16 Mayo 2015
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Si Tucumán no lo gana ahora, no lo gana más. La sentencia se esparció por todas las conversaciones de rugby durante la antesala de las semifinales del Torneo del Interior. Y es que con tres clubes suyos entre los cuatro mejores, hasta el sábado parecía casi imposible que a Tucumán se le escapara un título que lo ha gambeteado una y otra vez desde 1998.
Sin embargo, la caída de Universitario a manos de Los Tordos redujo las probabilidades al 50 % y reverdeció las dudas. En siete de las 14 finales del Interior hubo un equipo tucumano, y en todas el desenlace fue el subcampeonato. Una vez más, surge la pregunta: ¿tendrá la historia un final distinto esta vez? La respuesta está en manos de Cardenales, y será revelada hoy desde las 15.30, cuando reciba al equipo mendocino en Silvano Bores al 800.
Cuenta pendiente
Tratándose del “purpurado”, el asunto cobra un cariz especial. La de hoy será su quinta final, rubro en el que solo es superado por Duendes, que tiene seis. La diferencia es que el multicampeón rosarino ganó cuatro de ellas, y Cardenales ninguna. Lo más curioso es que tres de las cuatro caídas se produjeron en Tucumán.
La primera oportunidad fue en 2001, pero La Tablada le dio un disgusto en Natación que se repetiría nueve años después, en reducto “purpurado”. El mismo deja vú se produjo con Duendes, que lo venció en la definición de 2003, diaputada en Rosario, y en la de 2012, en Tucumán.
“No creo que los resultados anteriores vayan a influir esta vez, gracias a la madurez que fuimos adquiriendo grupalmente”, descartó Mauro Gelsi con la voz de la experiencia. El wing estuvo presente en la frustración más reciente, y cree firmemente en que Cardenales tiene armas suficientes para saldar hoy la deuda que mantiene consigo mismo. “Llegamos en un excelente nivel. El grupo está muy consolidado. Lo tomamos con mucha tranquilidad, pero eso no quita la ansiedad de compartir ese vestuario”, señaló.
Para Nicolás Ortolani, en cambio, se trata de una sensación nueva. “Estoy muy ansioso por jugarla, ya que nunca estuve en ninguna final. Pero hay que encararlo como un partido más que debemos sacar adelante” opinó el “9”.
Otro iniciado en la materia es Ricardo Salas. “Estoy muy ansioso, demasiado, pero al mismo tiempo disfrutando mucho por la seguridad que transmite el equipo”, describió el pilar la previa de su primera definición nacional. “Sabemos que es la quinta final que juega el club y esta vez se tiene que quedar en casa”, se plantó “Pequeño”.
Ningún misterio
Todavía no se cumplió ni un mes desde que Cardenales derrotó a Los Tordos en Mendoza, durante la etapa clasificatoria (28-15), pero en una definición las motivaciones siempre son distintas. Será la segunda final consecutiva para el equipo cuyano, derrotado por Urú Curé en la del año pasado. “Nos conocemos. Es importante saber cómo juega el rival, pero hay que tener cuidado porque ellos también conocen nuestro juego”, advirtió Ortolani, que será el medio scrum titular.
El 15 inicial de Cardenales será: Francisco Granata; Gelsi, Ricardo Hurtado, Agustín Vallejos y Oscar D’Amato; Eric Odstrcil y Ortolani; Germán Rodríguez, Juan Simón y Arturo Orlando; Germán Gimena y Álvaro Santillán; Franco Campbell, Diego Vidal y Salas.
Sin embargo, la caída de Universitario a manos de Los Tordos redujo las probabilidades al 50 % y reverdeció las dudas. En siete de las 14 finales del Interior hubo un equipo tucumano, y en todas el desenlace fue el subcampeonato. Una vez más, surge la pregunta: ¿tendrá la historia un final distinto esta vez? La respuesta está en manos de Cardenales, y será revelada hoy desde las 15.30, cuando reciba al equipo mendocino en Silvano Bores al 800.
Cuenta pendiente
Tratándose del “purpurado”, el asunto cobra un cariz especial. La de hoy será su quinta final, rubro en el que solo es superado por Duendes, que tiene seis. La diferencia es que el multicampeón rosarino ganó cuatro de ellas, y Cardenales ninguna. Lo más curioso es que tres de las cuatro caídas se produjeron en Tucumán.
La primera oportunidad fue en 2001, pero La Tablada le dio un disgusto en Natación que se repetiría nueve años después, en reducto “purpurado”. El mismo deja vú se produjo con Duendes, que lo venció en la definición de 2003, diaputada en Rosario, y en la de 2012, en Tucumán.
“No creo que los resultados anteriores vayan a influir esta vez, gracias a la madurez que fuimos adquiriendo grupalmente”, descartó Mauro Gelsi con la voz de la experiencia. El wing estuvo presente en la frustración más reciente, y cree firmemente en que Cardenales tiene armas suficientes para saldar hoy la deuda que mantiene consigo mismo. “Llegamos en un excelente nivel. El grupo está muy consolidado. Lo tomamos con mucha tranquilidad, pero eso no quita la ansiedad de compartir ese vestuario”, señaló.
Para Nicolás Ortolani, en cambio, se trata de una sensación nueva. “Estoy muy ansioso por jugarla, ya que nunca estuve en ninguna final. Pero hay que encararlo como un partido más que debemos sacar adelante” opinó el “9”.
Otro iniciado en la materia es Ricardo Salas. “Estoy muy ansioso, demasiado, pero al mismo tiempo disfrutando mucho por la seguridad que transmite el equipo”, describió el pilar la previa de su primera definición nacional. “Sabemos que es la quinta final que juega el club y esta vez se tiene que quedar en casa”, se plantó “Pequeño”.
Ningún misterio
Todavía no se cumplió ni un mes desde que Cardenales derrotó a Los Tordos en Mendoza, durante la etapa clasificatoria (28-15), pero en una definición las motivaciones siempre son distintas. Será la segunda final consecutiva para el equipo cuyano, derrotado por Urú Curé en la del año pasado. “Nos conocemos. Es importante saber cómo juega el rival, pero hay que tener cuidado porque ellos también conocen nuestro juego”, advirtió Ortolani, que será el medio scrum titular.
El 15 inicial de Cardenales será: Francisco Granata; Gelsi, Ricardo Hurtado, Agustín Vallejos y Oscar D’Amato; Eric Odstrcil y Ortolani; Germán Rodríguez, Juan Simón y Arturo Orlando; Germán Gimena y Álvaro Santillán; Franco Campbell, Diego Vidal y Salas.
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