22 Marzo 2015
CON TODO. Ricardo Ibarra se ganó la chance de ser titular hoy a base de esfuerzo para sortear las dificultades y de goles. la gaceta / foto de franco vera
Hoy saldrá del vestuario al campo sin ninguna cábala pero con la mirada al cielo; rezando como siempre y pidiendo por un gran partido. Por un gran debut. Por primera vez Ricardo Ibarra será titular en San Martín para un partido por el torneo y los tres puntos. Y cumplirá su sueño.
“Soy de rezar mucho. Ahora empecé a ir a la iglesia de San Expedito para pedirle que me ayude”, cuenta el joven Ricardo, que no había nacido cuando Concepción FC visitó por primera vez a San Martín, allá por el Regional de 1986. Tiene apenas 22 años este pibe de La Ciudadela.
“Siempre fui de pedir mucho a los santos pero ahora me acerqué a San Expedito, siguiendo el consejo de mi novia, que me dijo que él me iba a ayudar”, cuenta Ibarra agradeciéndole en parte también a ella, Anabel. “Todas las cosas me empezaron a salir bien desde ese momento”, reconoce el nuevo mejor amigo de este reconocido santo que entre sus letanías se reconoce como el Patrono de la juventud y el invencible atleta de la Fe.
Por todo eso ahora, además de pedir, “Riky” agradece. “Cuando las cosas salen bien luego de un rezo, como ahora, también agradezco. Hay que hacer todo”, entiende el jugador que para esta tarde tendrá a su cargo la banda derecha del equipo de Darío Tempesta, el DT que le confió la titularidad tras la ausencia de Lucas Bossio por suspensión.
“Dios quiera que arranquemos con el pie derecho este torneo que es largo”, sigue pidiendo el volante que sabe que se ganó la consideración por todo lo que demostró desde que jugó la Copa Argentina a fin del año pasado. Luego, en los amistosos de pretemporada se dio el gusto hasta de hacer goles (uno de ellos a Atlético y el otro a Gimnasia y Tiro de Salta, el domingo pasado).
“Pero esto de jugar por un campeonato ya es otra cosa. Sí estoy ansioso por el debut, pero también tranquilo por el apoyo que me dio el DT y me dan mis compañeros”, cuenta el joven esperando repetir todo lo bueno. “Quiero que las cosas me sigan saliendo bien”, se emociona. ¿Y que los goles se repitan? “Y... Si Dios quiere...”, responde él otra vez encomendando su destino al salvador.
“Seguro cuando me vaya a dormir estaré imaginando un poco el partido, que me perece será difícil. Pero confío en Gonzalo Rodríguez y Lucas Chacana, que son mis compañeros de concentración me sigan ayudando”, contaba Ibarra en la gran previa, reconociendo a sus amigos, ya curtidos en esto de estar convocado, los consejos y la tranquilidad que le transmitieron. “Me dijeron que saldrá todo bien. Y eso es lo que espero”, cuenta “Ricardito”.
Hoy, domingo de misa, Ibarra no podrá ir a la iglesia que visita en El Colmenar desde que comenzó su lealtad a San Expedito. “Como soy de El Timbó y allí los domingos la iglesia está cerrada, voy hasta allá para rezar así como lo hago cada día 19 (día del Patrón de las causas justas y urgentes)”, cuenta.
Sin embargo, el volante hará de La Ciudadela su nuevo templo y promete no bajar los brazos en ningún momento para aprovechar su oportunidad histórica dentro de San Martín y de paso colaborar al equipo así como San Expedito lo hizo con él.
“Soy de rezar mucho. Ahora empecé a ir a la iglesia de San Expedito para pedirle que me ayude”, cuenta el joven Ricardo, que no había nacido cuando Concepción FC visitó por primera vez a San Martín, allá por el Regional de 1986. Tiene apenas 22 años este pibe de La Ciudadela.
“Siempre fui de pedir mucho a los santos pero ahora me acerqué a San Expedito, siguiendo el consejo de mi novia, que me dijo que él me iba a ayudar”, cuenta Ibarra agradeciéndole en parte también a ella, Anabel. “Todas las cosas me empezaron a salir bien desde ese momento”, reconoce el nuevo mejor amigo de este reconocido santo que entre sus letanías se reconoce como el Patrono de la juventud y el invencible atleta de la Fe.
Por todo eso ahora, además de pedir, “Riky” agradece. “Cuando las cosas salen bien luego de un rezo, como ahora, también agradezco. Hay que hacer todo”, entiende el jugador que para esta tarde tendrá a su cargo la banda derecha del equipo de Darío Tempesta, el DT que le confió la titularidad tras la ausencia de Lucas Bossio por suspensión.
“Dios quiera que arranquemos con el pie derecho este torneo que es largo”, sigue pidiendo el volante que sabe que se ganó la consideración por todo lo que demostró desde que jugó la Copa Argentina a fin del año pasado. Luego, en los amistosos de pretemporada se dio el gusto hasta de hacer goles (uno de ellos a Atlético y el otro a Gimnasia y Tiro de Salta, el domingo pasado).
“Pero esto de jugar por un campeonato ya es otra cosa. Sí estoy ansioso por el debut, pero también tranquilo por el apoyo que me dio el DT y me dan mis compañeros”, cuenta el joven esperando repetir todo lo bueno. “Quiero que las cosas me sigan saliendo bien”, se emociona. ¿Y que los goles se repitan? “Y... Si Dios quiere...”, responde él otra vez encomendando su destino al salvador.
“Seguro cuando me vaya a dormir estaré imaginando un poco el partido, que me perece será difícil. Pero confío en Gonzalo Rodríguez y Lucas Chacana, que son mis compañeros de concentración me sigan ayudando”, contaba Ibarra en la gran previa, reconociendo a sus amigos, ya curtidos en esto de estar convocado, los consejos y la tranquilidad que le transmitieron. “Me dijeron que saldrá todo bien. Y eso es lo que espero”, cuenta “Ricardito”.
Hoy, domingo de misa, Ibarra no podrá ir a la iglesia que visita en El Colmenar desde que comenzó su lealtad a San Expedito. “Como soy de El Timbó y allí los domingos la iglesia está cerrada, voy hasta allá para rezar así como lo hago cada día 19 (día del Patrón de las causas justas y urgentes)”, cuenta.
Sin embargo, el volante hará de La Ciudadela su nuevo templo y promete no bajar los brazos en ningún momento para aprovechar su oportunidad histórica dentro de San Martín y de paso colaborar al equipo así como San Expedito lo hizo con él.
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