14 Marzo 2015
la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio
Nada mejor que planear lo que se espera pueda suceder. Cumplir el objetivo de un plan implica cumplir también metas previas. Y son ellas las que funcionan como indicativo que la historia se produce según lo planeado. “Se están dando los pasos esperados”, afirmó Guillermo Orduna. Como técnico de la selección argentina de voley femenina, él es el que planea.
Cuando arribó al cargo allá por 2012, el objetivo propuesto era llegar a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Más que objetivo, quizás una ambición, la misma que lo puso en sintonía con la dirigencia de la Federación Argentina de Voleibol (Feva). “El plan olímpico tiene dos etapas: clasificar para el Mundial y para los Panamericanos, como etapa intermedia. El próximo desafío para culminar el plan, es la clasificación olímpica”, planteó Orduna, que ya tachó las dos metas previas en la agenda “albiceleste”. “El equipo fue madurando, creciendo y lo demostró con resultados. Cumplió objetivos, así que estamos por el buen camino”, explicó Orduna.
La calma es característica en su modo de hablar. Pensar que es el guía de un equipo apodado “Las Panteras” no es fácil de imaginar. Seguramente, además de buen planeador, debe ser bueno equilibrando emociones intensas y reacciones del grupo que conduce. “Son mujeres argentinas”, definió Orduna que en más de una entrevista comparó a su equipo con “Las Leonas”. “‘Las Panteras’ también se dedican al deporte y, como la selección de hockey, se propusieron un objetivo en algún momento con Sergio Vigil y lograron resultados a nivel internacional. Hicieron un quiebre en su deporte”, describió. “Si lo logró un grupo de chicas argentinas en un deporte, no veo por qué ‘Las Panteras’ no puedan hacer lo mismo”, sintetizó.
Dueñas del hastag en la red social Twitter #UnidasxlaGARRA, “Las Panteras” ponen tesón en cada partido y son identificadas por ello. Pero Orduna tiene la visión técnica, radiográfica desde luego, de su equipo. “Debemos tener un juego inteligente, con margen de error escaso, con disciplina táctica porque no tenemos un juego muy fuerte en ataque. Achicando el margen de error, respetando el plan de juego, sabiendo lo que tiene que hacer cada jugadora y el equipo y sostener todo eso en los partidos largos, fue lo que nos llevó a tener los resultados”, analizó Orduna. Que el presente del voley femenino de selección sea más exitoso que en años previos tiene sustento en el trabajo iniciado por el cuerpo técnico que encabeza. Metieron mano, ajustaron piezas y tras una ausencia de 13 años en Mundiales lograron la clasificación. “No puedo comparar con lo que se hizo antes. Sé lo que hicimos nosotros, la forma de jugar que propusimos. Hay jugadoras que logramos afianzar y otras que incorporamos y todas ellas respondieron en lo individual y como equipo también”, reconoció.
Ahí también tuvieron que meter mano, sobre todo en la planificación. Sucede que varias jugadoras, a diferencia de años anteriores, ya juegan en ligas profesionales europeas. El ensamble en cada concentración no costó demasiado. “No hay mucha diferencia con las que juegan la liga local. Una de las cosas que hicimos cuando asumimos fue empezar a trabajar en marzo. Eso permitió que las que juegan en el país estuvieran dos meses trabajando en el Cenard. En mayo, cuando se incorporan las del exterior, las diferencias son mínimas”, detalló Orduna.
Cuando arribó al cargo allá por 2012, el objetivo propuesto era llegar a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Más que objetivo, quizás una ambición, la misma que lo puso en sintonía con la dirigencia de la Federación Argentina de Voleibol (Feva). “El plan olímpico tiene dos etapas: clasificar para el Mundial y para los Panamericanos, como etapa intermedia. El próximo desafío para culminar el plan, es la clasificación olímpica”, planteó Orduna, que ya tachó las dos metas previas en la agenda “albiceleste”. “El equipo fue madurando, creciendo y lo demostró con resultados. Cumplió objetivos, así que estamos por el buen camino”, explicó Orduna.
La calma es característica en su modo de hablar. Pensar que es el guía de un equipo apodado “Las Panteras” no es fácil de imaginar. Seguramente, además de buen planeador, debe ser bueno equilibrando emociones intensas y reacciones del grupo que conduce. “Son mujeres argentinas”, definió Orduna que en más de una entrevista comparó a su equipo con “Las Leonas”. “‘Las Panteras’ también se dedican al deporte y, como la selección de hockey, se propusieron un objetivo en algún momento con Sergio Vigil y lograron resultados a nivel internacional. Hicieron un quiebre en su deporte”, describió. “Si lo logró un grupo de chicas argentinas en un deporte, no veo por qué ‘Las Panteras’ no puedan hacer lo mismo”, sintetizó.
Dueñas del hastag en la red social Twitter #UnidasxlaGARRA, “Las Panteras” ponen tesón en cada partido y son identificadas por ello. Pero Orduna tiene la visión técnica, radiográfica desde luego, de su equipo. “Debemos tener un juego inteligente, con margen de error escaso, con disciplina táctica porque no tenemos un juego muy fuerte en ataque. Achicando el margen de error, respetando el plan de juego, sabiendo lo que tiene que hacer cada jugadora y el equipo y sostener todo eso en los partidos largos, fue lo que nos llevó a tener los resultados”, analizó Orduna. Que el presente del voley femenino de selección sea más exitoso que en años previos tiene sustento en el trabajo iniciado por el cuerpo técnico que encabeza. Metieron mano, ajustaron piezas y tras una ausencia de 13 años en Mundiales lograron la clasificación. “No puedo comparar con lo que se hizo antes. Sé lo que hicimos nosotros, la forma de jugar que propusimos. Hay jugadoras que logramos afianzar y otras que incorporamos y todas ellas respondieron en lo individual y como equipo también”, reconoció.
Ahí también tuvieron que meter mano, sobre todo en la planificación. Sucede que varias jugadoras, a diferencia de años anteriores, ya juegan en ligas profesionales europeas. El ensamble en cada concentración no costó demasiado. “No hay mucha diferencia con las que juegan la liga local. Una de las cosas que hicimos cuando asumimos fue empezar a trabajar en marzo. Eso permitió que las que juegan en el país estuvieran dos meses trabajando en el Cenard. En mayo, cuando se incorporan las del exterior, las diferencias son mínimas”, detalló Orduna.
Lo más popular