MALVINAS (I)
En abril de 1982 recuperamos las Malvinas con una operación en la que las únicas ilustres víctimas fueron soldados argentinos, tal fue el afán con el que se procuró no producirles daño a los usurpadores. Después de más de 182 años de despojo, de varios pronunciamientos de las Naciones Unidas en contra de la ocupación colonial, y en medio de circunstancias que hacían imperioso no demorar la recuperación, las Fuerzas Armadas se instalaron allá. De inmediato se establecieron negociaciones buscando un acuerdo satisfactorio sin apelar a la fuerza. Se habló de un gobierno tripartito, argentino e inglés con los norteamericanos como veedores: de una administración mitad argentina y mitad anglokelper. La Argentina rechaza estas posibilidades con el lógico argumento de que la soberanía no se negocia, pero manteniendo el diálogo abierto a la búsqueda de la solución pacífica. El secretario de Estado norteamericano, Haig, viene, viaja a Londres, vuelve, y la solución aceptable no aparece. El 23 de abril el ministro inglés, Pym, dice que aunque nada pueda anunciarse se registran progresos hacía una salida encaminada a evitar la guerra. El 24, nuestro ministro, Nicanor Costa Méndez, viaja a los EEUU para participar en una reunión de la Organización de los Estados Americanos. El 25 de abril, los ingleses atacan nuestro submarino estacionado en la superficie en las Georgias, y cañonean la escasa guarnición. Es la guerra. Avanza la flota británica y a través de la diplomacia suiza nos hace saber que cualquier buque o avión que se le aproxime “recibirá la respuesta adecuada”. Responde la Junta declarando que defenderá de la manera que lo considere más conveniente los supremos intereses de la nación. Se disipa el optimismo de mantener la paz. Y el 26 de abril de 1982 se reúnen en Nueva York los cancilleres de las 21 naciones americanas. Costa Méndez explica la situación y pide una respuesta “clara e inmediata”. El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca establece que toda América apoyará a un país americano atacado por una potencia extracontinental. Gran Bretaña nos ataca y la Comunidad Europea ha dispuesto un aislamiento económico en contra de nosotros. “Traíamos propuestas de paz; antes de comenzar nos han contestado con la guerra”. Los cancilleres aplauden de pie su exposición. Bastarían 14 votos contra siete para decidir la ayuda americana, pero superamos la cantidad: hay 17 votos por el reconocimiento de nuestra soberanía en las Malvinas y la cesación del ataque inglés, y sólo cuatro abstenciones: Chile, Colombia, EEUU y Trinidad. Nicaragua ofrece su apoyo a cualquier medida que tomemos en nuestra defensa. Ecuador especialmente reconoce nuestro derecho a la heredad territorial. Perú propone mediar haciendo intervenir a la ONU. Brasil se ofrece para burlar el bloqueo europeo; los panameños hacen fiestas populares apoyándonos. Pero no todos acatan los tratados internacionales. EEUU anuncia que en caso de llegarse a la guerra participarán en contra de nosotros. El panamericanismo queda reducido a una ilusión.
Jorge Lobo Aragón
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MALVINAS (II)
Un nuevo aniversario del desembarco del 2 de abril de 1982, nos revela la necesidad de hacer conocer a las nuevas generaciones que la historia de nuestras Islas Malvinas no se reduce a la rapiña inglesa de 1833, y a la guerra del Atlántico Sur por recuperarlas, en 1982. Tan dilatado conflicto en cuya solución todos los argentinos debemos pensar, obligadamente carga sobre nosotros conocer períodos más felices y pacíficos, que los hubo, entre los isleños y los argentinos continentales. Veamos uno. En 1884 fue designado gobernador de Santa Cruz el marino Carlos María Moyano, nacido en Mendoza el 4 de noviembre de 1854, y fallecido en Buenos el 7 de octubre de 1910. Durante su mandato, Moyano visitó las islas, donde compraba ovejas de raza y carbón mineral. Pero no sólo eso hacía. Visitaba al gobernador inglés de estas, y de tales visitas resultó enamorado primero, novio un año entero y marido después de la sobrina del funcionario colonial. Ella se llamaba Ethel Turner. Podemos deducir que las relaciones entre la Argentina insular ocupada y el resto de la Argentina había cordiales relaciones. Es de pensar que durante el noviazgo, Moyano visitó una docena de veces a su prometida y de ello podemos inferir que había algún servicio estable de navegación. Algo más podemos deducir. No es de creer que Moyano haya sido el único pasajero. Hoy la visita de un gobernador patagónico a las islas, y una relación tan cordial con su colega colonial sería un suceso de grandes titulares. Y este período no es el único. En febrero de 1971 nuestra Cancillería recibió un pedido por parte de la Embajada de Gran Bretaña. Solicitaba que se enviara un avión a las islas para trasladar a Comodoro Rivadavia al malvinense Matew Connan, gravemente enfermo. De esta forma aquel connacional nuestro salvó su vida. A partir de aquel acto, muchos otros acercaron a los isleños con los argentinos continentales. En víspera de la guerra había vuelos semanales entre las islas y Comodoro. Había niños malvinenses estudiando en Buenos Aires. YPF tenía una planta de combustibles allí. Un aeropuerto fue construido por la Fuerza Aérea Argentina. Había un flujo de pasajeros, correspondencia, mercaderías, etcétera, que funcionaba con toda normalidad. LADE, la línea aérea, tenía su oficina en Stanley. En la puerta de ella, todas las mañanas se colocaba una bandera argentina. Llegaban revistas argentinas. Pero todo eso cesó con la guerra. ¿No es deseable volver a tener aquel trato con los isleños? ¿No es deseable tener al menos una relación de buena vecindad? En estos momentos que estoy escribiendo esta carta un grupo de tucumanas está tratando de proyectar un viaje de estudios a las islas. Puedo asegurar con conocimiento de causa que serán bienvenidas. Y que esa visita hará por el futuro del problema mucho más, que las declaraciones de nuestra embajada en Londres. Hay caminos más efectivos que pintar paredes con la leyenda “Las Malvinas son argentinas” aquí o “Keep the Falklands British” en Stanley. Es el diálogo. Para ello lo primero, desde el punto de vista práctico, sería volver a tener vuelos entre Comodoro y las islas. Pero no de grandes aviones de línea y una vez por semana. Aviones medianos y diarios. Quizás me estoy anticipando mucho. Pero ese día llegará e intuyo que antes de lo que suponemos. Estamos en vísperas de cambios.
Tulio Santiago Ottonello
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SIN TELÉFONO DESDE 2011
El 31 de mayo de 2011 (expediente N° 130557514), solicité a Telecom el traslado de mi línea telefónica N° 4272581 a mi actual domicilio; fijaron un plazo de entre 30 y 40 días para el traslado. Cumplido el plazo, reiteré mi pedido y la respuesta fue la misma. Ante la necesidad de tener un teléfono opté por un aparato inalámbrico de otra empresa. En mayo de 2014, solicité nuevamente la instalación del teléfono de referencia y me ofrecieron un aparato inalámbrico que rechacé por tener uno igual. Insistí con el teléfono de línea. Me pidieron realizar un depósito de $181,50 y esperar 30 o 40 días para la instalación. Una semana después fueron a mi domicilio con un aparato inalámbrico que volví a rechazar. Cuando fui a preguntar, me dijeron que no había línea en la zona. ¿Por qué me hicieron depositar el dinero si no había línea? El 23/9/14 planteé esta situación por nota en la Comisión Nacional de Comunicaciones. El 5/11/14, me respondieron que habían intimado a Telecom para que en 10 días remitiera a ese organismo la documentación de la instalación del teléfono, que hasta la fecha no se cumplió..
Andrés Antonio Gómez
Mzna. A, Casa 8, Barrio Vergara
San Miguel de Tucumán
TUCUMÁN
Les escribo desde Salta, con la simple finalidad de expresar que Tucumán es una de las mejores provincias que he tenido la posibilidad de conocer por la actividad laboral. Tiene un potencial enorme en sus paisajes, en el centro, en sus diferentes geografías. Estaría bueno que los próximos gobiernos tuvieran la capacidad de hacer de Tucumán una provincia más hermosa, que tuviera mayor turismo, capacidad de gestión para fortalecer todo aquello que el pueblo necesita, mayor empleo, mayor justicia social, distribución de la riqueza. Todo cambio lleva su proceso, pero no tengo dudas de que si se planificara todo en tiempo y forma será la provincia que alguna vez supo ser, tanto en el ámbito regional como nacional. Como algún psicólogo dijo alguna vez, lo importante es fortalecer las debilidades y potenciar las virtudes. Ojalá el mensaje les llegue con claridad y que Tucumán siga siendo “El Jardín de la República”.
Miguel Gómez
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SISTEMA CARCELARIO
Los recurrentes episodios de violencia, así como los motines que tienen lugar en las cárceles, reflejan el deterioro de la infraestructura y de las condiciones de vida a la que deben adaptarse los reclusos. La decadencia del sistema carcelario es una realidad, no todos los delincuentes están encarcelados por los mismos motivos, y tampoco son las mismas sus posibilidades de rehabilitación. Muchos prisioneros nunca llegan a tomar conciencia del ilícito cometido y del daño individual y colectivo que ocasionaron. Las estadísticas estipulan que en muchas cárceles latinoamericana hay hasta cuatro veces más población que la debida, con lo cual, las condiciones de hacinamiento son más que significativas y disparan todo tipo de conflictos entre los reos, un porcentaje importante de presos se encuentra en las sombras sin tener aún, una condena estipulada. Existen también individuos que son inocentes y que están presos por la falta de celeridad de la Justicia. Es necesario promulgar una ley que cree un nuevo Sistema Penitenciario Nacional; el Congreso debe promover la manera de integrar las normas y tratados internacionales para el tratamiento de las personas privadas de libertad, la implementación de todos los planes y programas de tratamiento penitenciario. En el viejo sistema penitenciario se dan condiciones para el tráfico de influencias, de bebidas alcohólicas, el consumo de drogas, no se permite que los enfermos por la drogodependencia tengan la oportunidad de rehabilitarse. No existe un plan estratégico entre las instituciones llamadas a enfrentar el problema, menos aun políticas del gobierno en materia penitenciaria, falencias que acarrearon, hasta hoy, graves consecuencias para el sistema. El proyecto debe definir las prioridades de la reforma, viabilizar la implementación y concretar los programas formativos para el personal penitenciario para desempeñarse en los centros de rehabilitación; deberán ser seleccionados mediante concurso público de oposición y que tengan cursado y aprobado los estudios secundarios. Los centros de rehabilitación deben transformar de manera radical las condiciones de vida de las personas privadas de libertad, disponer de una oferta educativa, laboral y productiva, así como de actividades espirituales y artísticas, que los centros de rehabilitación sean en realidad establecimientos de estudio y trabajo en un marco de respeto y disciplina. El proyecto de ley debe definir la obligación de las autoridades del nuevo sistema de informar a la persona al momento de su ingreso al centro, a través de un documento impreso en forma clara y sencilla sus derechos fundamentales y obligaciones, así como el régimen interior del establecimiento. A nuestra sociedad se le presenta la encrucijada de qué hacer con esas personas, que cometieron delitos, y están de nuevo en nuestras calles.
Julio Argentino Gómez
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ENCUESTA
Me hubiera gustado que la encuesta encargada por el ACyS no sólo enumerara los porcentajes del rechazo y aceptación a la actual gestión de gobierno sino también a quienes adherirían los encuestados en un futuro próximo. Deja la sensación, o así la percibo, de que un rechazo a Alperovich implica (según el encuestador desde luego) un síntoma de buena educación o un mejor aprovechamiento del intelecto. Como toda encuesta preelectoral acarrea la mala fama de las mezquindades propias de los intereses en juego, y a mi entender esta no escapa a la trampa del reduccionismo. Hacer conclusiones temerarias del tenor que la gente lo votó a Alperovich porque no fue más allá del nivel primario en la educación es cuanto menos un agravio. Que la gente elija siempre conlleva un interés, llámese con el tono ofensivo que se quiera, ya sea bolsonero o prebendario, el soberano identifica al enemigo político en términos a que con sus acciones u omisiones hará o no que sus hijos se eduquen y desarrollen. En contraposición, impulsa a pensar que un ciudadano de elevado nivel educativo debería elegir la “supuesta” contracara del alperovichismo (sigo la lógica del encuestador) o sea a Cano, ergo a Macri. Me quedo con mi primario incompleto. .
Adolfo Agüero
ENCUESTA II
Este domingo leí una encuesta telefónica publicada bajo el título “Los sondeos anticipan comicios polarizados”, realizada por la encuestadora Poliarquía. Cuán grande fue mi sorpresa al leer la ficha técnica de dicha encuesta, dentro de la misma no especifica si el sondeo es probabilístico o no probabilístico; deduzco que el mismo es no probabilístico, lo cual hace que en este tipo de sondeo el nivel de confianza y el error muestral sean muy difíciles de determinar. Una diferencia fundamental entre el muestreo probabilístico y el no probabilístico, es la selección de la muestra y con ello su representatividad. En el muestreo probabilístico se habla de una selección aleatoria de la muestra en el que cada elemento de la población tiene una probabilidad conocida no nula de ser seleccionado, con lo cual cada elemento de la muestra represente a un sector de la población y su totalidad a toda la población. La selección se puede hacer mediante un proceso en el cual azar tiene que ser la herramienta determinante, tendría que ser algo mecánico similar al de una lotería, aunque es difícil manejar una lotería imparcial su equivalente práctico es la selección en las denominadas tablas de números aleatorios. En el muestreo no probabilístico las muestras no son aleatorias -de ahí que con frecuencia se diga que no son representativas- sino de tipo casual o fortuito. En el caso de la encuesta, el nivel de confianza es del 95,5% y (+ o -) 3, 15 de error muestral. ¿Esto es representativo para la provincia de Tucumán? Creo que lo sería sólo si la totalidad de hogares de Tucumán tuvieran teléfono (algo muy poco probable). Si esto fuera así la información publicada sería totalmente correcta..
Juan Luis Carbajal
FUENTE
Es una pena que la fuente de la plaza Los Decididos sólo haya funcionado pocas semanas. ¿Sucederá lo mismo con las que instalarán en la plaza San Martín?
Genoveva L. Robles
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