10 Marzo 2015
“LEVIATÁN”. La película rusa compitió por el Oscar este año, y se verá mañana en el Ente.
Muchas cosas están cambiando en el mundo de los cine clubes. Al espacio tradicional reservado para los filmes consagrados y que resistieron el paso del tiempo se suman ciclos sobre temáticas o autores específicos e incluso estrenos de películas nuevas. La oferta se multiplica en espacios públicos y privados, con la posibilidad de ver películas con entrada libre y gratuita, aunque elegidas con un criterio muy dispar, según el relevamiento que efectuó LA GACETA entre algunos organizadores.
En algo coinciden los consultados: en las últimas dos décadas hubo un fuerte cambio en el criterio de las proyecciones, ya que las salas comerciales no compiten entre sí, sino que todas exhiben las mismas producciones, recibidas del mismo distribuidor. Actualmente hay 19 salas funcionando en cuatro complejos de cines comerciales, cifra superior a las que existían años atrás, en la época en que todavía sobrevivían el Rex, Metro, 25 de Mayo, Plaza, Cineteca y Candilejas, sólo por mencionar los del radio del microcentro (la cantidad crecía exponencialmente en los barrios). En total, se exhiben 16 películas, pero 10 de ellas en un solo horario en cada lugar.
Este cambio en la oferta cultural dejó de lado prácticamente en su totalidad a las cintas europeas, aunque hayan sido ganadoras del Oscar (por ejemplo, la italiana “La gran belleza”, de Paolo Sorrentino, no pasó por el circuito tradicional, sino que sólo se la pudo ver en una funciones aislada en el Teatro El Pulmón, en el ciclo que habitualmente se desarrolla a partir de octubre). Tampoco hay ya un lugar para las retrospectivas de cine de autor, y las reposiciones se limitan a éxitos garantizados como “Relatos salvajes”, que volvió a cartel a partir de su candidatura al Oscar al mejor filme en habla no inglesa de este año.
Por este motivo, el refugio del cine club crece en interés y en público, más allá de los vaivenes y diferentes objetivos que se evidencian en las opiniones recogidas de los expertos. En definitiva, todos apuestan por lo mismo: el crecimiento del número de expectadores que gusten de una buena película, sin la necesidad de que venga acompañada de pochoclo y gaseosa.
En el ámbito estatal, hoy comienza a las 21 la actividad en la sala Hynes O’Connor (San Martín 251, en el Ente Cultural de Tucumán), con el grupo La Linterna Mágica que coordina Lalo Ruiz Pesce, y la gran película “De dioses y hombres”, de Xavier Beauvois. Un espacio ya tradicional es Patio Lorca (avenida Alem 222), donde hoy se proyectará “El sirviente”, de Joseph Losey, en Cine sin Fronteras. El jueves, en el bar Aureliano Buendía (Córdoba 1.059) sigue un ciclo dedicado al director japonés Hayao Miyazaki, mientras que la Caja Popular de Ahorros comenzará con sus proyecciones el 9 de abril.
POR EL PÚBLICO
Gaspar Risco Fernández piensa en el espectador
Uno de los mayores expertos de cine en Tucumán, Gaspar Risco Fernández, reclama que se piense en la gente al programar un ciclo. “No se lo debe organizar como un mero entretenimiento sino como una experiencia de comunicación que lleve a la educación del público, para que luego elija qué ver según un criterio estético y de calidad”, sostiene. La Linterna Mágica, dice, ofrece filmes de primerísimo nivel. “No nos interesa que sea inmediato en el tiempo, sino lo más serio y profundo del cine, que hayan hecho historia y no dependan de una moda. Nos parece bien que haya muchos cine clubes y que cada uno le proponga al público un aspecto especial”, puntualiza.
SIN FRONTERAS
Ovejero elige el éxito o la calidad
“Mi concepto es pasar películas que han trascendido por el éxito que tuvieron, más allá de sus valores artísticos, o por su calidad cinematográfica, no por género, por época ni por realizadores”, afirma Gustavo Ovejero. El responsable del ciclo Cine sin Fronteras (en Patio Lorca) ejemplificó con “Love history”, una película menor que fue consagrada en la taquilla de su momento. No lo guían los premios: “el Oscar privilegia a los grandes espectáculos por sobre el arte”. “Es muy común que no lleguen grandes filmes, porque tenemos pocas salas y el cine de EEUU fue fagocitando la producción europea. Siempre fue una industria, pero antes había grandes talentos filmando”, sostiene.
DEBATES
García apuesta a un cine con mensaje social
Miguel García define al cine como su pasión, y este jueves lo disfrutará el doble, cuando comience su séptimo año el ciclo de debates en el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas. “Me caracterizo por dar películas que no llegan, desgraciadamente, al circuito comercial y algunas veces ni siquiera a Buenos Aires, porque las grandes cadenas están dominadas por los tanques norteamericanos que llevan mucha gente”, lamenta. Bioquímico de profesión, señala que su objetivo es recuperar el espíritu de una Cineteca o de un cine arte, con un espacio especial para la discusión. “Trato de que no sean películas intelectuales, porque el cine no es para cosas muy difíciles: lo que más me interesa es el mensaje social”, apunta.
CINERD
Quiroga ofrece comedias del quilombo
“Vamos en contra de la industria, no del cine. Estamos a favor de que la gente vea cine”, explica Bernabé Quiroga, quien conduce los jueves el ciclo Cinerd en el Ente Cultural de Tucumán. “La nuestra es una propuesta temática, que se titula en su primer mes ‘Las comedias del quilombo’. Vamos a proyectar películas humorísticas muy polémicas, cuyos estrenos fueron cancelados en muchos casos por tonteras”, afirma. A su criterio, está cambiando el panorama de los ciclos de cine, porque permiten ver filmes que nunca van a llegar a las salas porque las distribuidoras no lo permiten: “se está yendo hacia un lugar distinto, con propuestas que no son solemnes ni en blanco y negro, sino películas poco conocidas”.
FRIKI
Autores inusuales para todo público
“Queremos incentivar al público a conocer otros autores y otras ramas del cine con productos orientados a toda la familia”, señala Damián Andrés Muñoz, a cargo del ciclo Cine Friki, que se verá los viernes en el Ente, con el apoyo del Círculo Sardo y en castellano. Uno de sus objetivos es transmitir un mensaje y hacer pensar al público con un debate posterior a la proyección sobre el director, su estilo y su propuesta. Su primera función del año será con el animé “Wolf children”. “Pero vamos a proyectar todo tipo de cine raro o inusual, que sólo hay que saber buscarlo -anuncia-. Estamos perdiendo el contacto intercultural con muchos países porque no recibimos sus producciones”.
ABCINE
“Nos jugamos por lo distinto”, dice Villalba
No hace un mes, “Leviatán” pujó por el Oscar a la mejor película extranjera y mañana se la podrá ver, gratis, en el Ente Cultural. “Nuestra apuesta en ABCine es jugarnos por un cine distinto, actual, de primerísimo nivel y con reconocimiento global, que no llega a las salas”, precisa Marcelo Villalba. “El principal cambio es el desarrollo tecnológico y la accesibilidad que se tiene, antes que el hábito cultural”, dice. Villalba marca diferencias con el pasado: “antes yo me ponía la camiseta de un cine club, e iba a ver lo que diesen, sea lo que sea; hoy, la gente elige la película que va a ir a ver y hay una mayor oferta con más ciclos por suerte, lo que aumenta la exigencia”.
En algo coinciden los consultados: en las últimas dos décadas hubo un fuerte cambio en el criterio de las proyecciones, ya que las salas comerciales no compiten entre sí, sino que todas exhiben las mismas producciones, recibidas del mismo distribuidor. Actualmente hay 19 salas funcionando en cuatro complejos de cines comerciales, cifra superior a las que existían años atrás, en la época en que todavía sobrevivían el Rex, Metro, 25 de Mayo, Plaza, Cineteca y Candilejas, sólo por mencionar los del radio del microcentro (la cantidad crecía exponencialmente en los barrios). En total, se exhiben 16 películas, pero 10 de ellas en un solo horario en cada lugar.
Este cambio en la oferta cultural dejó de lado prácticamente en su totalidad a las cintas europeas, aunque hayan sido ganadoras del Oscar (por ejemplo, la italiana “La gran belleza”, de Paolo Sorrentino, no pasó por el circuito tradicional, sino que sólo se la pudo ver en una funciones aislada en el Teatro El Pulmón, en el ciclo que habitualmente se desarrolla a partir de octubre). Tampoco hay ya un lugar para las retrospectivas de cine de autor, y las reposiciones se limitan a éxitos garantizados como “Relatos salvajes”, que volvió a cartel a partir de su candidatura al Oscar al mejor filme en habla no inglesa de este año.
Por este motivo, el refugio del cine club crece en interés y en público, más allá de los vaivenes y diferentes objetivos que se evidencian en las opiniones recogidas de los expertos. En definitiva, todos apuestan por lo mismo: el crecimiento del número de expectadores que gusten de una buena película, sin la necesidad de que venga acompañada de pochoclo y gaseosa.
En el ámbito estatal, hoy comienza a las 21 la actividad en la sala Hynes O’Connor (San Martín 251, en el Ente Cultural de Tucumán), con el grupo La Linterna Mágica que coordina Lalo Ruiz Pesce, y la gran película “De dioses y hombres”, de Xavier Beauvois. Un espacio ya tradicional es Patio Lorca (avenida Alem 222), donde hoy se proyectará “El sirviente”, de Joseph Losey, en Cine sin Fronteras. El jueves, en el bar Aureliano Buendía (Córdoba 1.059) sigue un ciclo dedicado al director japonés Hayao Miyazaki, mientras que la Caja Popular de Ahorros comenzará con sus proyecciones el 9 de abril.
POR EL PÚBLICO
Gaspar Risco Fernández piensa en el espectador
Uno de los mayores expertos de cine en Tucumán, Gaspar Risco Fernández, reclama que se piense en la gente al programar un ciclo. “No se lo debe organizar como un mero entretenimiento sino como una experiencia de comunicación que lleve a la educación del público, para que luego elija qué ver según un criterio estético y de calidad”, sostiene. La Linterna Mágica, dice, ofrece filmes de primerísimo nivel. “No nos interesa que sea inmediato en el tiempo, sino lo más serio y profundo del cine, que hayan hecho historia y no dependan de una moda. Nos parece bien que haya muchos cine clubes y que cada uno le proponga al público un aspecto especial”, puntualiza.
SIN FRONTERAS
Ovejero elige el éxito o la calidad
“Mi concepto es pasar películas que han trascendido por el éxito que tuvieron, más allá de sus valores artísticos, o por su calidad cinematográfica, no por género, por época ni por realizadores”, afirma Gustavo Ovejero. El responsable del ciclo Cine sin Fronteras (en Patio Lorca) ejemplificó con “Love history”, una película menor que fue consagrada en la taquilla de su momento. No lo guían los premios: “el Oscar privilegia a los grandes espectáculos por sobre el arte”. “Es muy común que no lleguen grandes filmes, porque tenemos pocas salas y el cine de EEUU fue fagocitando la producción europea. Siempre fue una industria, pero antes había grandes talentos filmando”, sostiene.
DEBATES
García apuesta a un cine con mensaje social
Miguel García define al cine como su pasión, y este jueves lo disfrutará el doble, cuando comience su séptimo año el ciclo de debates en el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas. “Me caracterizo por dar películas que no llegan, desgraciadamente, al circuito comercial y algunas veces ni siquiera a Buenos Aires, porque las grandes cadenas están dominadas por los tanques norteamericanos que llevan mucha gente”, lamenta. Bioquímico de profesión, señala que su objetivo es recuperar el espíritu de una Cineteca o de un cine arte, con un espacio especial para la discusión. “Trato de que no sean películas intelectuales, porque el cine no es para cosas muy difíciles: lo que más me interesa es el mensaje social”, apunta.
CINERD
Quiroga ofrece comedias del quilombo
“Vamos en contra de la industria, no del cine. Estamos a favor de que la gente vea cine”, explica Bernabé Quiroga, quien conduce los jueves el ciclo Cinerd en el Ente Cultural de Tucumán. “La nuestra es una propuesta temática, que se titula en su primer mes ‘Las comedias del quilombo’. Vamos a proyectar películas humorísticas muy polémicas, cuyos estrenos fueron cancelados en muchos casos por tonteras”, afirma. A su criterio, está cambiando el panorama de los ciclos de cine, porque permiten ver filmes que nunca van a llegar a las salas porque las distribuidoras no lo permiten: “se está yendo hacia un lugar distinto, con propuestas que no son solemnes ni en blanco y negro, sino películas poco conocidas”.
FRIKI
Autores inusuales para todo público
“Queremos incentivar al público a conocer otros autores y otras ramas del cine con productos orientados a toda la familia”, señala Damián Andrés Muñoz, a cargo del ciclo Cine Friki, que se verá los viernes en el Ente, con el apoyo del Círculo Sardo y en castellano. Uno de sus objetivos es transmitir un mensaje y hacer pensar al público con un debate posterior a la proyección sobre el director, su estilo y su propuesta. Su primera función del año será con el animé “Wolf children”. “Pero vamos a proyectar todo tipo de cine raro o inusual, que sólo hay que saber buscarlo -anuncia-. Estamos perdiendo el contacto intercultural con muchos países porque no recibimos sus producciones”.
ABCINE
“Nos jugamos por lo distinto”, dice Villalba
No hace un mes, “Leviatán” pujó por el Oscar a la mejor película extranjera y mañana se la podrá ver, gratis, en el Ente Cultural. “Nuestra apuesta en ABCine es jugarnos por un cine distinto, actual, de primerísimo nivel y con reconocimiento global, que no llega a las salas”, precisa Marcelo Villalba. “El principal cambio es el desarrollo tecnológico y la accesibilidad que se tiene, antes que el hábito cultural”, dice. Villalba marca diferencias con el pasado: “antes yo me ponía la camiseta de un cine club, e iba a ver lo que diesen, sea lo que sea; hoy, la gente elige la película que va a ir a ver y hay una mayor oferta con más ciclos por suerte, lo que aumenta la exigencia”.
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