12 Abril 2015
Hannes Breustedt - Agencia DPA
Enormes camiones cisterna y excavadoras. No es habitual ver esta maquinaria pesada, que forma parte del paisaje de los campos petrolíferos en Estados Unidos, en el patio de una casa de subastas. Pero la industria sufre a causa de la caída masiva de los precios del petróleo. Y eso significa reducción de empleos, de inversiones y de equipamiento.
La venta urgente de equipos de extracción atrae a los cazadores de ofertas, como Shawn Kluver, quien viajó especialmente desde Dakota del Norte hasta Longmont, en Colorado. La empresa Ritchie Brothers subastó allí diversas maquinarias y equipos que salieron del mercado debido a los bajos precios del petróleo. “Todos dicen que estamos locos, pero nosotros esperamos sacar provecho de la recesión”, manifestó Kluver al diario norteamericano “USA Today”.
Por U$S 142.000, el cazador de ofertas adquirió dos camiones hidráulicos especiales, que se utilizan en la limpieza de las instalaciones de perforación. El precio de uno de estos vehículos nuevo ronda los U$S 500.000. Pero la industria tuvo que hacer masivos recortes en los últimos meses y por eso los equipos cambian de mano a precios de ganga.
Industria en crisis
La cifra de las plataformas petroleras activas cayó casi el 50% desde mediados de octubre a las 813 actuales, según estadísticas de la empresa de servicios petroleros Baker Hughes. Debido a que el precio del petróleo disminuyó a menos de la mitad desde 2014, la producción para muchas empresas dejó de ser rentable.
La industria estadounidense carga con parte de la responsabilidad en esta caída de los precios. En los años anteriores, Estados Unidos amplió fuertemente la producción con la técnica del “fracking”, o fractura hidráulica, que se utiliza para extraer crudo del subsuelo con mecanismos de agua a presión y químicos. A causa de que tampoco otros grandes estados petroleros, como Arabia Saudí redujeron su oferta, la economía mundial nada en petróleo barato para el que no hay suficiente demanda. Por eso los precios se desplomaron.
Casi todas las empresas del sector se ven profundamente afectadas, como se pudo observar en los últimos resultados trimestrales. Gigantes del sector como Exxon, Chevron o Shell tuvieron que registrar considerables reducciones en sus ganancias. Los mayores prestadores de servicios de la industria petrolera como las compañías Halliburton y Baker Hugges, a punto de fusionarse, o Schlumberger, anunciaron el recorte de miles de puestos de trabajo.
La mayoría de los analistas del sector no espera que los precios suban pronto. La Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió hace poco que se producirán nuevas caídas en los precios del petróleo debido a la alta producción que persiste en la industria de Estados Unidos.
Según datos recientes del Departamento de Energía, las reservas estadounidenses de crudo alcanzan la cifra récord de 466,7 millones de barriles. Muchas expertos cuentan con que la crisis en el mercado petrolero continúe durante este año. En tanto, un portavoz de la casa de subastas Ritchie Brothers aseguró que aún no se produjo una venta dramática de maquinaria. Pero, de todas maneras, los cazadores de ofertas como Kluver están felices. Están convencidos de que más temprano que tarde la industria petrolera se recuperará y ellos estarán preparados. “Ya volverá”, aseguró Kluver.
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