09 Abril 2015
BUENOS AIRES.- Los productores de trigo y maíz que rodean a la zona núcleo agrícola van a cerrar 2015 con “pérdida de dinero” en sus balances como consecuencia de la situación que ofrece el precio internacional de los granos, las trabas a la exportación y la fuerte presión impositiva, según admitieron hoy analistas y productores.
“Este año, en la zona núcleo entre el flete y los gastos comerciales se llevan casi el 50% del precio que recibe el productor por su maíz colocado en Rosario, ya que cobra unos $ 920 por tonelada y al productor le quedan en el bolsillo unos $ 500”, explicó Santiago del Solar, miembro CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola) y productor del oeste bonaerense. Según Del Solar, “esto saca de carrera al maíz: con un rinde de 100 quintales por hectárea, hoy no se gana plata, lo que representa una paradoja, ya que es un éxito agronómico y un fracaso económico”. También Miguel Boggiano, docente de la Universidad de San Andrés y directivo de Carta Financiera LLC, explicó que la situación mundial de precios, principalmente en trigo y maíz, hace que el productor fuera de la zona núcleo, es decir sur de Santa Fe y norte bonaerense, lo llevará a que “pierda dinero en 2015”.
Por ello, Boggiano consideró que resulta “descabellado” que en estas condiciones la producción granaria pague retenciones por su comercialización al exterior ya que es una “actividad que da pérdida”.
Según el especialista, por cada 2.000 hectáreas producidas con granos en localidades bonaerenses como Trenque Lauquen, Pehuajó o Carlos Casares, sin incluir impuestos ni retenciones, se obtendría un resultado negativo de U$S 121 por hectárea por el impacto que tiene el cultivo de trigo y maíz, no así en el caso de la soja y del girasol.
Según el informe de Boggiano, esta situación de quebranto se registra en el segundo y tercer cordón que rodea a la zona núcleo, donde refirió que “este año pierde dinero”. “En aún peores condiciones -dijo- se encuentran el tercer cordón, conformado por el sur de Córdoba, este y noreste de La Pampa, y el cuarto cordón, norte de Santa Fe, este de Santiago del Estero, sur de Tucumán, sur de Salta y este de Chaco”.
Boggiano refirió así que “de los cerca de 70.000 productores existentes, cerca del 1% tendrá un año positivo: esta es una pésima noticia para un país que es masivamente dependiente de los recursos del campo”.
Por su parte, Del Solar afirmó que para aquel que sembró trigo “el problema es la imposibilidad de venderlo: la rentabilidad del trigo es negativa en la inmensa mayoría de los casos”. Para el caso de la soja, Del Solar consideró que “con la presión impositiva actual, donde por cada $ 100 que obtiene el producción sojero, 80% es impuesto, llevará a cambiar el mapa agrícola que teníamos hace cuatro o cinco años”. (DyN)
“Este año, en la zona núcleo entre el flete y los gastos comerciales se llevan casi el 50% del precio que recibe el productor por su maíz colocado en Rosario, ya que cobra unos $ 920 por tonelada y al productor le quedan en el bolsillo unos $ 500”, explicó Santiago del Solar, miembro CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola) y productor del oeste bonaerense. Según Del Solar, “esto saca de carrera al maíz: con un rinde de 100 quintales por hectárea, hoy no se gana plata, lo que representa una paradoja, ya que es un éxito agronómico y un fracaso económico”. También Miguel Boggiano, docente de la Universidad de San Andrés y directivo de Carta Financiera LLC, explicó que la situación mundial de precios, principalmente en trigo y maíz, hace que el productor fuera de la zona núcleo, es decir sur de Santa Fe y norte bonaerense, lo llevará a que “pierda dinero en 2015”.
Por ello, Boggiano consideró que resulta “descabellado” que en estas condiciones la producción granaria pague retenciones por su comercialización al exterior ya que es una “actividad que da pérdida”.
Según el especialista, por cada 2.000 hectáreas producidas con granos en localidades bonaerenses como Trenque Lauquen, Pehuajó o Carlos Casares, sin incluir impuestos ni retenciones, se obtendría un resultado negativo de U$S 121 por hectárea por el impacto que tiene el cultivo de trigo y maíz, no así en el caso de la soja y del girasol.
Según el informe de Boggiano, esta situación de quebranto se registra en el segundo y tercer cordón que rodea a la zona núcleo, donde refirió que “este año pierde dinero”. “En aún peores condiciones -dijo- se encuentran el tercer cordón, conformado por el sur de Córdoba, este y noreste de La Pampa, y el cuarto cordón, norte de Santa Fe, este de Santiago del Estero, sur de Tucumán, sur de Salta y este de Chaco”.
Boggiano refirió así que “de los cerca de 70.000 productores existentes, cerca del 1% tendrá un año positivo: esta es una pésima noticia para un país que es masivamente dependiente de los recursos del campo”.
Por su parte, Del Solar afirmó que para aquel que sembró trigo “el problema es la imposibilidad de venderlo: la rentabilidad del trigo es negativa en la inmensa mayoría de los casos”. Para el caso de la soja, Del Solar consideró que “con la presión impositiva actual, donde por cada $ 100 que obtiene el producción sojero, 80% es impuesto, llevará a cambiar el mapa agrícola que teníamos hace cuatro o cinco años”. (DyN)
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