19 Abril 2015
FELIZ, COMO EN CASA. Rodrigo Castillo le puso la bandera argentina a su moto. la gaceta / foto de juan pablo sánchez noli (enviado especial)
La temporada pasada Argentina no tenía a quién alentar en MotoGP. En la carrera de Termas de Río Hondo en 2014, con Sebastián Porto invitado especialmente a correr, la afición “albiceleste” se dio el gusto de pegar alaridos de aliento en la segunda categoría del torneo. Ahora también tendrá la misma posibilidad, pero en la divisional 3 y durante todo el campeonato. El destinatario de ese aliento en la final de Moto3, que larga a las 13, será Gabriel Rodrigo Castillo, ubicado en los puestos 27° y 19°, en las fechas anteriores.
Cierto es que cuando la gente se acerca al box del RBA Racing Team y quiere saludar al representante argentino puede confundirse. Sucederá que “Gabri”, en vez de “sí”, dirá “vale” cuando de la repuesta afirmativa al pedido de autógrafo o foto. “No tengo tanto el acento de por aquí porque estuve poco tiempo. Vivir, vivir... nunca he llegado a vivir mucho”, relató con un castellano bien “españolizado”. La historia de Rodrigo Castillo comenzó en Barcelona hace 19 años cuando vino al mundo producto del amor de sus padres Ricardo, argentino, y Beatriz, uruguaya. “En mis vacaciones siempre vengo porque hay mucha familia. Mis hermanos se casaron aquí”, destacó el vínculo que lo liga siempre al país.
“Gabri” insiste en que es especial para él poder representar a Argentina. “No tengo el acento, pero las costumbres sí. Por ejemplo, me gusta mucho el mate y con mi madre lo tomo siempre. También el dulce de leche, pero me intento cuidar para que la moto corra más. Las costumbres argentinas están siempre en casa”, relató con orgullo el piloto que decidió correr con licencia “celeste y blanca” desde este año.
Rodrigo Castillo reconoció que el sentirse local puede haberle jugado en contra en Termas. “Esas ganas de correr en casa me han pasado un poco de factura”, dio como razón a los dos caídas que sufrió en los entrenamientos. Los nervios duraron hasta la clasificación y nuevamente sufrió un accidente cuando apenas había girado dos vueltas.
El bajo rendimiento de ayer hará que salga de la parrilla de largada en el último puesto, pero con la frente en alto. “Al acelerar en lo sucio he tenido una caída bastante fuerte que no me ha dejado rodar más. Pero nada que nos impida darle todo en carrera”, escribió en su cuenta de Twitter (@gabrirodrigo19) el argentino, al que no se lo identifica por cómo habla, sino por la bandera que lleva en la parte inferior de su moto número 91.
Cierto es que cuando la gente se acerca al box del RBA Racing Team y quiere saludar al representante argentino puede confundirse. Sucederá que “Gabri”, en vez de “sí”, dirá “vale” cuando de la repuesta afirmativa al pedido de autógrafo o foto. “No tengo tanto el acento de por aquí porque estuve poco tiempo. Vivir, vivir... nunca he llegado a vivir mucho”, relató con un castellano bien “españolizado”. La historia de Rodrigo Castillo comenzó en Barcelona hace 19 años cuando vino al mundo producto del amor de sus padres Ricardo, argentino, y Beatriz, uruguaya. “En mis vacaciones siempre vengo porque hay mucha familia. Mis hermanos se casaron aquí”, destacó el vínculo que lo liga siempre al país.
“Gabri” insiste en que es especial para él poder representar a Argentina. “No tengo el acento, pero las costumbres sí. Por ejemplo, me gusta mucho el mate y con mi madre lo tomo siempre. También el dulce de leche, pero me intento cuidar para que la moto corra más. Las costumbres argentinas están siempre en casa”, relató con orgullo el piloto que decidió correr con licencia “celeste y blanca” desde este año.
Rodrigo Castillo reconoció que el sentirse local puede haberle jugado en contra en Termas. “Esas ganas de correr en casa me han pasado un poco de factura”, dio como razón a los dos caídas que sufrió en los entrenamientos. Los nervios duraron hasta la clasificación y nuevamente sufrió un accidente cuando apenas había girado dos vueltas.
El bajo rendimiento de ayer hará que salga de la parrilla de largada en el último puesto, pero con la frente en alto. “Al acelerar en lo sucio he tenido una caída bastante fuerte que no me ha dejado rodar más. Pero nada que nos impida darle todo en carrera”, escribió en su cuenta de Twitter (@gabrirodrigo19) el argentino, al que no se lo identifica por cómo habla, sino por la bandera que lleva en la parte inferior de su moto número 91.
Lo más popular