Ana Lázaro Verde - Columnista de la agencia DPA
Tras la victoria socialista en Andalucía, los principales partidos políticos españoles retomaron la carrera electoral que concluirá a final de año con los comicios a la presidencia del gobierno nacional, en un escenario político convulso y todavía incierto. El resultado en los comicios celebrados el domingo confirma la fuerte irrupción de nuevos partidos en el tablero político, pero impide vaticinar qué ocurrirá en mayo, cuando los españoles elijan a sus representantes municipales y regionales, en la segunda gran cita electoral en el país. El Partido Socialista (PSOE) salió reforzado por su resultado en Andalucía, donde su candidata, Susana Díaz, no logró una mayoría absoluta pero sí resistió el embate de las nuevas formaciones, Podemos y Ciudadanos, que amenazaban con mermar su apoyo. “La victoria de Susana Díaz es la victoria del conjunto del socialismo español. Ahora salimos a ganar las elecciones del 24 de mayo con más fuerza”, dice el líder de la formación, Pedro Sánchez.
El PSOE, una de las dos patas del sistema bipartidista que rige la política española desde hace más de tres décadas, se apoyará en la victoria de Díaz, la primera del partido en seis años, para salir de la crisis que atraviesa desde finales de 2011, cuando fue derrotado en las urnas por el PP de Mariano Rajoy en las últimas elecciones generales. La otra de las patas sale peor parada. El conservador Partido Popular (PP) de Rajoy se desplomó en los comicios regionales, en los que perdió 17 escaños respecto a 2012. Los ciudadanos castigaron a un partido que acusa el desgaste de su gestión de gobierno en España, marcada por los recortes perpetrados ante la crisis económica y por los escándalos de corrupción.
Aunque desde la formación aseguran que el resultado “no es extrapolable” al resto del país, sus adversarios insisten en que la derrota es un mensaje del electorado contra las políticas de austeridad del gobierno español. “Tenemos que ser muy conscientes de que estamos en un momento complicado para los partidos que estamos en el gobierno”, admitió Carlos Floriano, jefe de la campaña del PP. Pero la composición del nuevo Parlamento regional suma otros mensajes: dos partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, entran por primera vez con fuerza en la escena política, logrando 15 y 9 escaños, respectivamente.
En total, un cuarto de los votantes pidieron en las urnas el cambio, no dentro del bipartidismo, sino sustentado por nuevas fuerzas políticas con nuevos mensajes, nuevas caras y nuevas propuestas.
“La demanda de cambio no es una creación artificial, en Andalucía se tradujo por primera vez en votos. Podemos y Ciudadanos están muy lejos de ser alternativas de gobierno, pero han demostrado una conexión con las capas más dinámicas de la sociedad que les puede permitir seguir creciendo rápidamente “, planteó el diario “El Mundo”. Diez meses después de dar la campanada en las elecciones europeas, el resultado en Andalucía confirma que Podemos llegó para quedarse. Desde el partido del profesor universitario Pablo Iglesias insisten en que La Moncloa es la meta. “Nuestro rival en el conjunto de España es el Partido Popular y es con quien vamos a competir en todos los procesos electorales ”, destacó Carolina Bescansa, secretaria de de la formación considerada “hermana” de la griega Syriza. Ciudadanos también superó con nota su primera prueba en las urnas fuera de Cataluña, la región donde nació hace nueve años con un discurso antiindenpendentista.