En “La supermodelo y la caja de brillo”, el economista estadounidense Don Thompson analiza de manera minuciosa los diversos componentes que hacen al mercado del arte contemporáneo, en el que desfilan sumas de dinero astronómicas, lujo, glamour y grandes operativos de marketing. La agencia Telam brinda un pequeño dossier sobre el texto, en el que, por ejemplo, Thompson ofrece números sobre el mercado: “a pesar de toda la publicidad que recibe, la economía del arte contemporáneo no es tan grande”, y enumera la existencia -en todo el mundo-, de 10.000 museos, instituciones artísticas y colecciones privadas, 3,000 salas de subastas, 425 ferias de arte y 17,000 galerías comerciales en el mundo entero.
“Como economista y entusiasta del arte contemporáneo, llevo mucho tiempo perplejo por la alquimia que hace que un Warhol esté valorado en 63 millones de dólares, en lugar de cinco, o incluso 100.000 dólares”, advierte en las primeras hojas de este texto (publicado por Paidós) el también autor del best seller “El tiburón de 12 millones de dólares”, dedicado a la obra de Damien Hirst.
Datos, números y estadísticas se entrecruzan con información, precios de subastas y nombres de artistas, para brindar una radiografía del caprichoso mercado de arte: “La mitad de las galerías que se anunciaban en un ejemplar de hace 15 años de la revista ‘Artforum’ ya no existen. Tres cuartas partes de los artistas mencionados en la revista ya no tienen representación alguna en las galerías importantes. De los mil artistas que han presentado exposiciones serias en galerías de Nueva York y Londres durante los años 90, no más de 25 aparecieron en subastas nocturnas de Christie’s o Sotheby’s en 2013”, revela el autor.
El libro incluye, por ejemplo -a modo de apartado- una lista de los principales coleccionistas del mundo, donde se cuentan Roman Abramovic (Moscú), Francois Pinault (París) o Charles Saatchi (Londres), entre otros, y un ranking de las obras más caras, una lista que encabeza “El jugador de cartas “, de Paul Cézanne, vendido en 250 millones de dólares a la familia real de Qatar.