El juez Acosta se baja de un concurso y alivia al CAM

El juez Acosta se baja de un concurso y alivia al CAM

Vacante de la Cámara Penal de Apelaciones

12 Marzo 2015
El juez Guillermo Acosta desistió ayer de su postulación para cubrir una vocalía en la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción, concurso que él mismo había judicializado y por el que había obtenido ya fallos favorables.

En una nota dirigida a la presidenta del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM), Claudia Sbdar, el el juez de Instrucción de Concepción dio por concluido su conflicto con el organismo responsable de la selección de magistrados. “Desde la impugnación ha transcurrido casi un año y medio, con la cobertura del cargo concursado suspendida. Hasta ahora, los colegas me paran en la calle para felicitarme, pero si continúa la controversia esa prolongación del problema seguramente no será bien mirada por la gente”, planteó Acosta.

El magistrado había obtenido una sentencia favorable de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT), mediante la que condenó al órgano a calificar de nuevo un caso de la prueba de Acosta. Hace un par de semanas, el concursante se había mostrado satisfecho con el fallo, que confirmó la ignorancia del derecho que había achacado al jurado titular del concurso abierto hace dos años para seleccionar a una vocalía en la Cámara Penal de Apelaciones.

En la corrección fulminada por la Corte, Acosta había obtenido dos puntos sobre los 20 posibles para el caso 1. El aspirante necesitaba de todas esas unidades para luchar por un lugar en la terna provisoria que integran Juan Carlos Nacul, Gustavo Romagnoli y Enrique Pedicone.

En el texto remitido a Sbdar, el ahora ex concursante dijo estar al tanto de que el CAM no había hecho lugar a su último planteo. En él pedía la remisión a los miembros del jurado suplente de la totalidad de las pruebas escritas correspondientes al caso 1 del concurso, “a fin de que puedan cumplir con la sentencia de la Corte y efectuar una calificación justa, lógica, proporcionada y coherente”. Según había argumentado, esa era la única manera de terminar bien y pronto el proceso judicializado. No obstante, el CAM se mantuvo en la postura de enviar solamente la suya. “Con la resolución denegatoria del CAM se da entonces lo que vaticinaron mis abogados antes de iniciar el juicio, y por ello aconsejaban plantear la nulidad del concurso. Estaban plenamente seguros de que el juicio se ganaba, pero calcularon que si sólo se refería a la arbitrariedad de mi calificación, una nueva evaluación requería necesariamente la corrección de todas las pruebas, decisión que le correspondía al CAM”, añadió.

Acosta cuestionó severamente al Consejo Asesor, asegurando que le negó justicia, y ponderó el fallo de la Corte. Luego, justificó su decisión de no avanzar con el pleito en que su objetivo principal ya había sido cumplido: “significaría un año más de conflicto, de un proceso desgastante y estresante, y el cargo concursado continuaría sin cubrirse. El honor es uno solo; en cambio, concursos hubo muchos y habrá más. Hago votos para que el organismo, en el futuro, no repita errores como el que motivó este litigio y en lo sucesivo lleve a cabo concursos verdaderamente legales, imparciales y transparentes, que es para lo que fue creado”.

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