31 Marzo 2015
TENSIÓN. Con enojo acumulado, los usuarios se agolparon ayer en la sede de Junín 48 para cargar las tarjetas. la gaceta / foto de franco vera
El enojo y la locura ya han pasado, pero han quedado las largas colas y las demoras. El viernes, un colapso en el sistema de recarga de las tarjetas Ciudadana y Metropolitana dejó a miles de tucumanos plantados en las paradas de los ómnibus y a los quiosqueros con los oídos saturados de escuchar reclamos. El sábado al mediodía volvió la calma a los puntos de recarga de las tarjetas para pagar los viajes en ómnibus, pero quedó la sensación de que no hay un “plan b” para superar una contingencia de este tipo.
Los usuarios que se habían quedado sin saldo ese día, se dieron con la novedad de que en ningún lugar del microcentro se podía realizar la recarga. La alternativa fue una sola: recurrir a la solidaridad de los otros pasajeros, pedir tarjetas prestadas y pagarles el monto del boleto a ellos. “Los choferes no tienen compasión. No importa si no hay dónde recargar o si no anda la máquina, no te suben. La cosa es que siempre hay algún problema: o los quioscos se quedan sin saldo, o se cae el sistema o hay colas interminables...”, reclamó Adela Mamaní. Ella es vecina de Las Talitas y el viernes y el sábado no tuvo más remedio que pedirles la tarjeta prestada a otros pasajeros. “En general la gente no tiene problemas en prestarla”, agradeció. Pero acá surge otro inconveniente: a pesar de no existe reglamentación que lo diga, algunas líneas exigen que cada usuario tenga su plástico (ver “¿Una tarjeta por pasajero?”).
Las colas más largas se vieron ayer en el Centro de Atención al Usuario (CAU) que tiene la empresa ATOS en calle Junín 58. Allí se venden y recargan las tarjetas y se realizan trámites para recuperar plásticos extraviados. “La semana pasada fue un caos en todos lados, sobre todo el viernes. Yo vivo en barrio Soeme y ahí no hay dónde recargar la tarjeta. Cuando vine al centro, me di con que tampoco se podía”, contó Laly Córdoba, quien le pidió el plástico a una amiga que anda en auto para poder usar el ómnibus. “Deberían hacer mejor las cosas, porque uno paga por adelantado el boleto”, reclamó la mujer, que se disponía a cargar tres tarjetas.
“En general tenemos buena respuesta de la empresa cuando hay un problema. Fue una situación diferente el viernes”, aseguró Paola (no quiso brindar su apellido), encargada de un local en el microcentro donde se recargan las tarjetas. La joven admitió que el saldo que tienen los quioscos siempre es insuficiente: “nosotros empezamos con $5.000 diarios. Ahora tenemos $18.000 para cargar, y al mediodía ya se nos agota”, señaló. Es ahí cuando aparecen los carteles “sin saldo para tarjeta Ciudadana”, y el enojo de los usuarios.
Jesús Moya, representante de ATOS (la empresa que gestiona el sistema informático) en Tucumán, explicó que se saturaron las comunicaciones entre los equipos y la central, pero que el sistema ya volvió a la normalidad. “Tuvimos que hacer una actualización vinculada a la compatibilidad entre las tarjetas Ciudadana y Metropolitana. Al mismo tiempo, comenzaron a entrar demasiadas solicitudes de saldo, por lo que el sistema, más que caídas, presentó una baja de performance”, detalló y agregó que algunos posnet tuvieron que ser retirados para actualizarlos manualmente, operación que por lo general se hace de forma remota.
La Municipalidad recibió numerosos reclamos por este inconveniente. Juan Giovanniello, subsecretario de Transporte del Municipio, aseguró que se inició un trámite para obtener detalles de lo sucedido y, si correspondiere, aplicar multas a la empresa ATOS. “Con los reclamos de la gente o de los quiosqueros nosotros iniciamos un trámite en el que la empresa hace su descargo. De ahí surgen las responsabilidades y las eventuales multas que se deberán aplicar. Es un trámite largo”, señaló el funcionario y agregó que, hasta el momento, no se llegaron a aplicar penalidades, aunque hay varios trámites en curso.
¿Y la recarga electrónica?
En breve se podrá cargar saldo con tarjeta de crédito
La gran promesa para descongestionar las bocas de recarga de las tarjetas es la opción de realizar recargas por home banking, tarjetas de crédito, cajeros automáticos, etcétera. Jesús Moya, representante de ATOS en Tucumán, confirmó que esa es una realidad cercana. “Está todo casi listo para habilitar el servicio con una reconocida tarjeta de crédito. Una de las modalidades más extendidas es la recarga automática: se acreditan $100 cuando en la cuenta quedan sólo dos boletos. Estimamos que en 30 o 45 días ya podría estar funcionando”, adelantó.
¿Una tarjeta por pasajero?
Se pueden pagar varios boletos con una tarjeta
A pesar de que no existe una regulación al respecto, algunas líneas de ómnibus exigen que cada pasajero pague el boleto con una tarjeta propia, y lo comunican a través de carteles. “Esto no es así. Con una tarjeta se pueden pagar todos los boletos que se quiera. Lo que sí debe cumplirse es que, al subir el inspector, tiene que estar la tarjeta con la que se pagó”, explicó Jorge Berreta, de Metropolitana SA. Este requisito es para validar el seguro que beneficia a todo pasajero y además para que el inspector pueda asegurarse de que el boleto efectivamente se pagó.
La boca que nunca falla
Hay dos máquinas de autorecarga funcionando
El viernes pasado, cuando las bocas de recarga estaban colapsadas, la única opción en el centro fue la boca de autorecarga ubicada en 25 de Mayo 22, dentro de un quiosco 24 horas. Para utilizarla el único requisito es tener billetes en buen estado, ya que se insertan en la máquina y esta los reconoce. No tiene saldo límite como las otras bocas de recarga, sino que deja de funcionar cuando se llena de billetes y se puede usar durante todo el día. La segunda boca de autogestión está ubicada en la Quinta Agronómica (UNT).
Los usuarios que se habían quedado sin saldo ese día, se dieron con la novedad de que en ningún lugar del microcentro se podía realizar la recarga. La alternativa fue una sola: recurrir a la solidaridad de los otros pasajeros, pedir tarjetas prestadas y pagarles el monto del boleto a ellos. “Los choferes no tienen compasión. No importa si no hay dónde recargar o si no anda la máquina, no te suben. La cosa es que siempre hay algún problema: o los quioscos se quedan sin saldo, o se cae el sistema o hay colas interminables...”, reclamó Adela Mamaní. Ella es vecina de Las Talitas y el viernes y el sábado no tuvo más remedio que pedirles la tarjeta prestada a otros pasajeros. “En general la gente no tiene problemas en prestarla”, agradeció. Pero acá surge otro inconveniente: a pesar de no existe reglamentación que lo diga, algunas líneas exigen que cada usuario tenga su plástico (ver “¿Una tarjeta por pasajero?”).
Las colas más largas se vieron ayer en el Centro de Atención al Usuario (CAU) que tiene la empresa ATOS en calle Junín 58. Allí se venden y recargan las tarjetas y se realizan trámites para recuperar plásticos extraviados. “La semana pasada fue un caos en todos lados, sobre todo el viernes. Yo vivo en barrio Soeme y ahí no hay dónde recargar la tarjeta. Cuando vine al centro, me di con que tampoco se podía”, contó Laly Córdoba, quien le pidió el plástico a una amiga que anda en auto para poder usar el ómnibus. “Deberían hacer mejor las cosas, porque uno paga por adelantado el boleto”, reclamó la mujer, que se disponía a cargar tres tarjetas.
“En general tenemos buena respuesta de la empresa cuando hay un problema. Fue una situación diferente el viernes”, aseguró Paola (no quiso brindar su apellido), encargada de un local en el microcentro donde se recargan las tarjetas. La joven admitió que el saldo que tienen los quioscos siempre es insuficiente: “nosotros empezamos con $5.000 diarios. Ahora tenemos $18.000 para cargar, y al mediodía ya se nos agota”, señaló. Es ahí cuando aparecen los carteles “sin saldo para tarjeta Ciudadana”, y el enojo de los usuarios.
Jesús Moya, representante de ATOS (la empresa que gestiona el sistema informático) en Tucumán, explicó que se saturaron las comunicaciones entre los equipos y la central, pero que el sistema ya volvió a la normalidad. “Tuvimos que hacer una actualización vinculada a la compatibilidad entre las tarjetas Ciudadana y Metropolitana. Al mismo tiempo, comenzaron a entrar demasiadas solicitudes de saldo, por lo que el sistema, más que caídas, presentó una baja de performance”, detalló y agregó que algunos posnet tuvieron que ser retirados para actualizarlos manualmente, operación que por lo general se hace de forma remota.
La Municipalidad recibió numerosos reclamos por este inconveniente. Juan Giovanniello, subsecretario de Transporte del Municipio, aseguró que se inició un trámite para obtener detalles de lo sucedido y, si correspondiere, aplicar multas a la empresa ATOS. “Con los reclamos de la gente o de los quiosqueros nosotros iniciamos un trámite en el que la empresa hace su descargo. De ahí surgen las responsabilidades y las eventuales multas que se deberán aplicar. Es un trámite largo”, señaló el funcionario y agregó que, hasta el momento, no se llegaron a aplicar penalidades, aunque hay varios trámites en curso.
¿Y la recarga electrónica?
En breve se podrá cargar saldo con tarjeta de crédito
La gran promesa para descongestionar las bocas de recarga de las tarjetas es la opción de realizar recargas por home banking, tarjetas de crédito, cajeros automáticos, etcétera. Jesús Moya, representante de ATOS en Tucumán, confirmó que esa es una realidad cercana. “Está todo casi listo para habilitar el servicio con una reconocida tarjeta de crédito. Una de las modalidades más extendidas es la recarga automática: se acreditan $100 cuando en la cuenta quedan sólo dos boletos. Estimamos que en 30 o 45 días ya podría estar funcionando”, adelantó.
¿Una tarjeta por pasajero?
Se pueden pagar varios boletos con una tarjeta
A pesar de que no existe una regulación al respecto, algunas líneas de ómnibus exigen que cada pasajero pague el boleto con una tarjeta propia, y lo comunican a través de carteles. “Esto no es así. Con una tarjeta se pueden pagar todos los boletos que se quiera. Lo que sí debe cumplirse es que, al subir el inspector, tiene que estar la tarjeta con la que se pagó”, explicó Jorge Berreta, de Metropolitana SA. Este requisito es para validar el seguro que beneficia a todo pasajero y además para que el inspector pueda asegurarse de que el boleto efectivamente se pagó.
La boca que nunca falla
Hay dos máquinas de autorecarga funcionando
El viernes pasado, cuando las bocas de recarga estaban colapsadas, la única opción en el centro fue la boca de autorecarga ubicada en 25 de Mayo 22, dentro de un quiosco 24 horas. Para utilizarla el único requisito es tener billetes en buen estado, ya que se insertan en la máquina y esta los reconoce. No tiene saldo límite como las otras bocas de recarga, sino que deja de funcionar cuando se llena de billetes y se puede usar durante todo el día. La segunda boca de autogestión está ubicada en la Quinta Agronómica (UNT).
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