13 Abril 2015
TRAS 59 AÑOS. Obama se encontró con Castro. Los líderes de EEUU y Cuba no se reunían cara a cara desde 1956. reuters
CIUDAD DE PANAMÁ.- Se marchó cuestionado por varios de sus colegas, pero Barack Obama se permitió llevar también a Panamá la “doctrina del diálogo” que lo ha conducido a entablar conversaciones con países hostiles como Irán o Cuba. El presidente de EEUU abrió en la VII Cumbre de las Américas un nuevo capítulo en las relaciones entre Washington y América Latina y se erigió como el conciliador del continente. La promesa de su debut en Trinidad y Tobago en 2009, en cierta forma.
Obama hizo historia al reunirse el sábado con su homólogo cubano, Raúl Castro, cuatro meses después de llegar a un acuerdo con él para restablecer relaciones bilaterales rotas en 1961. La última reunión cara a cara entre un presidente estadounidense y uno cubano fue la de Dwight Eisenhower y Fulgencio Batista en 1956, casualmente, también en Panamá.
La nueva era escenificada con un apretón de manos entre Castro y Obama en Panamá marca, según el director para las Américas de Human Rights Watch José Miguel Vivanco, “un antes y un después en las relaciones de EEUU con América Latina”.
El jefe de la Casa Blanca desplegó en la cumbre la que se ha bautizado ya como la “doctrina Obama”. Un tono dialogante y conciliador, que entierra la vieja doctrina Monroe (“América para los americanos”), que marcó durante décadas la política exterior intervencionista de Washington en la región.
Acercamiento
En esa línea, la cumbre de Panamá le ofreció también la siguiente oportunidad. Obama apostó durante los tres días del encuentro por el diálogo, con las reuniones que mantuvo con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y con la jefa de Estado de Brasil, Dilma Rousseff, con los que había mantenido una relación bastante turbulenta en los últimos tiempos.
En el encuentro con Obama, Maduro volvió a exigir que Washington derogue un decreto emitido el mes pasado en el que califica a Venezuela como una amenaza para la seguridad nacional estadounidense. Ya había dicho que el decreto es “irracional” y una injerencia del país del Norte en los asuntos internos de Venezuela.
“El presidente Obama indicó nuestro firme apoyo a un diálogo pacífico entre las partes dentro de Venezuela. Reiteró que nuestro interés no es amenazar a Venezuela, sino apoyar la democracia”, señaló luego de la reunión Bernadette Meehan, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU.
La charla, de unos 10 minutos, se concretó antes de que el mandatario estadounidense se dispusiera a regresar a su país. “La reunión se produjo en medio de un ambiente de respeto y cordialidad. Previo al intercambio de ideas el saludo entre ambos mandatarios se produjo en castellano”, dijo en un comunicado el Ministerio de Información venezolano.
“Me parece excelente que hayan conversado. Las cumbres son justamente para eso, para abrir posibilidades de reunirse y dialogar”, aseguró el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Por su lado, el presidente de Bolivia, Evo Morales, destacó la nueva etapa de relaciones diplomáticas y políticas entre Obama y Castro, y apuntó: “EEUU no tiene por qué ayudar (a Cuba), sino que tiene que resarcir los daños por 50 años de bloqueo; también debe devolver el enclave de Guantánamo”.
Coincidencia
En tanto, los presidentes Maduro y Rafael Correa (Ecuador), abogaron desde la VII Cumbre de las Américas por la paz regional, pero con respeto a la dignidad y autodeterminación de los pueblos latinoamericanos y caribeños “cansados de intervencionismos”.
“Yo le dije al presidente Obama exactamente lo que creo: la revolución bolivariana, democrática, pacífica, de nuestra patria nacional”, que ha vivido diversas etapas de agresiones y de asedio, dijo Maduro.
Correa, en tanto, transmitió un “abrazo solidario” a los dirigentes sociales reunidos en Panamá. “Jamás volveremos a ser patio trasero de nadie”, advirtió, y saludó el encuentro entre Obama y Castro, pero “sin renunciar nunca a la defensa de los principios de autodeterminación”. (DPA-Reuters)
Obama hizo historia al reunirse el sábado con su homólogo cubano, Raúl Castro, cuatro meses después de llegar a un acuerdo con él para restablecer relaciones bilaterales rotas en 1961. La última reunión cara a cara entre un presidente estadounidense y uno cubano fue la de Dwight Eisenhower y Fulgencio Batista en 1956, casualmente, también en Panamá.
La nueva era escenificada con un apretón de manos entre Castro y Obama en Panamá marca, según el director para las Américas de Human Rights Watch José Miguel Vivanco, “un antes y un después en las relaciones de EEUU con América Latina”.
El jefe de la Casa Blanca desplegó en la cumbre la que se ha bautizado ya como la “doctrina Obama”. Un tono dialogante y conciliador, que entierra la vieja doctrina Monroe (“América para los americanos”), que marcó durante décadas la política exterior intervencionista de Washington en la región.
Acercamiento
En esa línea, la cumbre de Panamá le ofreció también la siguiente oportunidad. Obama apostó durante los tres días del encuentro por el diálogo, con las reuniones que mantuvo con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y con la jefa de Estado de Brasil, Dilma Rousseff, con los que había mantenido una relación bastante turbulenta en los últimos tiempos.
En el encuentro con Obama, Maduro volvió a exigir que Washington derogue un decreto emitido el mes pasado en el que califica a Venezuela como una amenaza para la seguridad nacional estadounidense. Ya había dicho que el decreto es “irracional” y una injerencia del país del Norte en los asuntos internos de Venezuela.
“El presidente Obama indicó nuestro firme apoyo a un diálogo pacífico entre las partes dentro de Venezuela. Reiteró que nuestro interés no es amenazar a Venezuela, sino apoyar la democracia”, señaló luego de la reunión Bernadette Meehan, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU.
La charla, de unos 10 minutos, se concretó antes de que el mandatario estadounidense se dispusiera a regresar a su país. “La reunión se produjo en medio de un ambiente de respeto y cordialidad. Previo al intercambio de ideas el saludo entre ambos mandatarios se produjo en castellano”, dijo en un comunicado el Ministerio de Información venezolano.
“Me parece excelente que hayan conversado. Las cumbres son justamente para eso, para abrir posibilidades de reunirse y dialogar”, aseguró el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Por su lado, el presidente de Bolivia, Evo Morales, destacó la nueva etapa de relaciones diplomáticas y políticas entre Obama y Castro, y apuntó: “EEUU no tiene por qué ayudar (a Cuba), sino que tiene que resarcir los daños por 50 años de bloqueo; también debe devolver el enclave de Guantánamo”.
Coincidencia
En tanto, los presidentes Maduro y Rafael Correa (Ecuador), abogaron desde la VII Cumbre de las Américas por la paz regional, pero con respeto a la dignidad y autodeterminación de los pueblos latinoamericanos y caribeños “cansados de intervencionismos”.
“Yo le dije al presidente Obama exactamente lo que creo: la revolución bolivariana, democrática, pacífica, de nuestra patria nacional”, que ha vivido diversas etapas de agresiones y de asedio, dijo Maduro.
Correa, en tanto, transmitió un “abrazo solidario” a los dirigentes sociales reunidos en Panamá. “Jamás volveremos a ser patio trasero de nadie”, advirtió, y saludó el encuentro entre Obama y Castro, pero “sin renunciar nunca a la defensa de los principios de autodeterminación”. (DPA-Reuters)
Lo más popular