01 Abril 2015
AFLIGIDOS. La familia de Ángel Vélez dijo no conocer detalles de la pesquisa. la gaceta / foto de diego aráoz
El único aprehendido por el doble homicidio de los sargentos Alberto Antonio Valdez (51) y Ángel Ernesto Vélez (46), que fueron asesinados el lunes a la madrugada en Río Colorado, declaró ayer ante la fiscal Adriana Reinoso Cuello, a cargo de la Fiscalía de Instrucción de la VI° Nominación. Sin embargo esa indagatoria tuvo que suspenderse hasta que se defina quién será el abogado defensor que representará al sospechoso. A pesar de esto, según informaron fuentes vinculadas con la investigación, esta declaración continuará hoy.
Todavía no se pudo determinar cuál fue el móvil que derivó en la muerte de los oficiales pero, según transcendió, ya habría otros sospechosos del doble crimen. Anoche los policías aguardaban la autorización de Reinoso Cuello para avanzar con una serie de procedimientos para tratar de recabar pruebas útiles para la pesquisa.
Por otra parte, fuentes de la causa señalaron que la discordancia entre Reinoso Cuello y el fiscal Arnoldo Suasnábar, a cargo de la Fiscalía de Instrucción de la VII° Nominación, surgió por el horario en el que se habrían cometido estos asesinatos.
Al parecer, siempre de acuerdo con la versión de los investigadores, hay testigos que sostienen que la balacera mortal que causó la muerte de los oficiales ocurrió minutos antes de la medianoche del domingo. Sin embargo otras versiones testimoniales aducen que los crímenes se cometieron en los primeros minutos de la madrugada del lunes. Por este motivo, Suasnábar habría considerado que la investigación debía recaer en la Fiscalía VI° que estaba a cargo del turno saliente del fuero penal.
Una actividad habitual
En tanto los familiares de Ángel Ernesto Vélez explicaron ayer que era usual que la víctima saliera con Valdez a recorrer el pueblo.
“Él (por Vélez) no recibió ninguna llamada pero salió cuando Valdez lo vino a buscar. Lo único que dijo antes de salir de la casa es que iba a dar una vuelta. Pero todavía nadie nos informó nada sobre cómo avanza la investigación. No nos darán más información hasta que no se resuelva algo. Por eso sólo tenemos los dichos que surgen entre los vecinos. Valdez hacia un servicio adicional vigilando los negocios del pueblo y él lo ayudaba”, precisó Ricardo Vélez, primo de uno de los sargentos que fueron ultimados a la vera de la ruta 157.
En este sentido José Vélez, uno de los hijos de la víctima, agregó que su padre realizaba un servicio adicional en Simoca pero que siempre ayudaba a Valdez. “Cuando se fue de la casa dijo que iba a dar una vuelta hasta la ruta, pero no explicó qué era lo que iba a hacer. Era normal que salieran juntos. Ellos siempre respondían cuando los llamaban sean la una o dos de la madrugada y si tenían que traer a alguien a la comisaría lo hacían”, explicó el joven. Los dos policías, estaban de licencia esa noche. Pero eran conocidos como “los guardianes del pueblo” y siempre los llamaban por emergencias. Fuentes de la pesquisa indicaron que la llamada que recibió Valdez habría sido realizada por una mujer. Victoria Fernández y Nicolás Sarmiento, dos vecinos de las víctimas, añadieron en que esa llamada habría sido realizada por una de las policías que estaba de guardia esa noche en Río Colorado. “Acá el problema es que el 90% de los policías que quedan de guardia son mujeres. Por eso nos sentíamos contenidos por ellos”, explicaron.
Todavía no se pudo determinar cuál fue el móvil que derivó en la muerte de los oficiales pero, según transcendió, ya habría otros sospechosos del doble crimen. Anoche los policías aguardaban la autorización de Reinoso Cuello para avanzar con una serie de procedimientos para tratar de recabar pruebas útiles para la pesquisa.
Por otra parte, fuentes de la causa señalaron que la discordancia entre Reinoso Cuello y el fiscal Arnoldo Suasnábar, a cargo de la Fiscalía de Instrucción de la VII° Nominación, surgió por el horario en el que se habrían cometido estos asesinatos.
Al parecer, siempre de acuerdo con la versión de los investigadores, hay testigos que sostienen que la balacera mortal que causó la muerte de los oficiales ocurrió minutos antes de la medianoche del domingo. Sin embargo otras versiones testimoniales aducen que los crímenes se cometieron en los primeros minutos de la madrugada del lunes. Por este motivo, Suasnábar habría considerado que la investigación debía recaer en la Fiscalía VI° que estaba a cargo del turno saliente del fuero penal.
Una actividad habitual
En tanto los familiares de Ángel Ernesto Vélez explicaron ayer que era usual que la víctima saliera con Valdez a recorrer el pueblo.
“Él (por Vélez) no recibió ninguna llamada pero salió cuando Valdez lo vino a buscar. Lo único que dijo antes de salir de la casa es que iba a dar una vuelta. Pero todavía nadie nos informó nada sobre cómo avanza la investigación. No nos darán más información hasta que no se resuelva algo. Por eso sólo tenemos los dichos que surgen entre los vecinos. Valdez hacia un servicio adicional vigilando los negocios del pueblo y él lo ayudaba”, precisó Ricardo Vélez, primo de uno de los sargentos que fueron ultimados a la vera de la ruta 157.
En este sentido José Vélez, uno de los hijos de la víctima, agregó que su padre realizaba un servicio adicional en Simoca pero que siempre ayudaba a Valdez. “Cuando se fue de la casa dijo que iba a dar una vuelta hasta la ruta, pero no explicó qué era lo que iba a hacer. Era normal que salieran juntos. Ellos siempre respondían cuando los llamaban sean la una o dos de la madrugada y si tenían que traer a alguien a la comisaría lo hacían”, explicó el joven. Los dos policías, estaban de licencia esa noche. Pero eran conocidos como “los guardianes del pueblo” y siempre los llamaban por emergencias. Fuentes de la pesquisa indicaron que la llamada que recibió Valdez habría sido realizada por una mujer. Victoria Fernández y Nicolás Sarmiento, dos vecinos de las víctimas, añadieron en que esa llamada habría sido realizada por una de las policías que estaba de guardia esa noche en Río Colorado. “Acá el problema es que el 90% de los policías que quedan de guardia son mujeres. Por eso nos sentíamos contenidos por ellos”, explicaron.
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