30 Julio 2015
SIEMPRE ESTÁN. Hinchas de River apoyaron ayer al plantel al salir del hotel. foto tomada del twitter de @CARPoficial
MONTERREY.- La idea era hacerle saber al plantel que cuentan con apoyo en México. Bajo el eslogan “River no estará solo”, la filial que el club de Núñez tiene en el Distrito Federal convocó a través de las redes sociales a realizar un banderazo. El equipo que conduce Marcelo Gallardo salió del hotel Quinta Real cerca de las 20 hacia el estadio Municipal rodeado de medio centenar de hinchas mexicanos que alentaron al equipo junto a una gran bandera roja y blanca con la frase “México es de River”.
A los simpatizantes “millonarios” de la filial que tiene el equipo argentino en Distrito Federal, se sumaron hinchas de Guatemala, otros de Puebla y un fanático panameño que desde el lunes se encuentra en la puerta del hotel.
Al grupo de simpatizantes extranjeros se les unió un contingente de argentinos que llegaron como allegados a la dirigencia y que le pusieron algo de color a la previa de una final de Copa Libertadores sin presencia masiva de visitantes.
Ante la decisión de no venderles entradas a los hinchas visitantes residentes en Monterrey y en pueblos vecinos que tomó el presidente de Tigres, Alejandro Rodríguez, muchos de ellos pugnaron por una entrada entre los dirigentes argentinos que apenas recibieron unos 300 lugares de protocolo.
Otra alternativa que tenían los que llegaron a Monterrey por su cuenta, provenientes desde distintos países, era conseguir entradas a través de la reventa.
Los precios oscilaron entre los 80 y los 200 dólares, mucho más caras del valor al que se vendían oficialmente (entre 20 y 65 dólares).
Las localidades que puso a la venta Tigres para sus socios y abonados se agotaron varios días antes y el estadio Municipal, con capacidad para 45.000 personas, apenas si mostraba 300 hinchas “millonarios” en la zona de palcos y otros 80 fueron custodiados por la policía local en un corralito. (Especial-Télam)
A los simpatizantes “millonarios” de la filial que tiene el equipo argentino en Distrito Federal, se sumaron hinchas de Guatemala, otros de Puebla y un fanático panameño que desde el lunes se encuentra en la puerta del hotel.
Al grupo de simpatizantes extranjeros se les unió un contingente de argentinos que llegaron como allegados a la dirigencia y que le pusieron algo de color a la previa de una final de Copa Libertadores sin presencia masiva de visitantes.
Ante la decisión de no venderles entradas a los hinchas visitantes residentes en Monterrey y en pueblos vecinos que tomó el presidente de Tigres, Alejandro Rodríguez, muchos de ellos pugnaron por una entrada entre los dirigentes argentinos que apenas recibieron unos 300 lugares de protocolo.
Otra alternativa que tenían los que llegaron a Monterrey por su cuenta, provenientes desde distintos países, era conseguir entradas a través de la reventa.
Los precios oscilaron entre los 80 y los 200 dólares, mucho más caras del valor al que se vendían oficialmente (entre 20 y 65 dólares).
Las localidades que puso a la venta Tigres para sus socios y abonados se agotaron varios días antes y el estadio Municipal, con capacidad para 45.000 personas, apenas si mostraba 300 hinchas “millonarios” en la zona de palcos y otros 80 fueron custodiados por la policía local en un corralito. (Especial-Télam)
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