04 Abril 2015
POR LA PAZ. Cientos de personas se volcaron a las calles para decir "basta". REUTERS
RIO DE JANEIRO, Brasil.- Los habitantes del Complexo do Alemao, un conjunto de favelas en la zona norte de Río de Janeiro, protestaron por segundo día consecutivo contra la violencia policial que dejó un saldo de cuatro personas muertas, entre ellas un niño de 10 años, y la propia Policía Militarizada confiscó las armas de los agentes que participaron del operativo para precisar si de ellas partieron los disparos mortales.
A diferencia de lo ocurrido ayer Viernes Santo, cuando la Policía Militarizada de la segunda ciudad brasileña dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos para desbloquear el acceso de vehículos al complejo, los vecinos del lugar realizaron hoy la llamada "Marcha de la paz" en memoria del menor Eduardo de Jesús Ferreria.
La muerte del menor, de una ama de casa que estaba dentro de su vivienda y de dos jóvenes, ocurridas entre el jueves y viernes en el Complexo do Alemão, desencadenó una serie de protestas y críticas por la intervención policial en ese conjunto de favelas, informó Télam.
El gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, lamentó las pérdidas humanas, pero reiteró el mantenimiento de la presencia policial en el lugar para evitar el control de esas humildes barriadas por narcotraficanes.
La propia presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en una nota oficial se solidarizó con las familias de las víctimas, particularmente con la del niño, y anunció que las autoridades pondrán todo el empeño para "esclarecer" los crímenes y "castigar" a los culpables.
Otras tres personas resultaron heridas durante la acción policial contra el tráfico de drogas y la delincuencia organizada.
Los responsables del operativo policial indicaron que fueron recibidos a tiros por traficantes de drogas de la favela, mientras que algunos testigos de las muertes, como la del niño, aseguran que los agentes entraron en la comunidad ya disparando.
El complejo de favelas de Alemão reúne 15 comunidades y en él habitan unas 70.000 personas.
En este conjunto de barriadas pobres se instalaron varias Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en 2010, cuando las favelas fueron ocupadas por las autoridades en una operación apoyada por el Ejército y destinada a expulsar a los narcotraficantes que las controlaban.
Desde la instalación permanente de las UPP en diferentes favelas, los índices de criminalidad han caído significativamente, pero los cuarteles policiales se han convertido en blanco de ataques de narcotraficantes que, según fuentes oficiales, intentan recuperar sus puestos de venta.
A diferencia de lo ocurrido ayer Viernes Santo, cuando la Policía Militarizada de la segunda ciudad brasileña dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos para desbloquear el acceso de vehículos al complejo, los vecinos del lugar realizaron hoy la llamada "Marcha de la paz" en memoria del menor Eduardo de Jesús Ferreria.
La muerte del menor, de una ama de casa que estaba dentro de su vivienda y de dos jóvenes, ocurridas entre el jueves y viernes en el Complexo do Alemão, desencadenó una serie de protestas y críticas por la intervención policial en ese conjunto de favelas, informó Télam.
El gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, lamentó las pérdidas humanas, pero reiteró el mantenimiento de la presencia policial en el lugar para evitar el control de esas humildes barriadas por narcotraficanes.
La propia presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en una nota oficial se solidarizó con las familias de las víctimas, particularmente con la del niño, y anunció que las autoridades pondrán todo el empeño para "esclarecer" los crímenes y "castigar" a los culpables.
Otras tres personas resultaron heridas durante la acción policial contra el tráfico de drogas y la delincuencia organizada.
Los responsables del operativo policial indicaron que fueron recibidos a tiros por traficantes de drogas de la favela, mientras que algunos testigos de las muertes, como la del niño, aseguran que los agentes entraron en la comunidad ya disparando.
El complejo de favelas de Alemão reúne 15 comunidades y en él habitan unas 70.000 personas.
En este conjunto de barriadas pobres se instalaron varias Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en 2010, cuando las favelas fueron ocupadas por las autoridades en una operación apoyada por el Ejército y destinada a expulsar a los narcotraficantes que las controlaban.
Desde la instalación permanente de las UPP en diferentes favelas, los índices de criminalidad han caído significativamente, pero los cuarteles policiales se han convertido en blanco de ataques de narcotraficantes que, según fuentes oficiales, intentan recuperar sus puestos de venta.