Por Gustavo Rodríguez
12 Marzo 2015
EN PLENA TAREA. En San Salvador, el “Negro Anta” produce los equipos de pesca para vender.
“Los pejerreyes tucumanos son de muy buen porte, pero tendrían que cuidarlos un poco más por el bien de la especie”, pide Néstor Julio Castro, conocido a nivel nacional como “El Negro” Anta, pescador de primer nivel y fabricante artesanal de artículos para la captura de las “flechas de plata”.
El fin de semana pasado el jujeño visitó nuestra provincia para participar de una nueva edición de la Copa Amistad, concurso que enfrentan a los deportistas del Club de Pesca y Caza de la UNT y de Pesca y Náutica de Concepción. “Para mí es un honor estar acá, lugar donde tengo la dicha de conquistar grandes amigos”, explica el jujeño en una charla con LG Deportiva.
- ¿Qué te dio la pesca?
- Muchísimas cosas, pero fundamentalmente amigos en todo el país. Lo mejor que tiene este deporte es que invita a cosechar amistades. Por eso no tenemos problemas en venir hasta acá, compartir con algunos amigos y disfrutar de una jornada de pesca diferente. He viajado por el país, compartido con otros monstruos como el cordobés Miguel Romero. Por eso siempre digo que cada excursión que realizo vuelvo a Jujuy con un amigo nuevo y una anécdota diferente para contar.
- En esta provincia hay una polémica con los concursos porque creen que se castiga a los sitios pesqueros…
- Nada que ver. Los que depredan son las personas que usan redes y trasmallos. A esos hay que perseguirlos porque me consta que muchos furtivos vienen a Tucumán a buscar pejerreyes para venderlos en Salta y en Jujuy.
El “Negro Anta” es conocido a nivel nacional como pescador. A lo largo de su trayectoria, ha cosechado 193 trofeos y 23 plaquetas (dice que las cuenta porque cada una tiene una historia particular). Concursó en Buenos Aires, Catamarca, Corrientes, Salta, Jujuy, San Juan, Mendoza, San Luis y Córdoba, entre otras provincias. Tantos viajes, tantas experiencias, le sirvieron para transformarse en un artesano del rubro. Sus productos se venden bajo el nombre “Boyas Anta”.
- ¿Hace cuánto te dedicás a esta actividad?
- Empecé hace unos 30 años y desde ahí no paré. Generalmente los vendo en los concursos y soy proveedor de los negocios de pesca de toda la región. No vivo con esto, pero al menos me deja una satisfacción enorme.
- ¿Por qué?
- Cada equipo que armo me deja una enseñanza para el futuro. Es un resumen de una experiencia y puede transformarse en todo un aprendizaje cuando lo probás.
- ¿Cuántos equipos inventaste?
- Entre 20 y 35. Son muchos. Por ejemplo, se usan unas 15 clases de balancines para distintas variedades de flote y de profundidad.
- ¿Cuál es tu última invención?
- Se llama “Bigotudo dobletero”, que no es otra cosa más que un equipo ultraliviano para la pesca de flote y sirve para capturar pejerreyes que estén cazando su comida..
- ¿Cuáles son los mejores?
- No hay uno en particular. Depende de las circunstancias y el lugar donde se encuentre. En Tucumán, por ejemplo, se utiliza mucho la “Boya Anclada” y la “Boya Trabajando”. En Jujuy, cuando pescamos embarcados utilizamos el ”Paternoster con Boya” y la “Aguja Cazadora”. En Cabra Corral, “La Plumita” y “El Loquito”. En Campo Alegre, el “Tirón” y el “Torombolo”. En el dique Las Maderas, “Balancín ultraliviano” y el “Bigotudo”. Son varios y el secreto está en saber elegirlos en el momento justo.
Castro está casado con Albina Díaz y es padre de tres hijos: Marcela, Claudia y Judith. Su vida pasa en torno a la pesca. Los que lo conocen juran que de lunes a jueves se la pasa encerrado en su taller desde las 15 hasta las 5 de la mañana. Sólo se detiene para tomar mates con su esposa y recibir a sus amigos. Viernes, sábados y domingos, los tiene destinados a la pesca.
- ¿Vivís de la pesca?
- No para nada. Desde hace 45 años es un hobby. Lo que hago me permite recorrer el país cosechando amigos y viviendo experiencias inolvidables.
- ¿Estás cerca de retirarte?
- Ni pienso en eso. Creo que la muerte será lo único que me detendrá.
El fin de semana pasado el jujeño visitó nuestra provincia para participar de una nueva edición de la Copa Amistad, concurso que enfrentan a los deportistas del Club de Pesca y Caza de la UNT y de Pesca y Náutica de Concepción. “Para mí es un honor estar acá, lugar donde tengo la dicha de conquistar grandes amigos”, explica el jujeño en una charla con LG Deportiva.
- ¿Qué te dio la pesca?
- Muchísimas cosas, pero fundamentalmente amigos en todo el país. Lo mejor que tiene este deporte es que invita a cosechar amistades. Por eso no tenemos problemas en venir hasta acá, compartir con algunos amigos y disfrutar de una jornada de pesca diferente. He viajado por el país, compartido con otros monstruos como el cordobés Miguel Romero. Por eso siempre digo que cada excursión que realizo vuelvo a Jujuy con un amigo nuevo y una anécdota diferente para contar.
- En esta provincia hay una polémica con los concursos porque creen que se castiga a los sitios pesqueros…
- Nada que ver. Los que depredan son las personas que usan redes y trasmallos. A esos hay que perseguirlos porque me consta que muchos furtivos vienen a Tucumán a buscar pejerreyes para venderlos en Salta y en Jujuy.
El “Negro Anta” es conocido a nivel nacional como pescador. A lo largo de su trayectoria, ha cosechado 193 trofeos y 23 plaquetas (dice que las cuenta porque cada una tiene una historia particular). Concursó en Buenos Aires, Catamarca, Corrientes, Salta, Jujuy, San Juan, Mendoza, San Luis y Córdoba, entre otras provincias. Tantos viajes, tantas experiencias, le sirvieron para transformarse en un artesano del rubro. Sus productos se venden bajo el nombre “Boyas Anta”.
- ¿Hace cuánto te dedicás a esta actividad?
- Empecé hace unos 30 años y desde ahí no paré. Generalmente los vendo en los concursos y soy proveedor de los negocios de pesca de toda la región. No vivo con esto, pero al menos me deja una satisfacción enorme.
- ¿Por qué?
- Cada equipo que armo me deja una enseñanza para el futuro. Es un resumen de una experiencia y puede transformarse en todo un aprendizaje cuando lo probás.
- ¿Cuántos equipos inventaste?
- Entre 20 y 35. Son muchos. Por ejemplo, se usan unas 15 clases de balancines para distintas variedades de flote y de profundidad.
- ¿Cuál es tu última invención?
- Se llama “Bigotudo dobletero”, que no es otra cosa más que un equipo ultraliviano para la pesca de flote y sirve para capturar pejerreyes que estén cazando su comida..
- ¿Cuáles son los mejores?
- No hay uno en particular. Depende de las circunstancias y el lugar donde se encuentre. En Tucumán, por ejemplo, se utiliza mucho la “Boya Anclada” y la “Boya Trabajando”. En Jujuy, cuando pescamos embarcados utilizamos el ”Paternoster con Boya” y la “Aguja Cazadora”. En Cabra Corral, “La Plumita” y “El Loquito”. En Campo Alegre, el “Tirón” y el “Torombolo”. En el dique Las Maderas, “Balancín ultraliviano” y el “Bigotudo”. Son varios y el secreto está en saber elegirlos en el momento justo.
Castro está casado con Albina Díaz y es padre de tres hijos: Marcela, Claudia y Judith. Su vida pasa en torno a la pesca. Los que lo conocen juran que de lunes a jueves se la pasa encerrado en su taller desde las 15 hasta las 5 de la mañana. Sólo se detiene para tomar mates con su esposa y recibir a sus amigos. Viernes, sábados y domingos, los tiene destinados a la pesca.
- ¿Vivís de la pesca?
- No para nada. Desde hace 45 años es un hobby. Lo que hago me permite recorrer el país cosechando amigos y viviendo experiencias inolvidables.
- ¿Estás cerca de retirarte?
- Ni pienso en eso. Creo que la muerte será lo único que me detendrá.
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