02 Abril 2015
“¿Aplaudimos?”. La pregunta del ministro de Salud, Pablo Yedlin, tuvo como respuesta un aluvión de palmadas, abrazos y cánticos de los miembros del Sitas, el gremio de los autoconvocados que encabeza Adriana Bueno y que suelen ser el más combativo de las negociaciones. Sucedió segundos después de que sellaran el acuerdo salarial para este año. Los festejos siguieron, por separado, con los sindicatos de ATSA (Reneé Ramírez), Sumar (Noemí Díaz), AME (José Luis Allori), ATE y UPCN (Domingo Baigorria), que representan a diferentes estamentos.
El convenio es complejo y amplio, pero se basa en tres puntos clave: una suba al básico del 30%; un piso salarial de $8.600 (categorías más bajas) y $13.600 (para las más altas) y la suba del ítem “aporte solidario” de entre el 12 % y el 15%.
Yedlin detalló que los beneficios serán acreditados en dos cuotas (desiguales), con el sueldo de marzo y con el de agosto. La primera será mediante planilla complementaria. “La salud vivió momentos crueles estos años, con compromiso de atención. Gracias a la calidad de los dirigentes, encontramos un camino que nos llevó al diálogo y solución y las mejores respuestas”, sostuvo.
Todos los sindicatos recalcaron el impacto que tendrá el “aporte social”, dado que es como una especie de “básico” que es proporcional a la antigüedad y a la capacitación del empleado. Los niveles A y B recibirán el 12% y el C, en el que se encuentran las enfermeras, el 15%. Habrá por otro lado, complementos no remunerativos ni bonificables para que todos los empleados puedan llegar al piso ($8.600) y a un aumento de bolsillo de $2.600 desde agosto.
Por otro lado, se elevará a $546 (es de $420) desde junio el ítem de “mala praxis” que perciben los profesionales.
Los empleados del Siprosa (Sistema Provincial de Salud) suman 17.000. Los cargos, sin embargo, ascienden a más de 19.000 porque, de acuerdo subrayó Yedlin, hay agentes que ejercen dos.
Este es el cuarto año que las tratativas no derivan en conflictos en el área de salud. En el último año de la gestión alperovichista, los trabajadores del estado percibirán subas que rondarán el 30%.
El convenio es complejo y amplio, pero se basa en tres puntos clave: una suba al básico del 30%; un piso salarial de $8.600 (categorías más bajas) y $13.600 (para las más altas) y la suba del ítem “aporte solidario” de entre el 12 % y el 15%.
Yedlin detalló que los beneficios serán acreditados en dos cuotas (desiguales), con el sueldo de marzo y con el de agosto. La primera será mediante planilla complementaria. “La salud vivió momentos crueles estos años, con compromiso de atención. Gracias a la calidad de los dirigentes, encontramos un camino que nos llevó al diálogo y solución y las mejores respuestas”, sostuvo.
Todos los sindicatos recalcaron el impacto que tendrá el “aporte social”, dado que es como una especie de “básico” que es proporcional a la antigüedad y a la capacitación del empleado. Los niveles A y B recibirán el 12% y el C, en el que se encuentran las enfermeras, el 15%. Habrá por otro lado, complementos no remunerativos ni bonificables para que todos los empleados puedan llegar al piso ($8.600) y a un aumento de bolsillo de $2.600 desde agosto.
Por otro lado, se elevará a $546 (es de $420) desde junio el ítem de “mala praxis” que perciben los profesionales.
Los empleados del Siprosa (Sistema Provincial de Salud) suman 17.000. Los cargos, sin embargo, ascienden a más de 19.000 porque, de acuerdo subrayó Yedlin, hay agentes que ejercen dos.
Este es el cuarto año que las tratativas no derivan en conflictos en el área de salud. En el último año de la gestión alperovichista, los trabajadores del estado percibirán subas que rondarán el 30%.
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