular tenga acceso a un procedimiento que cumpla con las garantías de debido proceso antes de ser deportado y a que se proteja el principio de unidad familiar”.Y la OEA celebrará el lunes una sesión extraordinaria para tratar la crisis fronteriza, solicitada por la misión colombiana, especialmente por la situación humanitaria de los colombianos que son deportados. La canciller colombiana, María Ángela Holguín, también está gestionando una reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). (Télam-DPA)
La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pidió también a los dos países que solucionen las diferencias a través “del diálogo sereno”. “Estamos preocupados por la situación en la frontera, en particular con los informes de violaciones de derechos humanos que se producen en el contexto de las deportaciones de colombianos”, dijo el portavoz del organismo Rupert Colville, “También estamos preocupados por la declaración de un estado de emergencia en seis municipios de la frontera, en el estado de Táchira, en Venezuela”, agregó.
La crisis empezó la semana pasada, cuando Maduro ordenó el cierre de la frontera y decretó medidas de excepción en Táchira, que limita con el departamento colombiano de Norte de Santander. Maduro tomó la decisión a raíz de un ataque armado que dejó tres militares venezolanos heridos y que atribuyó a bandas armadas colombianas. Según indicó, con el estado de excepción busca erradicar el contrabando desde Venezuela a Colombia y combatir a bandas paramilitares que operan en esa zona. “No puedo permitir que Venezuela trate a los colombianos y trate al Gobierno colombiano en esa forma”, le contestó el presidente Juan Manuel Santos.
La CIDH, urgió así al Estado venezolano a “detener de manera inmediata cualquier expulsión colectiva, arbitraria y/o sumaria” y a “adoptar de forma urgente todas las medidas necesarias a fin de garantizar que cualquier inmigrante en situación irregular tenga acceso a un procedimiento que cumpla con las garantías de debido proceso antes de ser deportado y a que se proteja el principio de unidad familiar”.Y la OEA celebrará el lunes una sesión extraordinaria para tratar la crisis fronteriza, solicitada por la misión colombiana, especialmente por la situación humanitaria de los colombianos que son deportados. La canciller colombiana, María Ángela Holguín, también está gestionando una reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). (Télam-DPA)
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