19 Abril 2015
Sus fanáticos ya han creado el verbo simpsonizar. Con él se refieren a la construcción cultural de un universo que comenzó hace 26 temporadas y que hoy abrirá un nuevo ciclo con el estreno, a partir de las 20, de dos nuevos episodios en el canal Fox.
Los Simpson se instalarán otra vez en los televisores de todo el mundo, consagrados como una de las series más populares en el globo, y en América Latina en particular. En cifras, es la serie animada más larga de la historia de la televisión, con 550 capítulos transmitidos y cientos de retransmisiones desde su iniciático 1989.
El regreso es esperado por la multitud de fans que tiene en esta provincia, de todas las edades. Con el paso del tiempo, creció el espíritu crítico de esa legión, para cuyos integrantes no es lo mismo el comienzo que el presente. Pero siempre la seguirán viendo.
“La serie me parece divertida en un sentido figurado, si la entendemos como un estereotipo de una familia yanqui. Si la recibimos como un medio de publicidad de la idiosincrasia y la ideología capitalista, es un gran experimento que funcionó para América Latina en donde vemos sólo un dibujo animado desprovisto de intencionalidad, cosa que está muy lejos de la realidad. La sigo hace más de 15 años y mi expectativa está puesta en la representación de los hechos mundiales actuales “, opinó el artista plástico tucumano Matute Chandu.
El vj Rudy Garzotto contó que la sigue por el mensaje que tiene la tira, su estilo gráfico y sus colores. “Lo mejor es a la noche. Es como una especie de adicción, creo que vi cientos de veces muchos de los capítulos y no me canso; siempre encuentro algo nuevo que antes no había visto. Me convertí en fan cuando tenía cierta edad para comprender estos mensajes; tiraban palos para todos lados, inclusive para su país de origen, y eso me gustaba mucho. Las últimas temporadas flaquearon un poco en contenido pero igual están bien. Ojalá ahora retomen un poco ese sarcasmo de antes”.
El diseñador gráfico Buda es un fan crítico: admitió que vio todas las temporadas, aunque a las últimas “salteadas”, porque “el tipo de humor cambió drásticamente con la salida de sus escritores clave”. Señaló que Homero “está estupidizado de más”. “Fue bastante innovador desde el punto de vista artístico y que sean amarillos siempre me gustó. En realidad crearon un estilo, simpsonizar es casi un verbo. Tuve los primeros juguetes; compré el cassette de ‘Simpsons sing the blues’ y todavía recuerdo las letras; adquirí una de las primeras ‘Guía para la vida de Bart Simpson’ que salieron”, recordó. Pero aseguró que nunca pudo superar el cambio de voces en la versión latina, algo en lo que coincide el graffitero Fabricio Paredes.
El padre de la famosa criatura, Matt Groening, pensó junto a su equipo creativo en darle el último adiós a uno de los residentes históricos de Springfield y seguir profundizando la crisis existencial de Homero, en esta temporada.
Por esos motivos, entre las novedades que adelantaron se sabe que Krusty, el payaso, se retirará de la televisión después de la muerte de su padre, lo que se presenta en el primer capítulo que se verá esta noche, “Clown in the dumps”. También se supo que Homero y Bart intentarán resolver algunos conflictos padre/hijo (en “The wreck of the relationship”); Marge abrirá una franquicia de sándwiches (en “Super franchise me”); y el Sr. Burns encontrará un noviazgo con la asambleísta demócrata Maxine Lombard (“Opposites a-frack”). En otros capítulos, se podrán ver los planes de Bart para derribar a su nuevo profesor de cuarto grado, el Sr. Lassen, un terrible matón (“Blazed and confused”); Homero tendrá una crisis de la mediana edad (“Covercraft”); y el elenco de Futurama hará una aparición en Springfield en un episodio de cruce (“Simpsorama”).
¿Qué más se puede esperar de una serie que lleva al aire un cuarto de siglo y que se instaló en el gusto de grandes y chicos, que rompió muchos récords y paradigmas en la televisión mundial; que sólo en cine recaudó más de U$S 530 millones; que tiene una de las atracciones más visitadas en estudios Universal y un sinfín de juguetes y mercancías? Los personajes amarillos son el reflejo de una sociedad con cosas positivas y negativas. En su momento, el presidente George Bush, de quien se burlaron en repetidas ocasiones, dijo que “los problemas de la sociedad se debían gracias a Los Simpson y que los norteamericanos deberían dejar de ser como esta familia”.
Los Simpson se instalarán otra vez en los televisores de todo el mundo, consagrados como una de las series más populares en el globo, y en América Latina en particular. En cifras, es la serie animada más larga de la historia de la televisión, con 550 capítulos transmitidos y cientos de retransmisiones desde su iniciático 1989.
El regreso es esperado por la multitud de fans que tiene en esta provincia, de todas las edades. Con el paso del tiempo, creció el espíritu crítico de esa legión, para cuyos integrantes no es lo mismo el comienzo que el presente. Pero siempre la seguirán viendo.
“La serie me parece divertida en un sentido figurado, si la entendemos como un estereotipo de una familia yanqui. Si la recibimos como un medio de publicidad de la idiosincrasia y la ideología capitalista, es un gran experimento que funcionó para América Latina en donde vemos sólo un dibujo animado desprovisto de intencionalidad, cosa que está muy lejos de la realidad. La sigo hace más de 15 años y mi expectativa está puesta en la representación de los hechos mundiales actuales “, opinó el artista plástico tucumano Matute Chandu.
El vj Rudy Garzotto contó que la sigue por el mensaje que tiene la tira, su estilo gráfico y sus colores. “Lo mejor es a la noche. Es como una especie de adicción, creo que vi cientos de veces muchos de los capítulos y no me canso; siempre encuentro algo nuevo que antes no había visto. Me convertí en fan cuando tenía cierta edad para comprender estos mensajes; tiraban palos para todos lados, inclusive para su país de origen, y eso me gustaba mucho. Las últimas temporadas flaquearon un poco en contenido pero igual están bien. Ojalá ahora retomen un poco ese sarcasmo de antes”.
El diseñador gráfico Buda es un fan crítico: admitió que vio todas las temporadas, aunque a las últimas “salteadas”, porque “el tipo de humor cambió drásticamente con la salida de sus escritores clave”. Señaló que Homero “está estupidizado de más”. “Fue bastante innovador desde el punto de vista artístico y que sean amarillos siempre me gustó. En realidad crearon un estilo, simpsonizar es casi un verbo. Tuve los primeros juguetes; compré el cassette de ‘Simpsons sing the blues’ y todavía recuerdo las letras; adquirí una de las primeras ‘Guía para la vida de Bart Simpson’ que salieron”, recordó. Pero aseguró que nunca pudo superar el cambio de voces en la versión latina, algo en lo que coincide el graffitero Fabricio Paredes.
El padre de la famosa criatura, Matt Groening, pensó junto a su equipo creativo en darle el último adiós a uno de los residentes históricos de Springfield y seguir profundizando la crisis existencial de Homero, en esta temporada.
Por esos motivos, entre las novedades que adelantaron se sabe que Krusty, el payaso, se retirará de la televisión después de la muerte de su padre, lo que se presenta en el primer capítulo que se verá esta noche, “Clown in the dumps”. También se supo que Homero y Bart intentarán resolver algunos conflictos padre/hijo (en “The wreck of the relationship”); Marge abrirá una franquicia de sándwiches (en “Super franchise me”); y el Sr. Burns encontrará un noviazgo con la asambleísta demócrata Maxine Lombard (“Opposites a-frack”). En otros capítulos, se podrán ver los planes de Bart para derribar a su nuevo profesor de cuarto grado, el Sr. Lassen, un terrible matón (“Blazed and confused”); Homero tendrá una crisis de la mediana edad (“Covercraft”); y el elenco de Futurama hará una aparición en Springfield en un episodio de cruce (“Simpsorama”).
¿Qué más se puede esperar de una serie que lleva al aire un cuarto de siglo y que se instaló en el gusto de grandes y chicos, que rompió muchos récords y paradigmas en la televisión mundial; que sólo en cine recaudó más de U$S 530 millones; que tiene una de las atracciones más visitadas en estudios Universal y un sinfín de juguetes y mercancías? Los personajes amarillos son el reflejo de una sociedad con cosas positivas y negativas. En su momento, el presidente George Bush, de quien se burlaron en repetidas ocasiones, dijo que “los problemas de la sociedad se debían gracias a Los Simpson y que los norteamericanos deberían dejar de ser como esta familia”.
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