17 Marzo 2015
DESDE EL ARCO. Ayala sale desde su área con un pase manual hacia Cáceres Rodríguez, durante el amistoso de ayer con San Jorge. El arquero mantuvo la valla en cero y dejó una buena impresión. la gaceta / fotos de franco vera
Para quienes conforman la segunda escuadra de Atlético, formar parte del equipo titular o de la nómina de relevos que dispone Juan Manuel Azconzábal es un campeonato aparte. Por eso, para esos futbolistas los amistosos que ayer jugaron dos conjuntos plagados de suplentes contra San Jorge significaron mucho más que un simple entrenamiento.
“Sumar minutos siempre sirve y mucho más para los que no venimos jugando”, apuntó Pablo Cáceres Rodríguez, uno de los que todavía no pudo ver un solo minuto de acción en la B Nacional.
El uruguayo ocupó el lateral izquierdo en el primero de los partidos contra el “expreso”. Esos 11 (vendrían a ser el segundo equipo “decano” en la consideración del DT) se impusieron por 1 a 0 con un gol de Sebastián Matos, que sigue estando relegado pero al menos ya pudo debutar en la temporada.
“Siempre quiero jugar, esa es la realidad. Me preparé desde el primer minuto de la pretemporada para eso, pero no me toca hacerlo. Igual aporto desde el lugar que ocupo”, confiesa Franco Sbuttoni, otro de los que todavía no pudo abandonar el banco.
Partidos como el de ayer, entonces, los ayudan a no perder motivación aunque no es el único método para mantenerse en positivo.
El de Josué Ayala, por ejemplo, es uno de los casos más complejos, ya que un cambio de arquero es difícil con el nivel de Cristian Lucchetti, pero no por eso se viene abajo. “Hablo mucho con Carlos Barrionuevo, el entrenador de arqueros, y trato de prestar mucha atención a los trabajos tácticos del equipo. Quiero sentirme lo más cerca de la titularidad”, dice el arquero suplente.
Mentalizarse que se puede, parece ser la clave. “La paciencia depende de la personalidad de cada uno. Hay algunos que a esto lo toman con calma y otros no tanto”, agrega Sbuttoni.
Justamente, la estrategia del defensor para seguir fuerte es el sentido común: “es un torneo larguísimo. Va a haber expulsiones, lesiones y todos van a tener su momento. Hay que aprovecharlo”.
El ejemplo es Leandro Díaz. El delantero es el que más complicado está de todos los suplentes. No jugará hasta la fecha 10 por suspensión, pero ayer reapareció con un gol en el segundo partido amistoso, que también acabó 1-0. Para él y el resto de sus colegas suplentes, la paciencia es la clave.
“Sumar minutos siempre sirve y mucho más para los que no venimos jugando”, apuntó Pablo Cáceres Rodríguez, uno de los que todavía no pudo ver un solo minuto de acción en la B Nacional.
El uruguayo ocupó el lateral izquierdo en el primero de los partidos contra el “expreso”. Esos 11 (vendrían a ser el segundo equipo “decano” en la consideración del DT) se impusieron por 1 a 0 con un gol de Sebastián Matos, que sigue estando relegado pero al menos ya pudo debutar en la temporada.
“Siempre quiero jugar, esa es la realidad. Me preparé desde el primer minuto de la pretemporada para eso, pero no me toca hacerlo. Igual aporto desde el lugar que ocupo”, confiesa Franco Sbuttoni, otro de los que todavía no pudo abandonar el banco.
Partidos como el de ayer, entonces, los ayudan a no perder motivación aunque no es el único método para mantenerse en positivo.
El de Josué Ayala, por ejemplo, es uno de los casos más complejos, ya que un cambio de arquero es difícil con el nivel de Cristian Lucchetti, pero no por eso se viene abajo. “Hablo mucho con Carlos Barrionuevo, el entrenador de arqueros, y trato de prestar mucha atención a los trabajos tácticos del equipo. Quiero sentirme lo más cerca de la titularidad”, dice el arquero suplente.
Mentalizarse que se puede, parece ser la clave. “La paciencia depende de la personalidad de cada uno. Hay algunos que a esto lo toman con calma y otros no tanto”, agrega Sbuttoni.
Justamente, la estrategia del defensor para seguir fuerte es el sentido común: “es un torneo larguísimo. Va a haber expulsiones, lesiones y todos van a tener su momento. Hay que aprovecharlo”.
El ejemplo es Leandro Díaz. El delantero es el que más complicado está de todos los suplentes. No jugará hasta la fecha 10 por suspensión, pero ayer reapareció con un gol en el segundo partido amistoso, que también acabó 1-0. Para él y el resto de sus colegas suplentes, la paciencia es la clave.
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