28 Abril 2015
Macri habla de sorpresas, Sanz se muestra optimista y el kirchnerismo admite errores
Macri descartó una alianza con Massa y dijo que ya eligió a su compañero de fórmula. Aníbal Fernández dijo que los datos de “boca de urnas” que manejaban estaban errados Desde el PRO consideran que pueden alcanzar los 40.000 sufragios que necesitan para evitar el balotaje sin sumar grandes aliados
BUENOS AIRES.- Las caras y discursos del domingo a la noche, unos alegres y otros de derrotados sorprendidos, se tradujeron ayer en interpretaciones políticas respecto del resultado de las PASO en la Ciudad de Buenos Aires y de la potencial incidencia que tendrán en la elección nacional de octubre, pero previamente deberán superar la general porteña.
En el macrismo todos se mostraron ayer optimistas respecto del futuro, ya que para llegar al gran día de la elección y evitarse el balotaje deberán sumar 2,7 puntos porcentuales, unos 41.000 votos, a los guarismos finales que alcanzaron el domingo. No es mucho, pero los “amarillos” de Mauricio Macri confían en alcanzar ese objetivo y superarlo con holgura, sin sumar grandes aliados, además de la unión que rubricaron con la UCR a nivel nacional y también en algunos distritos provinciales.
La sensación positiva es tal, que el jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial por el PRO, volvió a descartar un acuerdo con Sergio Massa, anunció que ya eligió su compañero de fórmula, aunque lo dará a conocer “en su momento”, y arriesgó que será “una gran sorpresa” el resultado electoral en tierra bonaerense.
Luego del contundente triunfo en las elecciones primarias porteñas del domingo, en las que el PRO obtuvo el 47,35% en la categoría para jefe de Gobierno, Macri también se refirió a Daniel Scioli, de quien dijo que es “amigo desde hace 25 años”, aunque evitó opinar sobre la interna kirchnerista al bromear que, si lo hace, quizás lo “llama la Presidenta” y lo “reta”.
El aspirante presidencial de la UCR, Ernesto Sanz, se mostró entusiasmado con el segundo lugar en las PASO porteñas alcanzado por el candidato a jefe de gobierno de ECO, Martín Lousteau, sobre quien dijo que va a “crecer mucho” más en el electorado capitalino y hasta puede llegar a capitalizar en las generales algunos de los votos que fueron al postulante del PRO, Horacio Rodríguez Larreta.
El también senador nacional vaticinó que el ex ministro de Economía, tras los comicios del 5 de julio, accederá a un balotaje con el candidato del PRO. Asimismo, pronosticó que, en esas compulsas, se pondrán “en juego dos modelos de gestión”, el macrista y el promovido por Lousteau, sobre el que manifestó que tiene un “muy fuerte componente social”.
Un buen resultado
Las declaraciones más sorprendentes de las últimas 48 horas, en relación con el resultado que arrojaron las PASO porteñas fueron las del kirchnerismo, ya que el Gobierno nacional lo definió (al tercer puesto, y bien alejado, de Mariano Recalde), no como una derrota sino como un buen resultado.
Es que desde el búnker del Frente para la Victoria se mostraron eufóricos, antes de conocer los resultados oficiales, con un sorprendente discurso triunfal, cuando luego los guarismos los mostraron como los grandes derrotados. Por eso, ayer al mediodía salieron a admitir que se equivocaron al anunciar que se habían convertido en la segunda fuerza electoral por “un error” en las encuestas de “boca de urna”.
El primero en hablar sobre el resultado adverso en las PASO porteñas fue el secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, quien reconoció que la victoria del PRO puede tener “algún impacto” en las elecciones presidenciales, pero remarcó que no tiene “ninguna duda” que el kirchnerismo “va a seguir más allá del 10 de diciembre”, cuando finalice el mandato de la presidenta, Cristina Fernández.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, negó ayer que haya sido un golpe para el kirchnerismo el resultado en las PASO porteñas, pero admitió que fue “una elección esquiva”. “Aspirábamos a salir primeros, no segundos”, manifestó, quien el domingo a la anoche había calificado de “fenomenal” el desempeño “K”. Ayer, Fernández atribuyó ayer a errores en las “boca de urna” que el kirchnerismo celebrara un segundo lugar que luego no fue tal. (DyN-Télam)
En el macrismo todos se mostraron ayer optimistas respecto del futuro, ya que para llegar al gran día de la elección y evitarse el balotaje deberán sumar 2,7 puntos porcentuales, unos 41.000 votos, a los guarismos finales que alcanzaron el domingo. No es mucho, pero los “amarillos” de Mauricio Macri confían en alcanzar ese objetivo y superarlo con holgura, sin sumar grandes aliados, además de la unión que rubricaron con la UCR a nivel nacional y también en algunos distritos provinciales.
La sensación positiva es tal, que el jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial por el PRO, volvió a descartar un acuerdo con Sergio Massa, anunció que ya eligió su compañero de fórmula, aunque lo dará a conocer “en su momento”, y arriesgó que será “una gran sorpresa” el resultado electoral en tierra bonaerense.
Luego del contundente triunfo en las elecciones primarias porteñas del domingo, en las que el PRO obtuvo el 47,35% en la categoría para jefe de Gobierno, Macri también se refirió a Daniel Scioli, de quien dijo que es “amigo desde hace 25 años”, aunque evitó opinar sobre la interna kirchnerista al bromear que, si lo hace, quizás lo “llama la Presidenta” y lo “reta”.
El aspirante presidencial de la UCR, Ernesto Sanz, se mostró entusiasmado con el segundo lugar en las PASO porteñas alcanzado por el candidato a jefe de gobierno de ECO, Martín Lousteau, sobre quien dijo que va a “crecer mucho” más en el electorado capitalino y hasta puede llegar a capitalizar en las generales algunos de los votos que fueron al postulante del PRO, Horacio Rodríguez Larreta.
El también senador nacional vaticinó que el ex ministro de Economía, tras los comicios del 5 de julio, accederá a un balotaje con el candidato del PRO. Asimismo, pronosticó que, en esas compulsas, se pondrán “en juego dos modelos de gestión”, el macrista y el promovido por Lousteau, sobre el que manifestó que tiene un “muy fuerte componente social”.
Un buen resultado
Las declaraciones más sorprendentes de las últimas 48 horas, en relación con el resultado que arrojaron las PASO porteñas fueron las del kirchnerismo, ya que el Gobierno nacional lo definió (al tercer puesto, y bien alejado, de Mariano Recalde), no como una derrota sino como un buen resultado.
Es que desde el búnker del Frente para la Victoria se mostraron eufóricos, antes de conocer los resultados oficiales, con un sorprendente discurso triunfal, cuando luego los guarismos los mostraron como los grandes derrotados. Por eso, ayer al mediodía salieron a admitir que se equivocaron al anunciar que se habían convertido en la segunda fuerza electoral por “un error” en las encuestas de “boca de urna”.
El primero en hablar sobre el resultado adverso en las PASO porteñas fue el secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, quien reconoció que la victoria del PRO puede tener “algún impacto” en las elecciones presidenciales, pero remarcó que no tiene “ninguna duda” que el kirchnerismo “va a seguir más allá del 10 de diciembre”, cuando finalice el mandato de la presidenta, Cristina Fernández.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, negó ayer que haya sido un golpe para el kirchnerismo el resultado en las PASO porteñas, pero admitió que fue “una elección esquiva”. “Aspirábamos a salir primeros, no segundos”, manifestó, quien el domingo a la anoche había calificado de “fenomenal” el desempeño “K”. Ayer, Fernández atribuyó ayer a errores en las “boca de urna” que el kirchnerismo celebrara un segundo lugar que luego no fue tal. (DyN-Télam)
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