11 Enero 2004
AJENA AL PASO DEL TIEMPO. Un clásico del modelaje en Argentina, la belleza de Carmen Yazalde es inmune a las modas pasajeras.
No todas las modelos pueden darse el lujo de seguir desfilando a los 53 años. La portuguesa Carmen Yazalde es uno de los más brillantes ejemplos de que la belleza y la salud pueden mantener a una persona en estado pleno. Ella, hasta hoy, sigue modelando y, además, conduce un programa de cable semanal.
Ayer, en una entrevista con LA GACETA, la modelo que llegó a la Argentina hace casi treinta años "por amor" (se enamoró del futbolista Héctor Yazalde, y se quedó en este país al que hizo suyo) habló de su carrera y de las nuevas modelos, mientras se arreglaba para participar de un desfile, que se realizó anoche en la villa veraniega de San Pedro de Colalao.
-¿Visita seguido el interior para participar de desfiles?
-Hace 25 años que desfilo en este país y me doy el gusto de decir, con todo respeto, que conozco la Argentina más que cualquier otra modelo nacida aquí. Por eso me considero argentina. En el norte trabajo mucho. Vengo seguido a desfilar.
-¿Cómo ve a las nuevas modelos que empiezan tan jóvenes?
-Lo que me llama la atención es que ahora las modelos que miden menos de 1,75 m, son tomadas como publicitarias. Nicole Neumann y Pampita (Ardohain), por ejemplo, que son chicas hermosísimas, no pueden modelar alta costura. Pero están porque son figuras conocidas y queridas. Las chicas de 15 o 18 años que recién comienzan y miden 1,80 son bellísimas, aunque les falta profesionalismo. Pero eso se aprende. Esta juventud es diferente a la de mi generación.
-¿Qué diferencias hay respecto de cuando usted empezó a modelar?
-Hay muchísimos cambios. Yo comencé a trabajar de grande. Justo llegaba de Portugal y se me abría una puerta en la Argentina. Me casé con un jugador de fútbol -Héctor Yazalde-. Luego, conocí a Teté Coustarot y a otras chicas. Formamos un grupo de modelos y contactábamos a las casas de moda para hacer desfiles. En esa época no había agencias; entonces nos organizábamos solas y éramos siempre las mismas modelos. Ahora hay millones de chicas, gracias al progreso que significaron las agencias de modelos.
-¿Qué proyectos tiene por delante?
-Ahora tengo un programa de cable, "Salud y belleza", en el que trato mucho cuestiones relativas a estética.
En marzo vuelvo con otro proyecto televisivo en cable. Mientras tanto, por ahora, tengo desfiles programados durante todo el verano por la costa de la Argentina.
Ayer, en una entrevista con LA GACETA, la modelo que llegó a la Argentina hace casi treinta años "por amor" (se enamoró del futbolista Héctor Yazalde, y se quedó en este país al que hizo suyo) habló de su carrera y de las nuevas modelos, mientras se arreglaba para participar de un desfile, que se realizó anoche en la villa veraniega de San Pedro de Colalao.
-¿Visita seguido el interior para participar de desfiles?
-Hace 25 años que desfilo en este país y me doy el gusto de decir, con todo respeto, que conozco la Argentina más que cualquier otra modelo nacida aquí. Por eso me considero argentina. En el norte trabajo mucho. Vengo seguido a desfilar.
-¿Cómo ve a las nuevas modelos que empiezan tan jóvenes?
-Lo que me llama la atención es que ahora las modelos que miden menos de 1,75 m, son tomadas como publicitarias. Nicole Neumann y Pampita (Ardohain), por ejemplo, que son chicas hermosísimas, no pueden modelar alta costura. Pero están porque son figuras conocidas y queridas. Las chicas de 15 o 18 años que recién comienzan y miden 1,80 son bellísimas, aunque les falta profesionalismo. Pero eso se aprende. Esta juventud es diferente a la de mi generación.
-¿Qué diferencias hay respecto de cuando usted empezó a modelar?
-Hay muchísimos cambios. Yo comencé a trabajar de grande. Justo llegaba de Portugal y se me abría una puerta en la Argentina. Me casé con un jugador de fútbol -Héctor Yazalde-. Luego, conocí a Teté Coustarot y a otras chicas. Formamos un grupo de modelos y contactábamos a las casas de moda para hacer desfiles. En esa época no había agencias; entonces nos organizábamos solas y éramos siempre las mismas modelos. Ahora hay millones de chicas, gracias al progreso que significaron las agencias de modelos.
-¿Qué proyectos tiene por delante?
-Ahora tengo un programa de cable, "Salud y belleza", en el que trato mucho cuestiones relativas a estética.
En marzo vuelvo con otro proyecto televisivo en cable. Mientras tanto, por ahora, tengo desfiles programados durante todo el verano por la costa de la Argentina.
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