28 Marzo 2015
INSANO. La Justicia considera que no presenta signos de resocialización y que su estado mental no es normal. elpopular.com.ar
BUENOS AIRES.- La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó el rechazo a la libertad condicional de Carlos Robledo Puch, más conocido como “El Ángel de la Muerte”, el asesino serial condenado a reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado por homicidios que cometió a principios de los años ‘70.
El máximo tribunal, con las firmas de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, confirmó un fallo de la Suprema Corte bonaerense que había desestimado un planteo de la defensa oficial del múltiple homicida.
En 2013, Robledo Puch había pedido que se le concediera la libertad condicional o, en su defecto, que se le aplicara una inyección letal, lo que significaría la pena de muerte. Pero esa posibilidad no está contemplada en la legislación argentina.
El hombre está preso desde el 3 de febrero de 1972, es decir hace poco más de 43 años. Según los estándares internacionales en materia de derechos humanos, el lapso en prisión excede el máximo estipulado previo a que una pena sea considerada cruel e inhumana.
Se trata del mayor asesino serial de la historia argentina, al que condenaron por haber cometido 10 homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, 17 robos, una violación, una tentativa de violación, un abuso deshonesto, dos hurtos y dos raptos.
Sin límites
La crueldad y sangre fría de Robledo Puch llegaron a tal extremo que hasta mató a uno de sus cómplices y le prendió fuego. Fue cuando “El Ángel de la Muerte” y Héctor Somoza entraron a robar a una ferretería del partido de Tigre y, tras asesinar al vigilante, trataron de abrir una caja fuerte con soplete.
Allí, aparentemente Somoza le hizo una broma a su compañero, que lo ultimó de un disparo. Enseguida Robledo Puch trató de borrar pistas y huellas quemándole con el mismo soplete la cara y las yemas de los dedos a Somoza.
Poco después Robledo Puch fue detenido, y en 1980 fue juzgado y condenado. Cuando tuvo la oportunidad de pronunciar sus últimas palabras ante el tribunal de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, dijo: “esto fue un circo romano. Algún día voy a salir y los voy a matar a todos”.
“El Ángel de la Muerte” fue encarcelado cuando tenía 20 años y permanece recluido en el pabellón 10 del penal de máxima seguridad de Sierra Chica.
Robledo Puch fracasó en varios intentos por salir en libertad, ya que la Justicia consideró que no tiene parientes ni contención fuera de la cárcel, que no ha evidenciado signos de resocialización y que su estado mental no es normal.
Hace 15 años, se puso antiparras y una capa, decía que era Batman e intentó quemar instalaciones del penal. También que aseguraba que iba a ser “el sucesor de Perón”. (DyN)
El máximo tribunal, con las firmas de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, confirmó un fallo de la Suprema Corte bonaerense que había desestimado un planteo de la defensa oficial del múltiple homicida.
En 2013, Robledo Puch había pedido que se le concediera la libertad condicional o, en su defecto, que se le aplicara una inyección letal, lo que significaría la pena de muerte. Pero esa posibilidad no está contemplada en la legislación argentina.
El hombre está preso desde el 3 de febrero de 1972, es decir hace poco más de 43 años. Según los estándares internacionales en materia de derechos humanos, el lapso en prisión excede el máximo estipulado previo a que una pena sea considerada cruel e inhumana.
Se trata del mayor asesino serial de la historia argentina, al que condenaron por haber cometido 10 homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, 17 robos, una violación, una tentativa de violación, un abuso deshonesto, dos hurtos y dos raptos.
Sin límites
La crueldad y sangre fría de Robledo Puch llegaron a tal extremo que hasta mató a uno de sus cómplices y le prendió fuego. Fue cuando “El Ángel de la Muerte” y Héctor Somoza entraron a robar a una ferretería del partido de Tigre y, tras asesinar al vigilante, trataron de abrir una caja fuerte con soplete.
Allí, aparentemente Somoza le hizo una broma a su compañero, que lo ultimó de un disparo. Enseguida Robledo Puch trató de borrar pistas y huellas quemándole con el mismo soplete la cara y las yemas de los dedos a Somoza.
Poco después Robledo Puch fue detenido, y en 1980 fue juzgado y condenado. Cuando tuvo la oportunidad de pronunciar sus últimas palabras ante el tribunal de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, dijo: “esto fue un circo romano. Algún día voy a salir y los voy a matar a todos”.
“El Ángel de la Muerte” fue encarcelado cuando tenía 20 años y permanece recluido en el pabellón 10 del penal de máxima seguridad de Sierra Chica.
Robledo Puch fracasó en varios intentos por salir en libertad, ya que la Justicia consideró que no tiene parientes ni contención fuera de la cárcel, que no ha evidenciado signos de resocialización y que su estado mental no es normal.
Hace 15 años, se puso antiparras y una capa, decía que era Batman e intentó quemar instalaciones del penal. También que aseguraba que iba a ser “el sucesor de Perón”. (DyN)
Lo más popular