Un mito tucumano sale a impactar en Cannes

La tonada tucumana, las creencias e historias locales y también nuestros talentos. Todo eso confluirá hoy en Cannes cuando “El Familiar”, el cortometraje que aborda el mito famoso en los ingenios de la provincia, se proyecte en la sala 3 del Short Film Corner, una sección paralela -no competitiva- del festival de cine. La proyección será a las 10.45 (hora de Francia) y es exclusiva para agentes de venta y profesionales del área, explicaron Franco Lescano, director del documental, y Martín Falci Frosoni, productor.

Ambos jóvenes se encuentran en Cannes desde el miércoles, cuando empezó la muestra que reúne al mejor cine de autor, y han transcurrido estos días entre recorridos por el Palais des Festivals y el entusiasmo y los nervios por lo que sucederá hoy. “Estamos acostumbrándonos a la dinámica del festival y del mercado de distribución de cortos. Esta mañana (por ayer) tuvimos una ronda de negocios con importantes productoras y distribuidoras europeas. Lo más relevante fue lo que ocurrió en las reuniones con la gente de Sundance y de Hubert Bals Fund, que están interesados en ver el corto. Estamos tratando de generar una posible venta o la distribución de ‘El Familiar’ en distintos festivales. También estamos deslumbrados por la magnitud del evento y la belleza de la ciudad”, indicó Lescano.

La sección Short Film Corner es, precisamente, un espacio que promueve reuniones, intercambios, y promoción y venta de cortometrajes. “El Familiar” será proyectado sólo una vez, pero su difusión se perpetuará a través de la iniciativa de Falci y Lescano. El documental es el primero de la serie “Érase una vez en el norte”, que ronda en tornos de las leyendas del NOA y que se completa con las historias de “La Salamanca”, “El Kakuy” y “La Telesita”.

Con guión de Guillermo del Pino, “El Familiar” es el corto que mayor tiempo de trabajo e investigación les llevó a sus realizadores. “Es el capítulo más sólido y también el más cinematográfico. La intención es que se vea en otros lugares, que se muestre una realidad tucumana poco conocida. El mito es una excusa para narrar lo ocurrido en Santa Ana y enlazarlo con la historia de la industria azucarera tucumana, su auge y caída, en un período que va de 1900 a 1995”, había detallado Lescano antes de viajar a la Riviera francesa.

Enigmático y atrapante, el mito regional se volverá hoy internacional. Y sus hacedores estarán en el lugar indicado para ver las reacciones que eso genera.