25 Marzo 2015
CHARLA. Rodríguez y Sosa charlan con LG Deportiva sobre lo importante que es ser técnico de fútbol recibido. la gaceta / foto de héctor peralta
Desde Menotti, Martino o Pekerman; Arruabarrena, Palermo o Gallardo, hasta Salvador Mónaco, Ariel Martos o Raúl Aredes. Son muchos los técnicos argentinos repartidos en todas las categorías de fútbol que poseen un título que certifica dicha profesión y los habilita para dirigir en cualquier parte del mundo. Sin embargo, hay muchos otros que si bien se ponen al frente de un equipo no poseen el diploma que los avala y es justamente a ellos los que buscan concientizar Néstor Rodríguez y Oscar “Cacho” Sosa, de la Escuela para DT de Fútbol N° 15 (ubicada en calle Virgen de La Merced 134, en el local del Instituto Argentino Árabe), dependiente de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino.
Claro, también les abren sus puertas a los interesados en realizar el curso que tiene una duración de dos años y cuenta con horarios flexibles para concluir la carrera y conseguir el título que es reconocido por FIFA. Las inscripciones cierran mañana.
“Sobre todo queremos que esto sirva a la conciencia de algunos muchachos que están dirigiendo equipos y no están habilitados. Tenemos reglamentación para denunciarlos, pero no es lo que queremos. Sólo proponemos el curso como forma de jerarquizarlos. Somos formadores de formadores. Un profesional que sale de nuestra escuela ya sabe cómo debe reaccionar ante ciertas situaciones”, sostuvieron Rodríguez y Sosa, destacando que no hay en todo el noroeste argentino una escuela como la que representan.
De hecho, hoy cualquiera puede realizar el curso, algo que hasta hace un tiempo sólo era exclusivo para ex jugadores. “Eso es porque la realidad marca que muchos de los técnicos alrededor del mundo nunca antes jugaron fútbol, pero se recibieron para dirigir equipos. En el último mundial hubo cinco casos, uno de ellos es Jorge Sampaoli (DT de Chile)”, menciona Rodríguez.
“Sabemos que a muchos que pasaron por la escuela les da vergüenza recordar que estudiaron siendo grandes y por eso a veces no nos mencionan o se olvidan de nosotros. También hay muchachos que les huyen a los libros, pero cuando se van sucediendo las clases se van enganchando porque en todo hay fútbol”, cuenta Sosa y le vienen a la mente algunas de las materias del curso como historia, biología, psicología. “En la escuela se brindan las herramientas para poder salir de todo futuro problema, desde un esguince hasta una mala conducta de un jugador”, sostuvieron los técnicos, esperanzados con que sus palabras sirvan de consejo a todo aquel que está o pretende estar en el ambiente de la redonda.
Diego Erroz, Luciano González, Mauricio Verón, Fabián Velárdez, y Marcos “Anguila” Gutiérrez, entre otros, pasaron hace poco por la escuela a buscar su diploma. Los últimos en inscribirse para arrancar el curso fueron Lucas Bossio y José Luis Martínez Gullota (de San Martín) y tanto Sosa como Rodríguez esperan que otros sigan sus ejemplos para aprovechar a esta escuela que forma a aquellos que busquen enseñar y orientar.
Claro, también les abren sus puertas a los interesados en realizar el curso que tiene una duración de dos años y cuenta con horarios flexibles para concluir la carrera y conseguir el título que es reconocido por FIFA. Las inscripciones cierran mañana.
“Sobre todo queremos que esto sirva a la conciencia de algunos muchachos que están dirigiendo equipos y no están habilitados. Tenemos reglamentación para denunciarlos, pero no es lo que queremos. Sólo proponemos el curso como forma de jerarquizarlos. Somos formadores de formadores. Un profesional que sale de nuestra escuela ya sabe cómo debe reaccionar ante ciertas situaciones”, sostuvieron Rodríguez y Sosa, destacando que no hay en todo el noroeste argentino una escuela como la que representan.
De hecho, hoy cualquiera puede realizar el curso, algo que hasta hace un tiempo sólo era exclusivo para ex jugadores. “Eso es porque la realidad marca que muchos de los técnicos alrededor del mundo nunca antes jugaron fútbol, pero se recibieron para dirigir equipos. En el último mundial hubo cinco casos, uno de ellos es Jorge Sampaoli (DT de Chile)”, menciona Rodríguez.
“Sabemos que a muchos que pasaron por la escuela les da vergüenza recordar que estudiaron siendo grandes y por eso a veces no nos mencionan o se olvidan de nosotros. También hay muchachos que les huyen a los libros, pero cuando se van sucediendo las clases se van enganchando porque en todo hay fútbol”, cuenta Sosa y le vienen a la mente algunas de las materias del curso como historia, biología, psicología. “En la escuela se brindan las herramientas para poder salir de todo futuro problema, desde un esguince hasta una mala conducta de un jugador”, sostuvieron los técnicos, esperanzados con que sus palabras sirvan de consejo a todo aquel que está o pretende estar en el ambiente de la redonda.
Diego Erroz, Luciano González, Mauricio Verón, Fabián Velárdez, y Marcos “Anguila” Gutiérrez, entre otros, pasaron hace poco por la escuela a buscar su diploma. Los últimos en inscribirse para arrancar el curso fueron Lucas Bossio y José Luis Martínez Gullota (de San Martín) y tanto Sosa como Rodríguez esperan que otros sigan sus ejemplos para aprovechar a esta escuela que forma a aquellos que busquen enseñar y orientar.
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