Un grito para la historia

Un grito para la historia

Noguera Paz cuenta cómo vivió el primer triunfo argentino sobre Sudáfrica, y cómo espera la revancha en Vélez

SANGRE NUEVA. El vestuario argentino fue una fiesta, y Lucas celebró junto a otros ex Pumitas, como Matera y Lavanini. foto de lucas noguera paz SANGRE NUEVA. El vestuario argentino fue una fiesta, y Lucas celebró junto a otros ex Pumitas, como Matera y Lavanini. foto de lucas noguera paz
10 Agosto 2015
Los jugadores coinciden en que el aire se sentía diferente ese día en Durban. Flotaba algo inexplicable, pero casi palpable. Era el presagio de uno de los triunfos más importantes de su historia, enriquecido en simbolismo por la presencia de los que hacía 50 años habían colocado la piedra fundacional del seleccionado en ese mismo país. Y entre los nombres que marcaron este hito moderno figura el de Lucas Noguera Paz, un tucumano que a los 21 años podría darse el lujo de colgar los botines con la tranquilidad de saber que ha dejado su huella en la historia.

“Estoy muy contento. Ya descansando un poco, recuperándome, ahora que pasó un poco la euforia del partido y del festejo. Hubiera sido lindo también que Lince se clasificara al Súper 8, así tenía doble festejo, je”, le contó el pilar a LG Deportiva desde Johannesburgo, desde donde la delegación argentina emprenderá hoy el regreso.

“Es cierto eso de que se sentía que las cosas podían ser diferentes. Ya desde el captain’s run del día anterior había un clima distinto, nada que ver la cabeza del equipo con la de los dos partidos anteriores. Aparte durante la semana habíamos tenido el que sin dudas fue el entrenamiento más duro del año”, reveló.

Lo que agigantó la hazaña argentina, más allá del tercer puesto en el Rugby Championship, fue la clara superioridad del equipo argentino, en base a un rendimiento muy distante al que había mostrado en las derrotas frente a Nueva Zelanda y Australia. “Empezamos muy enchufados, haciendo simples las cosas y respetando el plan a la perfección. Los forwards fuimos el termómetro del equipo, porque pusimos adelante el juego y pudimos darles pelotas limpias a los tres cuartos, que también hicieron muy bien su trabajo. Hubo una sinergia increíble, y es así como deben funcionar los equipos”, describió Lucas el funcionamiento de un plantel reconfortado por un batacazo tan histórico como oportuno.

A poco más de un mes para el debut en el Mundial, Los Pumas necesitaban reconstruir su moral, deteriorada por las dudas de los partidos anteriores y por la brevedad de la preparación previa. Ahora la presión pasa por sostener el nivel en la revancha amistosa del sábado en Vélez, frente a unos Springboks heridos en el orgullo. Al final de dicho encuentro, el entrenador Daniel Hourcade dará a conocer la lista de convocados al Mundial, y Lucas sueña con estar en ella. “Trato de no pensar en eso, sino en mejorar cada día, en cada entrenamiento. Lo que puedo decir es que hasta acá hice todo lo que pude. Y me tengo fe”, aseguró.

Por lo pronto, en Durban ganó varios puntos en la pelea por acompañar al indiscutible Marcos Ayerza. “Por suerte pude jugar bastante tiempo, casi media hora. Lo mejor es que hubo varios scrums, y para mí es muy importante estar firme en esa formación. Siento que es mi función principal, y gracias a Dios creo que estuve bien y pude aprovechar cada minuto con intensidad. Por supuesto, siempre hay cosas para mejorar, y en los días que quedan trabajaré para corregirlas. Queda un partido más antes del Mundial, y ojalá las cosas nos vuelvan a salir espectaculares”, expresó.

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