18 Marzo 2015
BUENOS AIRES.- Familiares y amigos de Daiana García, la joven de 19 años asesinada tras asistir a una entrevista laboral, marcharán el jueves al Obelisco para pedir justicia. Según se indicó, la iniciativa será a las 20, con la consigna “Marchemos juntos para que no haya más Daii García. Marcha por la seguridad de nuestros seres queridos. Marchemos juntos y en silencio por las víctimas de la inseguridad”, señala la convocatoria.
Karina Lopinto, madre de Daiana, dijo que su hija conocía al sospechoso de haberla asesinado, quien se suicidó el mismo día en que hallaron el cadáver. “La verdad es que no lo conozco y si se suicidó se lo merece por hijo de puta”, afirmó Lopinto sobre el presunto homicida, Juan Manuel Fígola.
Daiana había desaparecido el viernes cuando fue a una entrevista laboral en el barrio de Palermo; había quedado en cenar con una amiga, pero nunca llegó a la cita aunque la víctima le aclaró que se dirigía hacia allí, en auto. El cadáver -semidesnudo- apareció en un terreno debajo de un puente, al costado de las vías del tren, en Llavallol, pero la joven recién fue identificada el lunes, en la Morgue de Lomas de Zamora.
“Cuando la tuve que reconocer no era mi hija, me desgarré, me quería sacar esa visión de la cabeza”, confesó ayer la mamá de Daiana. “Al saber qué y cómo pasó la podés llorar...estamos casi pudiendo cerrar” el caso “para llorarla tranquila”, afirmó Lopinto.
El sospechoso
Todavía no hay ninguna confirmación oficial sobre el supuesto homicida, quien sería Fígola, un hombre de 38 años que el sábado se arrojó a las vías del tren. Fuentes del caso dejaron trascender que habría indicios para creer en la vinculación de ese sujeto con el crimen: el sospechoso iba al mismo gimnasio que la víctima, lo habrían visto hablar con ella y trabajaba en una empresa con conexidad al lugar donde apareció el cadáver de la chica.
“El gimnasio está acá a la vuelta, conozco el entorno que va, es excelente el lugar, es un gimnasio de barrio y esta persona no era del gimnasio..., no metan al gimnasio en esto”, suplicó la madre de Daiana.
También se mostró conforme con la investigación y con la actuación del fiscal Lucio Herrera: “Este fiscal me llamó estando yo en la Chacarita, llamó al papá, me llamó a mí, apenas se entera de algo llama y dice ‘vení que tengo esta información para vos’”.
Los peritos señalaron que la joven murió como consecuencia de una asfixia (tenía una media en la boca) y precisaron que en principio no se veían signos de un abuso sexual, aunque habrá que aguardar más estudios al respecto y plantearon que el homicidio se habría cometido en otro lugar.
Llamado solidario
Karina Lopinto también reveló que recibió un llamado de la madre de Lola Chomnalez, la adolescente asesinada en Uruguay a fines de 2014. “Ni sabe aún lo que le pasó a la nena, y nosotros estamos casi pudiendo cerrar para llorarla tranquila, para saber qué paso y en qué situación pasó”, consideró.
“Yo tengo que seguir con las cosas que hacía. Dai no está y es un faltante enorme. Hay que continuar con la pérdida (sic) Seguir adelante con fuerzas. Tengo otro nene, otro nene más grande y ellos tienen que continuar con sus cosas más allá del dolor porque son muy chicos”, reflexionó. (DyN-Télam)
Karina Lopinto, madre de Daiana, dijo que su hija conocía al sospechoso de haberla asesinado, quien se suicidó el mismo día en que hallaron el cadáver. “La verdad es que no lo conozco y si se suicidó se lo merece por hijo de puta”, afirmó Lopinto sobre el presunto homicida, Juan Manuel Fígola.
Daiana había desaparecido el viernes cuando fue a una entrevista laboral en el barrio de Palermo; había quedado en cenar con una amiga, pero nunca llegó a la cita aunque la víctima le aclaró que se dirigía hacia allí, en auto. El cadáver -semidesnudo- apareció en un terreno debajo de un puente, al costado de las vías del tren, en Llavallol, pero la joven recién fue identificada el lunes, en la Morgue de Lomas de Zamora.
“Cuando la tuve que reconocer no era mi hija, me desgarré, me quería sacar esa visión de la cabeza”, confesó ayer la mamá de Daiana. “Al saber qué y cómo pasó la podés llorar...estamos casi pudiendo cerrar” el caso “para llorarla tranquila”, afirmó Lopinto.
El sospechoso
Todavía no hay ninguna confirmación oficial sobre el supuesto homicida, quien sería Fígola, un hombre de 38 años que el sábado se arrojó a las vías del tren. Fuentes del caso dejaron trascender que habría indicios para creer en la vinculación de ese sujeto con el crimen: el sospechoso iba al mismo gimnasio que la víctima, lo habrían visto hablar con ella y trabajaba en una empresa con conexidad al lugar donde apareció el cadáver de la chica.
“El gimnasio está acá a la vuelta, conozco el entorno que va, es excelente el lugar, es un gimnasio de barrio y esta persona no era del gimnasio..., no metan al gimnasio en esto”, suplicó la madre de Daiana.
También se mostró conforme con la investigación y con la actuación del fiscal Lucio Herrera: “Este fiscal me llamó estando yo en la Chacarita, llamó al papá, me llamó a mí, apenas se entera de algo llama y dice ‘vení que tengo esta información para vos’”.
Los peritos señalaron que la joven murió como consecuencia de una asfixia (tenía una media en la boca) y precisaron que en principio no se veían signos de un abuso sexual, aunque habrá que aguardar más estudios al respecto y plantearon que el homicidio se habría cometido en otro lugar.
Llamado solidario
Karina Lopinto también reveló que recibió un llamado de la madre de Lola Chomnalez, la adolescente asesinada en Uruguay a fines de 2014. “Ni sabe aún lo que le pasó a la nena, y nosotros estamos casi pudiendo cerrar para llorarla tranquila, para saber qué paso y en qué situación pasó”, consideró.
“Yo tengo que seguir con las cosas que hacía. Dai no está y es un faltante enorme. Hay que continuar con la pérdida (sic) Seguir adelante con fuerzas. Tengo otro nene, otro nene más grande y ellos tienen que continuar con sus cosas más allá del dolor porque son muy chicos”, reflexionó. (DyN-Télam)