28 Julio 2015
SONRISAS VARIAS. Maidana y Mercado de frente, miran a la cámara, Kranevitter, Sánchez y Funes Mori se cuelan en la foto. foto de Club Atlético River Plate
MONTERREY.- Llegar hasta Monterrey, donde River jugará contra Tigres el primer partido de la final de la Copa Libertadores mañana, a las 22, no fue una odisea pero sí una gira eterna. El plantel hizo escala en Cancún, a bordo de un vuelo de línea, y después, vía charter, llegó hasta la tierra de su rival.
Los periodistas argentinos que esperaron al plantel “millonario” en la puerta de su búnker intentaron hacer hincapié en el físico de los jugadores de Marcelo Gallardo, por el trajín que significó llegar hasta la ciudad mexicana. Sin embargo, el capitán Marcelo Barovero desterró cualquier señal de alarma de cansancio. “Estamos acá que es lo más importante. Tenemos dos días por delante, así que lo que menos se va a recordar de nuestra parte será el viaje (de ida)”, sostuvo el buen arquero “riverplatense”.
También la buscaron por el lado del clima. A “Trapito” le consultaron si temía por las altas temperaturas y si podían complicar. “No creo que el tiempo sea tan sofocante a la hora del partido”, dijo, restándole importancia al tema.
A lo que no le restó lugar fue a lo que se viene. Tigres recibirá a River con un estadio repleto por más de 45.000 fanáticos. “Es lógico que sea así. Llegar hasta acá no es para muchos y, lógicamente, ellos tienen una oportunidad importante representando a su país y nosotros a nuestro club. Por eso trataremos de hacer una buena final y encaminar la serie, sabiendo que son 180 minutos”, indicó.
En el “millonario” no cabe la ansiedad. “Normalmente en River jugamos partidos decisivos, aunque este es aparte por ser una final. Hay que estar tranquilos, escuchar al cuerpo técnico cómo planificará el partido y después llevarlo adelante dentro de la cancha”, señaló.
Los periodistas argentinos que esperaron al plantel “millonario” en la puerta de su búnker intentaron hacer hincapié en el físico de los jugadores de Marcelo Gallardo, por el trajín que significó llegar hasta la ciudad mexicana. Sin embargo, el capitán Marcelo Barovero desterró cualquier señal de alarma de cansancio. “Estamos acá que es lo más importante. Tenemos dos días por delante, así que lo que menos se va a recordar de nuestra parte será el viaje (de ida)”, sostuvo el buen arquero “riverplatense”.
También la buscaron por el lado del clima. A “Trapito” le consultaron si temía por las altas temperaturas y si podían complicar. “No creo que el tiempo sea tan sofocante a la hora del partido”, dijo, restándole importancia al tema.
A lo que no le restó lugar fue a lo que se viene. Tigres recibirá a River con un estadio repleto por más de 45.000 fanáticos. “Es lógico que sea así. Llegar hasta acá no es para muchos y, lógicamente, ellos tienen una oportunidad importante representando a su país y nosotros a nuestro club. Por eso trataremos de hacer una buena final y encaminar la serie, sabiendo que son 180 minutos”, indicó.
En el “millonario” no cabe la ansiedad. “Normalmente en River jugamos partidos decisivos, aunque este es aparte por ser una final. Hay que estar tranquilos, escuchar al cuerpo técnico cómo planificará el partido y después llevarlo adelante dentro de la cancha”, señaló.