05 Agosto 2015
HISTÓRICO. River se abraza bajo la lluvia con la Copa Libertadores ya conseguida. (REUTERS)
BUENOS AIRES.- River es todo alegría, es desahogo y felicidad. Fue en busca de su tercera Copa Libertadores de América luego de 19 años de espera y no importa nada más. El 3-0 sobre Tigres de México lo dejó más que claro.
El "Millonario" se sacó la presión, fue protagonista y se mandó para adelante bajo la lluvia y cualquier otro obstáculo. Ciego, su meta fue la Copa y ahora bebe de ella.
Lucas Alario anotó de cabeza el 1-0 a segundos del cierre del primer tiempo, tras un buen centro de Leonel Vangioni y un juego algo cortado e impreciso, con pierna fuerte y faltas de sobra. A pártir de allí todo fue más sencillo... Todo fue ilusión.
El equipo visitante también tuvo sus chances, pero la falta de puntería le costó carísimo. En realidad, River se lo hizo pagar y se fue al descanso con la ventaja y media copa en el bolsillo.
En el complemento, un penal sobre Carlos Sánchez estiró la alegría en un Monumental pasado por agua y feliz de un suceso histórico. El mismo uruguayo cambió la falta por gol y estiró la ventaja.
Inmediatamente después, y con un Tigres totalmente desorientado, Ramiro Funes Mori saltó para cazar un centro de cabeza y poner el 3-0 con el que River volvió a vivir en América.
Tantos años de espera desataron una fiesta histórica en Núñez, con la tercera Libertadores de la historia del club, la más esperada de todas.
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