01 Abril 2015
RECARGA. El viernes, algunos usuarios se “salvaron” con el saldo negativo. la gaceta / foto de franco vera
La caída en el sistema de recarga de las tarjetas Metropolitana y Ciudadana el viernes pasado, que pudo solucionarse recién el sábado, quebró la rutina de miles de tucumanos que viajan en ómnibus. Restablecido el servicio, quedó planteada la duda: si algo así vuelve a suceder, ¿qué solución inmediata se le ofrece al ciudadano? ¿Existe un “plan b” para garantizar el acceso de los usuarios al sistema de transporte público?
La Secretaría de Transporte de la Provincia, comandada por Benjamín Nieva, convocó para hoy a una reunión con las autoridades de Metropolitana SA (que maneja el servicio de colectivos interurbanos) para analizar una solución. “Conversé con el presidente de la empresa (el transportista Jorge Berreta); lo llamé a una reunión para ver alternativas que no afecten al usuario”, respondió Nieva ante la consulta de LA GACETA.
Al preguntársele acerca de cuál podría ser, a su criterio, una salida ante una contingencia como la de la semana pasada, el funcionario alperovichista respondió: “yo estoy a favor de lo que más favorezca a los usuarios, ellos no tienen la culpa de los problemas de la caída del sistema”. En tanto, el subsecretario de Transporte de la Municipalidad, Juan Esteban Giovanello, dijo que, para no quedarse sin viajar, el usuario puede comprar la tarjeta descartable, o dirigirse a los centros de recarga de autogestión en 25 de mayo 22 y en la ex Quinta Agronómica; o usar el saldo negativo, si lo tuviera disponible.
La falla que dejó a miles de usuarios sin poder recargar dinero durante el viernes, en el horario pico del mediodía, se debió a que el sistema estaba siendo actualizado cuando comenzaron a llegar demasiadas solicitudes de saldo desde los posnets ubicados en las bocas de recarga, explicó el lunes Jesús Moya, representante de ATOS, la empresa que provee el servicio informático de cobro por tarjeta magnética. En la mayoría de los casos relevados por este diario, para poder subir al ómnibus, los usuarios tuvieron que pedir tarjetas prestadas a otros pasajeros. Sin embargo, ciertas líneas exigen (sin que exista reglamentación al respecto) que cada usuario pague con su propio plástico.
“Era una actualización necesaria, vinculada a la compatibilidad entre las tarjetas Ciudadana y Metropolitana. Más que una caída, lo que hubo fue una demora por el gran flujo de datos que se estaba transmitiendo”, explicó el representante de la empresa. Sin embargo, los usuarios directamente no pudieron realizar recargas.
La Secretaría de Transporte de la Provincia, comandada por Benjamín Nieva, convocó para hoy a una reunión con las autoridades de Metropolitana SA (que maneja el servicio de colectivos interurbanos) para analizar una solución. “Conversé con el presidente de la empresa (el transportista Jorge Berreta); lo llamé a una reunión para ver alternativas que no afecten al usuario”, respondió Nieva ante la consulta de LA GACETA.
Al preguntársele acerca de cuál podría ser, a su criterio, una salida ante una contingencia como la de la semana pasada, el funcionario alperovichista respondió: “yo estoy a favor de lo que más favorezca a los usuarios, ellos no tienen la culpa de los problemas de la caída del sistema”. En tanto, el subsecretario de Transporte de la Municipalidad, Juan Esteban Giovanello, dijo que, para no quedarse sin viajar, el usuario puede comprar la tarjeta descartable, o dirigirse a los centros de recarga de autogestión en 25 de mayo 22 y en la ex Quinta Agronómica; o usar el saldo negativo, si lo tuviera disponible.
La falla que dejó a miles de usuarios sin poder recargar dinero durante el viernes, en el horario pico del mediodía, se debió a que el sistema estaba siendo actualizado cuando comenzaron a llegar demasiadas solicitudes de saldo desde los posnets ubicados en las bocas de recarga, explicó el lunes Jesús Moya, representante de ATOS, la empresa que provee el servicio informático de cobro por tarjeta magnética. En la mayoría de los casos relevados por este diario, para poder subir al ómnibus, los usuarios tuvieron que pedir tarjetas prestadas a otros pasajeros. Sin embargo, ciertas líneas exigen (sin que exista reglamentación al respecto) que cada usuario pague con su propio plástico.
“Era una actualización necesaria, vinculada a la compatibilidad entre las tarjetas Ciudadana y Metropolitana. Más que una caída, lo que hubo fue una demora por el gran flujo de datos que se estaba transmitiendo”, explicó el representante de la empresa. Sin embargo, los usuarios directamente no pudieron realizar recargas.
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