09 Abril 2015
SIEMPRE LISTO. Bossio es jugador que más participaciones tiene en el plantel. la gaceta fotos de diego aráoz - Analia Jaramillo(archivo)
Las sociedades del fútbol funcionan como sub equipos dentro del que conforman 11 jugadores. Dan creación a las mejores ideas, a aquellas que acercan al objetivo: el arco enemigo. Lucas Bossio y Maximiliano Rodríguez, por ejemplo, conformaron su propia empresa ante Gimnasia y Tiro en Salta. “Cuando empezamos a manejar un poco más la pelota en el complemento, iniciamos la jugada del gol de Chacana con unos pases al medio”, aclara Bossio, el 5 de San Martín que se estrenó en dupla con “Maxi” (que ese día cargó la 10).
Sin embargo, antes ver los réditos, ambos caciques del centro del campo tuvieron que pasar por situaciones disímiles en su estadía en La Ciudadela: antes que dupla fueron el agua y el aceite porque el destino así lo quiso. “Maxi” llegó a San Martín en 2013, a probarse cuando al equipo aún lo dirigía Carlos Roldán. Pasó las evaluaciones y debutó el 1 de septiembre (en la tercera fecha del Argentino A 2013/14, cuando el equipo le ganó a Chaco For Ever). A partir de allí jugó 11 partidos de titular (en otros dos entró desde el banco) hasta que se rompió los ligamentos el 23 de marzo de 2014.
En cambio, Bossio llegó bajo el ala de Osvaldo Bernasconi, para jugar todos los partidos del “santo” en el Federal A 2014 (fue titular en los 14), mientras “Maxi” seguía su eterna recuperación y se perdía el torneo.
“Fuimos una mezcla rara que por suerte funcionó. Estoy muy contento por habernos adaptado rápido. Yo venía sin hacer fútbol después de mucho tiempo y él jugaba siempre, entonces quería estar a la altura de la situación y de lo que pedía el cuerpo técnico”, cuenta el famaillense, reaparecido en las canchas ante el “albo”.
Confianza es la palabra clave en esta especie de alta sociedad que ahora conforman Bossio y Rodríguez. Luego de estrenarse en Salta mantienen a todos ilusionados. Ellos están igual: “me sentí muy bien con él al lado. No se notó que venía de un tiempo sin jugar”, dijo Lucas. “Y yo me sentí bárbaro. Cómodo, muy a gusto y con mucha confianza de él hacia mí. Eso me generó tranquilidad”, confirmó “Maxi”, con la esperanza de que las devoluciones continúen dentro de la cancha.
Sin embargo, antes ver los réditos, ambos caciques del centro del campo tuvieron que pasar por situaciones disímiles en su estadía en La Ciudadela: antes que dupla fueron el agua y el aceite porque el destino así lo quiso. “Maxi” llegó a San Martín en 2013, a probarse cuando al equipo aún lo dirigía Carlos Roldán. Pasó las evaluaciones y debutó el 1 de septiembre (en la tercera fecha del Argentino A 2013/14, cuando el equipo le ganó a Chaco For Ever). A partir de allí jugó 11 partidos de titular (en otros dos entró desde el banco) hasta que se rompió los ligamentos el 23 de marzo de 2014.
En cambio, Bossio llegó bajo el ala de Osvaldo Bernasconi, para jugar todos los partidos del “santo” en el Federal A 2014 (fue titular en los 14), mientras “Maxi” seguía su eterna recuperación y se perdía el torneo.
“Fuimos una mezcla rara que por suerte funcionó. Estoy muy contento por habernos adaptado rápido. Yo venía sin hacer fútbol después de mucho tiempo y él jugaba siempre, entonces quería estar a la altura de la situación y de lo que pedía el cuerpo técnico”, cuenta el famaillense, reaparecido en las canchas ante el “albo”.
Confianza es la palabra clave en esta especie de alta sociedad que ahora conforman Bossio y Rodríguez. Luego de estrenarse en Salta mantienen a todos ilusionados. Ellos están igual: “me sentí muy bien con él al lado. No se notó que venía de un tiempo sin jugar”, dijo Lucas. “Y yo me sentí bárbaro. Cómodo, muy a gusto y con mucha confianza de él hacia mí. Eso me generó tranquilidad”, confirmó “Maxi”, con la esperanza de que las devoluciones continúen dentro de la cancha.
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