12 Julio 2015
SANTIAGO.- La presidenta chilena, Michelle Bachelet, anunció que el proceso de reformas con que inició su segundo mandato en marzo de 2014 sufrirá limitaciones en su gradualidad producto de la desaceleración económica que impactará en las arcas fiscales, mientras su gobierno, golpeado por escándalos de corrupción, intenta recuperar la confianza de los chilenos.
Aunque ratificó su compromiso con la gratuidad de la educación, “la más emblemática de nuestras reformas”, Bachelet afirmó al respecto que seguirán avanzando por esa senda “en la medida que la economía vaya creciendo y la disponibilidad de los recursos fiscales” lo permitan. En cuanto a la gratuidad de la educación superior, “yo reitero y reafirmo mi compromiso de no detener el avance hacia la gratuidad universal a pesar del escenario económico adverso”. “Más allá de lo que va a ser la gratuidad por vía presupuestaria, nosotros vamos a enviar en este segundo semestre el proyecto de mejora de educación superior en su conjunto, donde se trata de calidad, gratuidad, acreditación y un conjunto de otras medidas”, añadió la mandataria.
El ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, dijo advirtió que se debe poner principal atención a la agenda de probidad y transparencia y aseguró que es de vital importancia mejorar la calidad de la instituciones. “Hemos decidido que es una de las tareas más relevantes, necesitamos aprobar un conjunto de leyes que van a cambiar para siempre las reglas del juego en Chile”, añadió Díaz tras el término de una reunión extraordinaria del comité político de Bachelet, en conjunto con los presidentes de los partidos de la oficialista Nueva Mayoría.
El ministro también se refirió a la desaceleración económica que ha afectado al país, la que se ha mostrado más larga y profunda de lo que se esperaba y que podría tener impacto en el programa de reformas del gobierno.
“La principal preocupación del gobierno es cuidar a Chile y a su gente y por lo tanto nos hacemos cargo de que el panorama económico nacional e internacional es más complejo”, sostuvo Díaz .
Afirmó que “nos hacemos cargo de las complejidades y dificultades que hemos tenido para poner en marcha muchas de esas reformas, que mantienen su legitimidad porque se hacen cargo de enfrentar uno de los principales, sino el principal desafío que tiene Chile: la desigualdad”.
Bachelet insistió sobre la reforma tributaria, aprobada el año pasado para obtener financiamiento para la educación, que “aunque ya esté aprobada”, hay que ver la forma en que se implementa. Y anunció también, que para el proceso constituyente, que debiera terminar con una nueva Carta Fundamental que reemplace a la Constitución de 1980 dictada bajo la dictadura, instruyó a los ministros del comité político “que empiecen a la brevedad las conversaciones con los distintos sectores para comenzar a crear las condiciones del diálogo, que faciliten el inicio de la marcha del proceso”. (Télam)
Aunque ratificó su compromiso con la gratuidad de la educación, “la más emblemática de nuestras reformas”, Bachelet afirmó al respecto que seguirán avanzando por esa senda “en la medida que la economía vaya creciendo y la disponibilidad de los recursos fiscales” lo permitan. En cuanto a la gratuidad de la educación superior, “yo reitero y reafirmo mi compromiso de no detener el avance hacia la gratuidad universal a pesar del escenario económico adverso”. “Más allá de lo que va a ser la gratuidad por vía presupuestaria, nosotros vamos a enviar en este segundo semestre el proyecto de mejora de educación superior en su conjunto, donde se trata de calidad, gratuidad, acreditación y un conjunto de otras medidas”, añadió la mandataria.
El ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, dijo advirtió que se debe poner principal atención a la agenda de probidad y transparencia y aseguró que es de vital importancia mejorar la calidad de la instituciones. “Hemos decidido que es una de las tareas más relevantes, necesitamos aprobar un conjunto de leyes que van a cambiar para siempre las reglas del juego en Chile”, añadió Díaz tras el término de una reunión extraordinaria del comité político de Bachelet, en conjunto con los presidentes de los partidos de la oficialista Nueva Mayoría.
El ministro también se refirió a la desaceleración económica que ha afectado al país, la que se ha mostrado más larga y profunda de lo que se esperaba y que podría tener impacto en el programa de reformas del gobierno.
“La principal preocupación del gobierno es cuidar a Chile y a su gente y por lo tanto nos hacemos cargo de que el panorama económico nacional e internacional es más complejo”, sostuvo Díaz .
Afirmó que “nos hacemos cargo de las complejidades y dificultades que hemos tenido para poner en marcha muchas de esas reformas, que mantienen su legitimidad porque se hacen cargo de enfrentar uno de los principales, sino el principal desafío que tiene Chile: la desigualdad”.
Bachelet insistió sobre la reforma tributaria, aprobada el año pasado para obtener financiamiento para la educación, que “aunque ya esté aprobada”, hay que ver la forma en que se implementa. Y anunció también, que para el proceso constituyente, que debiera terminar con una nueva Carta Fundamental que reemplace a la Constitución de 1980 dictada bajo la dictadura, instruyó a los ministros del comité político “que empiecen a la brevedad las conversaciones con los distintos sectores para comenzar a crear las condiciones del diálogo, que faciliten el inicio de la marcha del proceso”. (Télam)
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