Que se repita

Hasta hace un mes atrás, el test match contra Sudáfrica en Vélez aparecía como un extra, como un bonus track amistoso para compensar que los Pumas tendrían sólo un partido de local en este Rugby Championship abreviado a causa del Mundial.

Sin embargo, al día de hoy ha adquirido un peso muy distinto, gracias al punto de inflexión que marcaron Los Pumas en su propia historia al derrotar a los Springboks por primera vez, de visitantes, y con una superioridad inobjetable. El reencuentro de mañana en cancha de Vélez, a las 16.40 y transmitido en vivo por ESPN+, servirá no sólo para que el público argentino despida al seleccionado antes de su periplo mundialista, sino también para corroborar hasta qué punto influyó lo circunstancial en Durban y en qué medida fue consecuencia de la evolución del equipo argentino en su preparación.

La lluvia, que parece haberse empecinado con Buenos Aires en los últimos días, obligó a trasladar el captain’s run de ambos equipos al club Champagnat, a fin de preservar el estado del campo del “fortín”. Con el regreso de los tucumanos Nicolás Sánchez y Benjamín Macome a la formación titular, serán varios los Pumas que no estuvieron el sábado pasado que deberán demostrar que también están a la altura. Cabe recordar que el entrenador Daniel Hourcade anunciará mañana la lista de 31 jugadores que llevará a Inglaterra, y en este último test se sacará las pocas dudas que le quedan. Las principales están en la tercera línea, donde le sobran jugadores con potencial para estar. Por ello, será un encuentro fundamental para Macome. También para Sánchez y su pretensión de ser el “10” titular, luego del buen partido de Juan Martín Hernández de apertura en Durban.

Heridos en el orgullo

Tres derrotas en fila y el último puesto en el Championship derrumbaron el medidor de confianza de los “Boks”. “Fue una semana muy difícil para nosotros. Somos un país muy orgulloso y no nos gusta perder con nadie, menos en Sudáfrica”, aseguró Víctor Matfield, segunda línea de Sudáfrica, a LG Deportiva.

“Argentina jugó muy bien, nos detuvo con con pelotas rápidas y con un scrum muy duro. Esa es una formación muy importante para nosotros, por eso la trabajamos mucho esta semana. Creo que se me nota en la cara, ¡Je!”, graficó el lungo, señalándose una notoria cicatriz en una de sus mejillas.

“Más que en busca de revancha, venimos a recuperar nuestra confianza, para llegar mentalmente más fuertes a la Copa del Mundo”, cerró Matfield.

Aunque no caben dudas de que Sudáfrica saldrá con el cuchillo entre los dientes...