12 Marzo 2015
RESGUARDO. Los evacuados fueron trasladados al complejo Malvinas.
En unas horas los vecinos del barrio 2 de Abril de la ciudad de Lules vieron cómo el río comenzó a crecer y se llevó consigo vacas, tractores, árboles, garrafas y gigantescas piedras. Aunque estaba oscuro a las 2 de la madrugada de ayer, algunos de esos habitantes que tienen como vecino al río fueron testigos de la brutalidad del agua: se comió las barrancas, arrastró parte de unas casillas y destruyó un pilar del puente de la ruta 301. Eso ocasionó la caída de un terraplén de unos 10 metros aproximadamente. Por este motivo, hasta ayer estaba cortada la ruta desde la entrada a San Pablo (al norte).
“Parecía que se venía un terremoto por el ruido que hacía el río y por el desplome de una parte del puente. Ahí nos agarró el miedo. No sabíamos a dónde ir, pero lo bueno es que nos sacaron a tiempo, porque el río ya se había comido unos 10 metros de tierra de nuestro barrio. Lo malo es que ya no podemos volver: necesitamos un nuevo lugar a dónde instalarnos”, describió Martín Torres, uno de los vecinos del barrio 2 de Abril, de donde fueron evacuadas por el municipio local unas 38 familias. Esas personas fueron asistidas en el complejo de camioneros tucumanos Malvinas Argentinas, que está contiguo al barrio. “Tampoco estamos a salvo acá, porque en cualquier momento este lugar también desaparece por cómo viene de fuerte el río”, se preocupó Torres.
Durante la tarde de ayer, mujeres y niños (eran unos 105 en total, según datos del Municipio) fueron relocalizados a la escuela Cabo Primero Méndez, que estaba habilitada para funcionar como albergue.
Susana Giarratana, secretaria de Gobierno municipal, sostuvo que en las próximas horas se evaluarán los daños para saber qué familias deben ser reubicadas, ya que el margen del río está desbarrancándose y -por lo tanto- varios grupos familiares no podrán regresar a sus hogares. También detalló que los evacuados están recibiendo atención médica y que se les entregan colchones, comida y bebidas. Además, se organizaron actividades recreativas para los chicos.
Por otra parte, Ariel Soria, jefe de prensa del municipio, explicó que el agua también desmoronó el puente ferroviario (“es una lástima porque es parte de nuestro patrimonio”, dijo) y se llevó parte de la ruta 321, entre los kilómetros 2 y 3, que va a la Quebrada de Lules. También resaltó que el intendente César Dip decretó a Lules en “estado de emergencia hídrica y social”, y que por este motivo los estudiantes de la primaria y la secundaria no tendrán clases hoy (tampoco tuvieron ayer). “Desde la Municipalidad ayudamos a que esos evacuados desarmen sus casillas para que no las pierdan. Las tenemos desarmadas en galpones municipales. Una vez que se decida la reubicación, volveremos a ayudarlos a armar sus hogares”, comentó Soria. Sobre la caída del terraplén, aseguró que no se trató de una falla de la estructura del puente, sino que “el agua derribó un pilar y por ello se rompió la losa”.
Cintia Silva, otra evacuada, contó que fue la peor noche de su vida: el miedo de que el agua se lleve su casa la mantuvo despierta toda la noche: “las defensas no están hace rato y ya lo habíamos advertido tiempo atrás. Nos tienen que llevar de acá urgente. No podemos vivir en vela”.
“Parecía que se venía un terremoto por el ruido que hacía el río y por el desplome de una parte del puente. Ahí nos agarró el miedo. No sabíamos a dónde ir, pero lo bueno es que nos sacaron a tiempo, porque el río ya se había comido unos 10 metros de tierra de nuestro barrio. Lo malo es que ya no podemos volver: necesitamos un nuevo lugar a dónde instalarnos”, describió Martín Torres, uno de los vecinos del barrio 2 de Abril, de donde fueron evacuadas por el municipio local unas 38 familias. Esas personas fueron asistidas en el complejo de camioneros tucumanos Malvinas Argentinas, que está contiguo al barrio. “Tampoco estamos a salvo acá, porque en cualquier momento este lugar también desaparece por cómo viene de fuerte el río”, se preocupó Torres.
Durante la tarde de ayer, mujeres y niños (eran unos 105 en total, según datos del Municipio) fueron relocalizados a la escuela Cabo Primero Méndez, que estaba habilitada para funcionar como albergue.
Susana Giarratana, secretaria de Gobierno municipal, sostuvo que en las próximas horas se evaluarán los daños para saber qué familias deben ser reubicadas, ya que el margen del río está desbarrancándose y -por lo tanto- varios grupos familiares no podrán regresar a sus hogares. También detalló que los evacuados están recibiendo atención médica y que se les entregan colchones, comida y bebidas. Además, se organizaron actividades recreativas para los chicos.
Por otra parte, Ariel Soria, jefe de prensa del municipio, explicó que el agua también desmoronó el puente ferroviario (“es una lástima porque es parte de nuestro patrimonio”, dijo) y se llevó parte de la ruta 321, entre los kilómetros 2 y 3, que va a la Quebrada de Lules. También resaltó que el intendente César Dip decretó a Lules en “estado de emergencia hídrica y social”, y que por este motivo los estudiantes de la primaria y la secundaria no tendrán clases hoy (tampoco tuvieron ayer). “Desde la Municipalidad ayudamos a que esos evacuados desarmen sus casillas para que no las pierdan. Las tenemos desarmadas en galpones municipales. Una vez que se decida la reubicación, volveremos a ayudarlos a armar sus hogares”, comentó Soria. Sobre la caída del terraplén, aseguró que no se trató de una falla de la estructura del puente, sino que “el agua derribó un pilar y por ello se rompió la losa”.
Cintia Silva, otra evacuada, contó que fue la peor noche de su vida: el miedo de que el agua se lleve su casa la mantuvo despierta toda la noche: “las defensas no están hace rato y ya lo habíamos advertido tiempo atrás. Nos tienen que llevar de acá urgente. No podemos vivir en vela”.
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