14 Abril 2015
CAMPAÑA. Obi Ezekwesilieze es la mujer que lanzó la campaña "Bring Back Our Girls" (Devuelvan a nuestras niñas). FOTO DE BBC.CO.UK
ABUYA, Nigeria.- El primer aniversario del secuestro de casi 280 chicas por parte del grupo islamista Boko Haram se cumple hoy en Nigeria sin noticias de las rehenes, en medio de mensajes de solidaridad, reproches al anterior gobierno y exhortaciones al nuevo presidente para que redoble los esfuerzos para hallarlas con vida.
En vísperas del aniversario del secuestro de las chicas de su colegio para pupilas, la premio Nobel de la Paz 2014, la paquistaní Malala Yousafzai, herida de bala por los talibanes por promover la educación femenina, aseguró hoy en una misiva dirigida a las 276 secuestradas que "nunca" serán olvidadas.
Asimismo, en un recordatorio de los efectos en la niñez de la brutal campaña de Boko Haram y las ofensivas militares para combatirlo, el organismo de la ONU para la infancia, Unicef, aseguró que 800.000 niños debieron abandonar sus hogares por el conflicto en el norte de Nigeria.
Además, en Ginebra, un grupo de relatores de la ONU alertó que raptar y violar a niñas puede constituir un crimen contra la humanidad y urgieron al gobierno nigeriano a tomar todas las medidas necesarias para localizar a las niñas y devolverlas a sus padres.
La noche del 14 de abril de 2014, miembros de Boko Haram ingresaron en un centro educativo de Chibok, una ciudad del noreste de Nigeria, y secuestraron a 276 chicas, en la acción más famosa y trágica del grupo yihadista que mantiene en vilo al país africano con su ofensiva para instaurar un califato.
Medio centenar de hombres armados llegaron en camionetas e irrumpieron violentamente en la escuela, pero esta vez, en lugar de asesinar a profesores y alumnos mientras dormían -como sucedió en otras acciones de Boko Haram-, decidieron capturar a las jóvenes estudiantes.
Un centenar de las chicas logró escapar de los yihadistas, pero del resto no se supo más tras el masivo secuestro, hasta la difusión de un video en el que el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, anunció que iba a venderlas como esposas en diferentes países como los vecinos Camerún, Chad y Níger.
El masivo secuestro alarmó no sólo al pueblo nigeriano sino a gran parte de la comunidad internacional, que no dudó en criticar al entonces presidente Goodluck Jonathan por cómo manejó la búsqueda de las chicas, especialmente porque Boko Haram actúa en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, donde la gestión de gobierno no es tan efectiva como en el sur del país, de mayoría cristiana.
"Su gobierno falló en la prevención de estos crímenes, en su persecución y en la protección de las víctimas", dijo hoy en un comunicado el director la Federación Internacional para los Derechos Humanos, Karim Lahidji, citado por la agencia EFE.
La captura de las chicas conmovió a tal punto que se lanzó una campaña en las redes sociales "BringBackOurGirls" ("Traigan de vuelta a nuestras niñas"), de la que participaron varias personalidades, como la primera dama estadounidense, Michelle Obama, pero que fue perdiendo interés.
Es más, gobiernos como el de Estados Unidos y Reino Unido aportaron equipamiento al maltrecho Ejército nigeriano. Washington envió aviones no tripulados, desplazó a decenas de expertos y cedió cámaras capaces de captar movimientos en la selva, pero el resultado fue nulo.
Es que la búsqueda de las niñas comenzó tres semanas después de su desaparición, lo que, en un entorno sociogeográfico como el de Nigeria, es demasiado tiempo para encontrar un rastro. Desde entonces, solo hubo engaños y falsas esperanzas para sus familias. El 23 de septiembre pasado, un portavoz del Ejército nigeriano anunció que un numeroso grupo de niñas había sido liberado, pero luego se retractó.
Boko Haram -cuyo nombre significa "La educación occidental es pecado"- siguió cometiendo atentados, cada vez con más frecuencia, y las menores nunca fueron puestas en libertad.
En este contexto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció hoy que "el conflicto entre Boko Haram, las fuerzas militares y los grupos de autodefensa civil en el nordeste de Nigeria obligó a 800.000 niños a abandonar sus hogares".
En su informe "Infancias perdidas", Unicef alertó que los niños están siendo el objetivo de Boko Haram: "Son víctimas de abusos sexuales, matrimonios forzados, secuestros y brutales asesinatos". "También son obligados a combatir y son usados como bombas humanas, como es el caso de una niña a la que se envió a la muerte al ponerle una bomba en su pecho, en Maiduguri", capital del estado de Borno, bastión de los yihadistas. (Télam)
En vísperas del aniversario del secuestro de las chicas de su colegio para pupilas, la premio Nobel de la Paz 2014, la paquistaní Malala Yousafzai, herida de bala por los talibanes por promover la educación femenina, aseguró hoy en una misiva dirigida a las 276 secuestradas que "nunca" serán olvidadas.
Asimismo, en un recordatorio de los efectos en la niñez de la brutal campaña de Boko Haram y las ofensivas militares para combatirlo, el organismo de la ONU para la infancia, Unicef, aseguró que 800.000 niños debieron abandonar sus hogares por el conflicto en el norte de Nigeria.
Además, en Ginebra, un grupo de relatores de la ONU alertó que raptar y violar a niñas puede constituir un crimen contra la humanidad y urgieron al gobierno nigeriano a tomar todas las medidas necesarias para localizar a las niñas y devolverlas a sus padres.
La noche del 14 de abril de 2014, miembros de Boko Haram ingresaron en un centro educativo de Chibok, una ciudad del noreste de Nigeria, y secuestraron a 276 chicas, en la acción más famosa y trágica del grupo yihadista que mantiene en vilo al país africano con su ofensiva para instaurar un califato.
Medio centenar de hombres armados llegaron en camionetas e irrumpieron violentamente en la escuela, pero esta vez, en lugar de asesinar a profesores y alumnos mientras dormían -como sucedió en otras acciones de Boko Haram-, decidieron capturar a las jóvenes estudiantes.
Un centenar de las chicas logró escapar de los yihadistas, pero del resto no se supo más tras el masivo secuestro, hasta la difusión de un video en el que el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, anunció que iba a venderlas como esposas en diferentes países como los vecinos Camerún, Chad y Níger.
El masivo secuestro alarmó no sólo al pueblo nigeriano sino a gran parte de la comunidad internacional, que no dudó en criticar al entonces presidente Goodluck Jonathan por cómo manejó la búsqueda de las chicas, especialmente porque Boko Haram actúa en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, donde la gestión de gobierno no es tan efectiva como en el sur del país, de mayoría cristiana.
"Su gobierno falló en la prevención de estos crímenes, en su persecución y en la protección de las víctimas", dijo hoy en un comunicado el director la Federación Internacional para los Derechos Humanos, Karim Lahidji, citado por la agencia EFE.
La captura de las chicas conmovió a tal punto que se lanzó una campaña en las redes sociales "BringBackOurGirls" ("Traigan de vuelta a nuestras niñas"), de la que participaron varias personalidades, como la primera dama estadounidense, Michelle Obama, pero que fue perdiendo interés.
Es más, gobiernos como el de Estados Unidos y Reino Unido aportaron equipamiento al maltrecho Ejército nigeriano. Washington envió aviones no tripulados, desplazó a decenas de expertos y cedió cámaras capaces de captar movimientos en la selva, pero el resultado fue nulo.
Es que la búsqueda de las niñas comenzó tres semanas después de su desaparición, lo que, en un entorno sociogeográfico como el de Nigeria, es demasiado tiempo para encontrar un rastro. Desde entonces, solo hubo engaños y falsas esperanzas para sus familias. El 23 de septiembre pasado, un portavoz del Ejército nigeriano anunció que un numeroso grupo de niñas había sido liberado, pero luego se retractó.
Boko Haram -cuyo nombre significa "La educación occidental es pecado"- siguió cometiendo atentados, cada vez con más frecuencia, y las menores nunca fueron puestas en libertad.
En este contexto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció hoy que "el conflicto entre Boko Haram, las fuerzas militares y los grupos de autodefensa civil en el nordeste de Nigeria obligó a 800.000 niños a abandonar sus hogares".
En su informe "Infancias perdidas", Unicef alertó que los niños están siendo el objetivo de Boko Haram: "Son víctimas de abusos sexuales, matrimonios forzados, secuestros y brutales asesinatos". "También son obligados a combatir y son usados como bombas humanas, como es el caso de una niña a la que se envió a la muerte al ponerle una bomba en su pecho, en Maiduguri", capital del estado de Borno, bastión de los yihadistas. (Télam)
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