16 Marzo 2015
FOTO DE LAVOZ.COM.AR
CORDOBA.- El fiscal de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, Alberto Lozada, consideró que hay elementos suficientes para que el jefe del Ejército, general César Milani, sea indagado por los delitos de secuestro y torturas en La Rioja, en 1977.
El tribunal de alzada dio vista a Lozada para que se pronuncie respecto a un incidente planteado por la querella, el ex preso político en la dictadura Ramón César Olivera, y el funcionario del Ministerio Público indicó que no encuentra obstáculos para que el jefe militar declare como imputado.
También deberían comparecer en declaración indagatoria, dijo el fiscal esta mañana a la radio Cadena 3, "el ex juez federal de La Rioja y otras personas integrantes de las fuerzas policiales y del Ejército por privación ilegal de la libertad y tormentos".
Ahora la decisión de citar o no a declaración indagatoria a Milani, que es oriundo de la localidad cordobesa de Cosquín, está en manos de los jueces de la Cámara de Córdoba, Abel Sánchez Torres, Luis Roberto Rueda y Liliana Navarro.
La causa llegó de La Rioja a Córdoba a causa de un recurso "por falta de acción" que interpusieron los abogados de Oliveri, luego de que el fiscal federal riojano Horacio Salman aceptara los argumentos de la defensa de Milani y el juez federal riojano Daniel Herrera Piedrabuena declarara nula la investigación.
A Milani, que en la dictadura se desempeñaba como teniente en el batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja, se lo investiga por el secuestro, reclusión y torturas, el 12 de marzo de 1977, de Pedro Adán Olivera, arrancado de su casa a las 4 de la madrugada.
Un grupo comando de entre siete y ocho militares y policías, irrumpió en la casa de Olivera y lo sacó con su mujer y cinco hijos al patio, para luego llevárselo al centro clandestino de detención que funcionó en el Instituto de Rehabilitación Social.
Según su hijo, entre los hombres armados que ejecutaron ese operativo iba Milani, quien habría exhibido un arma corta y le habría dicho a su padre que lo llevaban por averiguación de antecedentes.
A los tres días, Olivera padre fue liberado y dejado en su casa pero a raíz de la golpiza que había recibido estaba hemipléjico y, a los pocos meses, falleció.
En esa misma jornada los represores secuestraron a Ramón César en la municipalidad de La Rioja, donde trabajaba, y lo llevaron prisionero: "Me hicieron como simulacro de fusilamiento, en todo momento, al empezar el interrogatorio, era como que me iban a fusilar".
"Cuando me sacan a declarar, aparentemente, ellos me sacaron de la cárcel porque anduvieron mucho tiempo en vehículo, pero después me vuelven a la cárcel, yo creo que finalmente declaré en la cárcel. Me decían que yo tenía que colaborar, que ellos ya estaban en el Gobierno e iban a estar 40 años", declaró.
"Milani me dijo 'a vos te cortamos la carrera' aludiendo que me habían cortado la carrera de guerrillero", denunció en su declaración ante la justicia riojana Olivera, a quien los militares acusaban de integrar el trotskista Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
En varias oportunidades Milani se proclamó inocente y denunció la existencia de testigos falsos y "cosas muy jodidas" en la causa.
"Tengan la tranquilidad que el jefe del Ejército es absolutamente inocente de todos los cargos que me imputan y lo voy a demostrar en la Justicia", dijo.
Además de esta causa, al militar se lo vinculó con la desaparición del soldado Agapito Alfredo Ledo, ocurrida el 17 de junio de 1976, en Tucumán, durante el denominado "Operativo Independencia".
La familia de Ledo acusó al actual jefe del Ejército de estar implicado en la desaparición del joven conscripto.
Oficial del arma de ingenieros, Milani durante casi toda su carrera militar se especializó en el área de inteligencia y llegó a conducirla antes de llegar a ser jefe del Ejército.
Además, pesa contra él una denuncia por presunto enriquecimiento ilícito, causa a cargo del juez federal Daniel Rafecas, luego de que el programa televisivo "Periodismo Para Todos" destapara que el general cobra un sueldo de 15.000 pesos y, sin embargo, posee un lujoso chalet en el barrio La Horqueta, del partido de San Isidro, así como coches de alta gama y otros bienes, entre ellas cuatro propiedades en Cosquín, Córdoba. (DYN)
El tribunal de alzada dio vista a Lozada para que se pronuncie respecto a un incidente planteado por la querella, el ex preso político en la dictadura Ramón César Olivera, y el funcionario del Ministerio Público indicó que no encuentra obstáculos para que el jefe militar declare como imputado.
También deberían comparecer en declaración indagatoria, dijo el fiscal esta mañana a la radio Cadena 3, "el ex juez federal de La Rioja y otras personas integrantes de las fuerzas policiales y del Ejército por privación ilegal de la libertad y tormentos".
Ahora la decisión de citar o no a declaración indagatoria a Milani, que es oriundo de la localidad cordobesa de Cosquín, está en manos de los jueces de la Cámara de Córdoba, Abel Sánchez Torres, Luis Roberto Rueda y Liliana Navarro.
La causa llegó de La Rioja a Córdoba a causa de un recurso "por falta de acción" que interpusieron los abogados de Oliveri, luego de que el fiscal federal riojano Horacio Salman aceptara los argumentos de la defensa de Milani y el juez federal riojano Daniel Herrera Piedrabuena declarara nula la investigación.
A Milani, que en la dictadura se desempeñaba como teniente en el batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja, se lo investiga por el secuestro, reclusión y torturas, el 12 de marzo de 1977, de Pedro Adán Olivera, arrancado de su casa a las 4 de la madrugada.
Un grupo comando de entre siete y ocho militares y policías, irrumpió en la casa de Olivera y lo sacó con su mujer y cinco hijos al patio, para luego llevárselo al centro clandestino de detención que funcionó en el Instituto de Rehabilitación Social.
Según su hijo, entre los hombres armados que ejecutaron ese operativo iba Milani, quien habría exhibido un arma corta y le habría dicho a su padre que lo llevaban por averiguación de antecedentes.
A los tres días, Olivera padre fue liberado y dejado en su casa pero a raíz de la golpiza que había recibido estaba hemipléjico y, a los pocos meses, falleció.
En esa misma jornada los represores secuestraron a Ramón César en la municipalidad de La Rioja, donde trabajaba, y lo llevaron prisionero: "Me hicieron como simulacro de fusilamiento, en todo momento, al empezar el interrogatorio, era como que me iban a fusilar".
"Cuando me sacan a declarar, aparentemente, ellos me sacaron de la cárcel porque anduvieron mucho tiempo en vehículo, pero después me vuelven a la cárcel, yo creo que finalmente declaré en la cárcel. Me decían que yo tenía que colaborar, que ellos ya estaban en el Gobierno e iban a estar 40 años", declaró.
"Milani me dijo 'a vos te cortamos la carrera' aludiendo que me habían cortado la carrera de guerrillero", denunció en su declaración ante la justicia riojana Olivera, a quien los militares acusaban de integrar el trotskista Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
En varias oportunidades Milani se proclamó inocente y denunció la existencia de testigos falsos y "cosas muy jodidas" en la causa.
"Tengan la tranquilidad que el jefe del Ejército es absolutamente inocente de todos los cargos que me imputan y lo voy a demostrar en la Justicia", dijo.
Además de esta causa, al militar se lo vinculó con la desaparición del soldado Agapito Alfredo Ledo, ocurrida el 17 de junio de 1976, en Tucumán, durante el denominado "Operativo Independencia".
La familia de Ledo acusó al actual jefe del Ejército de estar implicado en la desaparición del joven conscripto.
Oficial del arma de ingenieros, Milani durante casi toda su carrera militar se especializó en el área de inteligencia y llegó a conducirla antes de llegar a ser jefe del Ejército.
Además, pesa contra él una denuncia por presunto enriquecimiento ilícito, causa a cargo del juez federal Daniel Rafecas, luego de que el programa televisivo "Periodismo Para Todos" destapara que el general cobra un sueldo de 15.000 pesos y, sin embargo, posee un lujoso chalet en el barrio La Horqueta, del partido de San Isidro, así como coches de alta gama y otros bienes, entre ellas cuatro propiedades en Cosquín, Córdoba. (DYN)
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