09 Julio 2015
CAPTURA DE VIDEO
Uno de los condimentos que prometía la despedida de Sebastían Battaglia era el reencuentro entre los dos grandes últimos ídolos de Boca: Juan Román Riquelme y Martín Palermo, sobre quienes siempre se especuló con una mala relación entre ambos.
Y uno de sus cruces dentro del campo de juego terminó siendo una de las "perlitas" de la noche. El Titán recibió la pelota lejos del arco, en la mitad de la cancha, y para sacarse de encima la marca de Diego Cagna, le tiró un caño que despertó la sorpresa y la ovación de toda La Bombonera.
Pero sin dudas el reconocimiento más importante fue el de Riquelme, al que le quedó la pelota tras esa jugada y, en lugar de seguir atacando, decidió unilateralmente agarrarla con la mano, parar el partido y aplaudir a Palermo, quien todavía seguía bromeando con Cagna.
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