30 Marzo 2015
A CELEBRAR SE DIJO. Maximiliano Acosta, Alejandro Pérez, José Saavedra y Luciano Gonzalez inician el festejo del gol. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL
CONCEPCIÓN.- Con esfuerzo y voluntad siempre es más fácil cosechar alegrías. Así lo entendió Concepción FC. Cuando parecía que el empate estaba sellado, Luciano González apareció a los 94 minutos para marcar el gol con el que venció a Gimnasia y Tiro y cosechó su primer triunfo en el certamen.
Fue una victoria que se festejó hasta el cansancio. El “cuervo”, después de más de un mes, volvía a presentarse ante su gente. Y lo hacía ante uno de los equipos que se armaron para ser protagonistas del Federal A. No le asustó el desafío y desde el primer minuto salió a buscar una alegría para esos hinchas que colmaron las tribunas.
Por supuesto que no le resultó sencillo, pero lo consiguió y eso es lo importante. Y pudo festejar porque nunca resignó su intención de lastimar un rival que se paró demasiado atrás y que dejó en claro que le venía muy bien llevarse al menos un punto a Salta. Nicolás Roldán y Víctor Rodríguez se cargaron el equipo sobre sus espaldas, pero no pudieron vulnerar el cerco defensivo que presentaron los salteños.
Los minutos pasaban y el gol no llegaba. La desesperación comenzó a jugar en contra de los “cuervos”. Cada vez les resultaba más difícil llegar al arco de la visita que, para colmo, estaba bien parada de contra y cada uno de los ataques se transformaba en un interminable sufrimiento para el dueño de casa.
El partido se moría. Los salteños se habían aferrado a ese punto que estaban cosechando. El “cuervo”, en una de las últimas que tenía a su favor, aprovechó ese córner, el error defensivo de la visita y González marcó el tanto del triunfo y desató la locura.
Fue una victoria que se festejó hasta el cansancio. El “cuervo”, después de más de un mes, volvía a presentarse ante su gente. Y lo hacía ante uno de los equipos que se armaron para ser protagonistas del Federal A. No le asustó el desafío y desde el primer minuto salió a buscar una alegría para esos hinchas que colmaron las tribunas.
Por supuesto que no le resultó sencillo, pero lo consiguió y eso es lo importante. Y pudo festejar porque nunca resignó su intención de lastimar un rival que se paró demasiado atrás y que dejó en claro que le venía muy bien llevarse al menos un punto a Salta. Nicolás Roldán y Víctor Rodríguez se cargaron el equipo sobre sus espaldas, pero no pudieron vulnerar el cerco defensivo que presentaron los salteños.
Los minutos pasaban y el gol no llegaba. La desesperación comenzó a jugar en contra de los “cuervos”. Cada vez les resultaba más difícil llegar al arco de la visita que, para colmo, estaba bien parada de contra y cada uno de los ataques se transformaba en un interminable sufrimiento para el dueño de casa.
El partido se moría. Los salteños se habían aferrado a ese punto que estaban cosechando. El “cuervo”, en una de las últimas que tenía a su favor, aprovechó ese córner, el error defensivo de la visita y González marcó el tanto del triunfo y desató la locura.