13 Agosto 2015
FIRMEZA. Las bajadas serán un punto clave: los corredores deberán cuidarse. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO)
La naturaleza pone una vara altísima en el 22° Trasmontaña. Y todos aceptan el desafío. Desde los organizadores hasta los mismos bikers. Las lluvias en los últimos días no pusieron en riesgo la realización de la carrera de mountain bike cross country más convocante de Sudamérica. “El Trasmontaña no se puede suspender”, aclaró Miguel Kachurovsky, responsable del evento.
¿Habrá escuchado la lluvia? Si quiere vencer a alguien, deberá hacerlo en el circuito y no antes porque los bikers están dispuestos a meterse en el corazón de la montaña y hacerle frente a cualquier escollo. Este año, será el barro, principalmente, porque ni con el sol más intenso el terreno podría secarse hasta las 8 del domingo, horario pautado para empezar a largar desde San Javier.
“Puede ser que se cambien algunas partes del recorrido, pero eso lo daremos a conocer el viernes por la tarde”, explicó Kachurovsky. “Faltan varios días todavía. Está complicado. Por eso la opción de alguna modificación está latente”, insistió.
Las predicciones climáticas indican lluvias para el mismo domingo. Para hoy y el sábado, en cambio, el pronóstico es más optimista.
Los organizadores de la prueba, que terminará en la zona de El Portezuelo, a cuatro kilómetros de “La Sarita” en La Sala, saben que los tiempos de carrera pueden extenderse mucho más por las dificultades que plantea el terreno. “Nos preocupan los que no son corredores habituales, aquellos que completan el recorrido en cuatro o cinco horas, porque pueden llegar a caminar todo el circuito”, afirmó Kachurovsky.
Martín Páez Iglesias, uno de los participantes, estará más ocupado que de costumbre. “Correré por segundo año con mi hijo Juan Cruz. Lo voy a tener que cuidar mucho. Sobre todo en las bajadas porque serán muy técnicas”, anticipó el también kitesurfista, montañista y corredor de carreras de aventura. Ansioso por disputar la prueba el múltiple campeón de enduro, que se inició en el mountain bike, Matías Giampietri, ya saborea esos descensos. “Nos vamos a divertir mucho porque iremos jugando con el barro, pero después todo se va a complicar a la hora de pedalear”, analizó Giampietri. “Vi videos de gente que estuvo probando en las últimas horas y es impresionante la cantidad de barro que hay; tanto es lo que se junta que la rueda no puede girar”, describió Giampietri que correrá junto a Agustín Moreno.
Por su experiencia, Noelia Rodríguez, recién llegada de las Copas del Mundo de Estados Unidos y Canadá, sabe qué puede pasar. “Se caminará mucho”, anticipó. “Será una gran aventura y los que terminen se graduarán de bikers, sin importar el resultado”, destacó Rodríguez, aludiendo a la exigencia que habrá hasta la meta.
¿Habrá escuchado la lluvia? Si quiere vencer a alguien, deberá hacerlo en el circuito y no antes porque los bikers están dispuestos a meterse en el corazón de la montaña y hacerle frente a cualquier escollo. Este año, será el barro, principalmente, porque ni con el sol más intenso el terreno podría secarse hasta las 8 del domingo, horario pautado para empezar a largar desde San Javier.
“Puede ser que se cambien algunas partes del recorrido, pero eso lo daremos a conocer el viernes por la tarde”, explicó Kachurovsky. “Faltan varios días todavía. Está complicado. Por eso la opción de alguna modificación está latente”, insistió.
Las predicciones climáticas indican lluvias para el mismo domingo. Para hoy y el sábado, en cambio, el pronóstico es más optimista.
Los organizadores de la prueba, que terminará en la zona de El Portezuelo, a cuatro kilómetros de “La Sarita” en La Sala, saben que los tiempos de carrera pueden extenderse mucho más por las dificultades que plantea el terreno. “Nos preocupan los que no son corredores habituales, aquellos que completan el recorrido en cuatro o cinco horas, porque pueden llegar a caminar todo el circuito”, afirmó Kachurovsky.
Martín Páez Iglesias, uno de los participantes, estará más ocupado que de costumbre. “Correré por segundo año con mi hijo Juan Cruz. Lo voy a tener que cuidar mucho. Sobre todo en las bajadas porque serán muy técnicas”, anticipó el también kitesurfista, montañista y corredor de carreras de aventura. Ansioso por disputar la prueba el múltiple campeón de enduro, que se inició en el mountain bike, Matías Giampietri, ya saborea esos descensos. “Nos vamos a divertir mucho porque iremos jugando con el barro, pero después todo se va a complicar a la hora de pedalear”, analizó Giampietri. “Vi videos de gente que estuvo probando en las últimas horas y es impresionante la cantidad de barro que hay; tanto es lo que se junta que la rueda no puede girar”, describió Giampietri que correrá junto a Agustín Moreno.
Por su experiencia, Noelia Rodríguez, recién llegada de las Copas del Mundo de Estados Unidos y Canadá, sabe qué puede pasar. “Se caminará mucho”, anticipó. “Será una gran aventura y los que terminen se graduarán de bikers, sin importar el resultado”, destacó Rodríguez, aludiendo a la exigencia que habrá hasta la meta.
Temas
Rally Trasmontaña 2015