19 Marzo 2015
CERRADO. Tras el faltante de municiones el batallón dejó de funcionar. lanacion.com
ROSARIO.- La Policía encontró municiones y un fusil en el domicilio de personal militar que cumplía servicio en el Batallón de Arsenales 603 “San Lorenzo”, en Rosario, donde se había producido un “faltante” de 26.000 balas de calibre 9 milímetros a fines del año pasado, informaron fuentes judiciales.
Por el operativo, hubo siete allanamientos: dos en Rosario, cuatro en el barrio militar de la localidad de Fray Luis Beltrán y uno en la ciudad de Concepción del Uruguay, donde se domicilia un efectivo con el grado de coronel, que se desempeñaba en la unidad militar, que fue disuelta por orden del ministro de Defensa, Agustín Rossi.
En tanto, en uno de los lugares hallaron un fusil con la numeración limada, lo que podría determinar la indagatoria de las personas que habitan en la vivienda.
La denuncia del robo de las 26.000 municiones, revelado el 20 de febrero, fue presentada a fines del 2014 por el Ejército ante el juez Carlos Vera Barros, quien dirigió el operativo de ayer.
El ministro de Defensa había dispuesto en febrero el cierre del Batallón de Arsenales 603 “San Lorenzo”, e informó además el pase a retiro del director de Arsenales del Ejército Argentino, coronel Hugo Víctor Meola, y “encomendó al jefe del Ejército Argentino, teniente general César Milani, que la totalidad de armas, municiones y otros elementos sean relocalizados en otras unidades militares del país”.
De acuerdo con la información que había difundido el ministerio de Defensa, las 26.000 balas que “faltan” pueden ser utilizadas en cualquier pistola de calibre 9 mm, que son las mismas que suelen utilizar las policías provinciales y que se encuentran en la mayoría de los homicidios.
En el mercado negro
Además, el diario “La Nación” precisó en un informe realizado en febrero que una caja de 50 unidades en una armería cuesta entre $ 450 y $ 500. “Pero en el mercado negro estas municiones pueden venderse al doble de su precio”, según explicó al diario porteño un especialista de una fuerza de seguridad.
Ese tipo de balas se producen en la Fábrica de Armas Fray Luis Beltrán, que depende de Fabricaciones Militares, y se encuentra a pocos metros de la sede del Batallón 603. En el lugar ahora funciona una Base de Apoyo Logístico y una UMRE (Unidad Militar de Emergencias).
Por el hecho se encuentran suspendidos dos oficiales y cinco suboficiales del Ejército Argentino. (DyN-La Nación)
Por el operativo, hubo siete allanamientos: dos en Rosario, cuatro en el barrio militar de la localidad de Fray Luis Beltrán y uno en la ciudad de Concepción del Uruguay, donde se domicilia un efectivo con el grado de coronel, que se desempeñaba en la unidad militar, que fue disuelta por orden del ministro de Defensa, Agustín Rossi.
En tanto, en uno de los lugares hallaron un fusil con la numeración limada, lo que podría determinar la indagatoria de las personas que habitan en la vivienda.
La denuncia del robo de las 26.000 municiones, revelado el 20 de febrero, fue presentada a fines del 2014 por el Ejército ante el juez Carlos Vera Barros, quien dirigió el operativo de ayer.
El ministro de Defensa había dispuesto en febrero el cierre del Batallón de Arsenales 603 “San Lorenzo”, e informó además el pase a retiro del director de Arsenales del Ejército Argentino, coronel Hugo Víctor Meola, y “encomendó al jefe del Ejército Argentino, teniente general César Milani, que la totalidad de armas, municiones y otros elementos sean relocalizados en otras unidades militares del país”.
De acuerdo con la información que había difundido el ministerio de Defensa, las 26.000 balas que “faltan” pueden ser utilizadas en cualquier pistola de calibre 9 mm, que son las mismas que suelen utilizar las policías provinciales y que se encuentran en la mayoría de los homicidios.
En el mercado negro
Además, el diario “La Nación” precisó en un informe realizado en febrero que una caja de 50 unidades en una armería cuesta entre $ 450 y $ 500. “Pero en el mercado negro estas municiones pueden venderse al doble de su precio”, según explicó al diario porteño un especialista de una fuerza de seguridad.
Ese tipo de balas se producen en la Fábrica de Armas Fray Luis Beltrán, que depende de Fabricaciones Militares, y se encuentra a pocos metros de la sede del Batallón 603. En el lugar ahora funciona una Base de Apoyo Logístico y una UMRE (Unidad Militar de Emergencias).
Por el hecho se encuentran suspendidos dos oficiales y cinco suboficiales del Ejército Argentino. (DyN-La Nación)