22 Agosto 2015
LA VÍCTIMA. Marcelo Romano trabajaba en la Dirección de Rentas.
Un día antes de viajar a Buenos Aires, Marcelo Romano fue asesinado a puñaladas. Florencia Márquez Zavalía, una de sus amigas, contó ayer que habían planeado ese viaje para distenderse y tramitar la visa para entrar a Estados Unidos; país en el que tenían pensado vacacionar en el verano. Pero ese sueño quedó trunco. Romano es una de las víctimas del doble homicidio -en cuya investigación finalmente se pudo identificar al otro muerto- que sucedió el miércoles a la madrugada en una casa del pasaje 1° de Mayo al 300, en Villa 9 de Julio.
La violenta muerte de Romano conmocionó a sus compañeros de trabajo. Márquez Zavalía explicó que en la oficina de Rentas de la Provincia donde él trabajaba todos están shockeados. “Él era una persona que estaba con una sonrisa desde que llegaba hasta que se iba. Era divertido. Si surgía una discusión trataba de charlar con tranquilidad; no se llevaba mal con nadie. Era querido por todo el mundo”, recordó.
Márquez Zavalía conoció a Romano cuando cursaban la carrera de ingeniería en sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). “Éramos amigos desde hace más de 10 años. Su mamá está destruida por lo que pasó. Su papá todavía no puede creer todo lo que está pasando. Son una familia muy unida y están mal”, subrayó.
Juan Pablo López, otro de sus allegados, dijo que él lo conoció cuando Romano tenía un ciber en la zona de Barrio Norte. “Trabajaba con su hermano que era quien estaba como encargado del ciber. Ahí empecé a hacerme amigo de toda su familia. Su papá es sonidista y tiene un estudio de grabación y ellos crecieron en un ambiente rodeado por música y alegría. Marcelo era la típica persona que te saludaba sonriendo y que al toque te hacía una broma”, contó.
López también dijo que cuando Romano compró la casa del pasaje 1° de Mayo al 300, era usual que se reunieran los fines de semana. “En navidad o Año Nuevo el lugar de encuentro era ahí. Lo conocí hace como 15 años y en todo ese tiempo no lo vi enojado”, concluyó.
Héctor Exequiel Miranda, uno de los imputados por este doble crimen, tiene 29 años y prestó declaración ayer en la Fiscalía de Instrucción de la IX° Nominación. En la indagatoria, según confirmaron fuentes judiciales, el acusado dijo que conoció a Romano hace unos catorce años y que tenían una relación de amistad. Así se corroboraría la versión policial que sostenía que los agresores no forzaron la puerta del portón para entrar al domicilio donde asaltaron y mataron a las víctimas.
En este contexto también se informó que el otro imputado, un adolescente que tiene 16 años, se abstuvo de declarar. Este acusado tendría un grave problema de salud. Según trascendió el menor sería adicto al “paco” (pasta base de cocaína). Fuentes de la investigación que instruye la fiscala Mercedes Carrizo y que está a cargo de la división Homicidios que comandan el comisario Jorge Dib y el subcomisario Daniel Robles confirmaron la identidad de la segunda víctima.
Se trata de Germán Gonzalo Jiménez, un joven de 19 años oriundo de Leales. Este muchacho había permanecido sin identificar hasta que el jueves fue reconocido por un familiar. Pero en esa ocasión la mujer que se presentó en la morgue judicial como hermana del muerto, tenía solo una acta de nacimiento para corroborar la identidad del difunto. Por esto se esperó a que presentara el DNI de la víctima.
La violenta muerte de Romano conmocionó a sus compañeros de trabajo. Márquez Zavalía explicó que en la oficina de Rentas de la Provincia donde él trabajaba todos están shockeados. “Él era una persona que estaba con una sonrisa desde que llegaba hasta que se iba. Era divertido. Si surgía una discusión trataba de charlar con tranquilidad; no se llevaba mal con nadie. Era querido por todo el mundo”, recordó.
Márquez Zavalía conoció a Romano cuando cursaban la carrera de ingeniería en sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). “Éramos amigos desde hace más de 10 años. Su mamá está destruida por lo que pasó. Su papá todavía no puede creer todo lo que está pasando. Son una familia muy unida y están mal”, subrayó.
Juan Pablo López, otro de sus allegados, dijo que él lo conoció cuando Romano tenía un ciber en la zona de Barrio Norte. “Trabajaba con su hermano que era quien estaba como encargado del ciber. Ahí empecé a hacerme amigo de toda su familia. Su papá es sonidista y tiene un estudio de grabación y ellos crecieron en un ambiente rodeado por música y alegría. Marcelo era la típica persona que te saludaba sonriendo y que al toque te hacía una broma”, contó.
López también dijo que cuando Romano compró la casa del pasaje 1° de Mayo al 300, era usual que se reunieran los fines de semana. “En navidad o Año Nuevo el lugar de encuentro era ahí. Lo conocí hace como 15 años y en todo ese tiempo no lo vi enojado”, concluyó.
Héctor Exequiel Miranda, uno de los imputados por este doble crimen, tiene 29 años y prestó declaración ayer en la Fiscalía de Instrucción de la IX° Nominación. En la indagatoria, según confirmaron fuentes judiciales, el acusado dijo que conoció a Romano hace unos catorce años y que tenían una relación de amistad. Así se corroboraría la versión policial que sostenía que los agresores no forzaron la puerta del portón para entrar al domicilio donde asaltaron y mataron a las víctimas.
En este contexto también se informó que el otro imputado, un adolescente que tiene 16 años, se abstuvo de declarar. Este acusado tendría un grave problema de salud. Según trascendió el menor sería adicto al “paco” (pasta base de cocaína). Fuentes de la investigación que instruye la fiscala Mercedes Carrizo y que está a cargo de la división Homicidios que comandan el comisario Jorge Dib y el subcomisario Daniel Robles confirmaron la identidad de la segunda víctima.
Se trata de Germán Gonzalo Jiménez, un joven de 19 años oriundo de Leales. Este muchacho había permanecido sin identificar hasta que el jueves fue reconocido por un familiar. Pero en esa ocasión la mujer que se presentó en la morgue judicial como hermana del muerto, tenía solo una acta de nacimiento para corroborar la identidad del difunto. Por esto se esperó a que presentara el DNI de la víctima.
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Villa 9 de julio