15 Abril 2015
EL DOMINGO. Francisco abrazó al patriarca de la Iglesia Apostólica Armenia, Karekin II, y se refirió al “primer genocidio del siglo XX”. reuters
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, profundizó el quiebre entre Ankara y el Vaticano al criticar en duros términos la mención al “genocidio armenio” realizada por el papa Francisco, “condenar” las palabras del pontífice como “estupideces” y advertirle que no vuelva a cometer tal “error”.
“Condeno al Papa y quiero advertirle que espero que no vuelva a cometer un error de este tipo”, dijo el presidente turco en un discurso ante representantes de la Asociación de Exportadores de Turquía, transmitido en directo por la cadena turca NTV y reproducido por la agencia de noticias EFE.
“Cuando algunos políticos y religiosos asumen el trabajo de historiadores, no dicen verdades, sino estupideces”, añadió Erdogan, en una declaración que se suma a la áspera ola de respuestas desatadas en Ankara luego que el pontífice hiciera referencia a esta masacre el domingo, durante una misa celebrada homenaje a las víctimas en la Basílica de San Pedro.
Esta matanza perpetrada entre 1915 y 1925 divide profundamente a Ankara y Ereván.
Las autoridades turcas sostienen que se trató de una guerra civil enmarcada en la Primera Guerra Mundial en la que también murieron miles de musulmanes, y pese a que el tema es de capital importancia para las aspiraciones turcas de ingreso a la Unión Europea, las posturas irreconciliables siguen siendo la tónica del atávico litigio.
Apenas horas después de los dichos de Francisco, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, rechazó sus expresiones y señaló que “revelan una discriminación hacia los musulmanes y turcos por parte de los cristianos”.
Según Cavusolgu, la interpretación de estos eventos tan dolorosos de forma parcial “es inapropiada para un Papa y para la autoridad que representa”, y subrayó que que esas declaraciones “están alejadas de la realidad histórica y legal”.
Las declaraciones del canciller antecedieron a dos fuertes gestos simbólicos de Ankara que fueron la convocatoria al nuncio apostólico en Ankara y el llamado a consultas del embajador turco en el Vaticano.
Cavusoglu no descartó ayer otras medidas y subrayó que “los pasos que se tomarán (contra el Vaticano) se harán públicos después de las consultas”.
Mención aparte merecen los dichos del ministro turco de Asuntos para la Unión Europea, Volkan Bozkir, quien aseguró que el reconocimiento del genocidio armenio por parte del Papa se produjo porque el Sumo Pontífice “es de Argentina”, un país que “dio la bienvenida a los nazis, que fueron los principales autores del Holocausto judío”.
Bozkir, consideró además “lamentable” que en Argentina, “la diáspora armenia domina la prensa y los negocios”.
En línea similar, el jefe de la oficina estatal de asuntos religiosos de Turquía, Mehmet Gormez, manifestó que el Vaticano “está influido por grupos de presión y empresas de relaciones públicas”, mientras el presidente del Parlamento turco, Cemil Cicek, también habló de “discriminación” e “injuria” y calificó las palabras de Francisco como “racistas”. (Télam)
“Condeno al Papa y quiero advertirle que espero que no vuelva a cometer un error de este tipo”, dijo el presidente turco en un discurso ante representantes de la Asociación de Exportadores de Turquía, transmitido en directo por la cadena turca NTV y reproducido por la agencia de noticias EFE.
“Cuando algunos políticos y religiosos asumen el trabajo de historiadores, no dicen verdades, sino estupideces”, añadió Erdogan, en una declaración que se suma a la áspera ola de respuestas desatadas en Ankara luego que el pontífice hiciera referencia a esta masacre el domingo, durante una misa celebrada homenaje a las víctimas en la Basílica de San Pedro.
Esta matanza perpetrada entre 1915 y 1925 divide profundamente a Ankara y Ereván.
Las autoridades turcas sostienen que se trató de una guerra civil enmarcada en la Primera Guerra Mundial en la que también murieron miles de musulmanes, y pese a que el tema es de capital importancia para las aspiraciones turcas de ingreso a la Unión Europea, las posturas irreconciliables siguen siendo la tónica del atávico litigio.
Apenas horas después de los dichos de Francisco, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, rechazó sus expresiones y señaló que “revelan una discriminación hacia los musulmanes y turcos por parte de los cristianos”.
Según Cavusolgu, la interpretación de estos eventos tan dolorosos de forma parcial “es inapropiada para un Papa y para la autoridad que representa”, y subrayó que que esas declaraciones “están alejadas de la realidad histórica y legal”.
Las declaraciones del canciller antecedieron a dos fuertes gestos simbólicos de Ankara que fueron la convocatoria al nuncio apostólico en Ankara y el llamado a consultas del embajador turco en el Vaticano.
Cavusoglu no descartó ayer otras medidas y subrayó que “los pasos que se tomarán (contra el Vaticano) se harán públicos después de las consultas”.
Mención aparte merecen los dichos del ministro turco de Asuntos para la Unión Europea, Volkan Bozkir, quien aseguró que el reconocimiento del genocidio armenio por parte del Papa se produjo porque el Sumo Pontífice “es de Argentina”, un país que “dio la bienvenida a los nazis, que fueron los principales autores del Holocausto judío”.
Bozkir, consideró además “lamentable” que en Argentina, “la diáspora armenia domina la prensa y los negocios”.
En línea similar, el jefe de la oficina estatal de asuntos religiosos de Turquía, Mehmet Gormez, manifestó que el Vaticano “está influido por grupos de presión y empresas de relaciones públicas”, mientras el presidente del Parlamento turco, Cemil Cicek, también habló de “discriminación” e “injuria” y calificó las palabras de Francisco como “racistas”. (Télam)
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