09 Marzo 2015
CERCA DE LARGAR. La grilla de partida: Pablo Ortega y su Renault Clio aparecen en primer plano; Lucas Mohamed y su VW Gol Trend atrás. En carrera el orden cambió. credito xxxxxxxx
LAS TERMAS (Enviado especial Carlos Werner).- Bitácora del domingo 8 de marzo de 2015. Autódromo de Las Termas. Fecha 2 de la Clase 2 del Turismo Nacional...
A las 9. Lucas Mohamed despertó entre ruido de motores, la cabeza hecha un amasijo ante el mar de dudas que le representaba largar la inminente final desde el segundo puesto, con un auto aún en estado experimental. Se calma y al rato se va al box, donde su gente ya está esperándolo para brindarle una cálida recepción.
A las 10.30. Pablo Ortega vio la luz del día, ansioso y expectante por lo que estaba por vivir: largar por primera vez desde la punta en la clase menor. A eso de las 11 llegó al box, saludando a todos, la sonrisa de oreja a oreja.
11.25. Los tucumanos llamados a asumir protagonismo absoluto en la final inician la parte final de su aprestamiento. Buzo, casco, botitas, todo de punta en blanco.
11.45. Se encienden motores de 33 de los 34 protagonistas y los coches comienzan a formar fila en el playón posterior de boxes. ¿Quién falta? Mohamed. Suena la alarma. “No arranca el motor”. El rumor se expande. ¿Qué hacer? En el equipo hacen un rápido análisis y es “Lito”, papá del piloto y motorista, el que descubre el problema: un elemento eléctrico quedó desconectado desde la verificación técnica del sábado. Ajuste y ¡brum, brum, brum! Hay alivio.
11.50. Hora señalada de comienzo de carrera, y nada. Cuestión de la televisión, dicen. La demora no hace más que potenciar la ansiedad. Mientras, el calor empieza a hacer estragos.
12.01. Los coches salen a pista. Dan la vuelta de calentamiento y se instalan en el cajón de grilla que les corresponde. Llega primero Pablo; señales de OK de sus mecánicos, sonrisas de familiares y amigos, una nota final para la TV. Arriba Lucas y sus asistentes comprueban que todo está en orden. Un reportaje para la transmisión televisiva, fotos. ¡No va más! Hay que cerrar las puertas de los autos y despejar la pista. Tum tum, tum tum. Los corazones también se aceleran.
12.03. Empieza la vuelta previa. Todos en su lugar. Se viene el gran momento, se viene la carrera.
12.06. Semáforo rojo que se apaga y....¡Largaron! Ortega y Mohamed salen perfecto, el yerbabuenense busca un espacio, el capitalino no se lo deja. El 1-2 de la largada se mantiene.
12.12. Lucas lo busca a Pablo. Pasan casi soldados en la recta. ¿El resto de los competidores? A seguir participando. Los dos tucumanos se “comen” la pista.
12.14. Cuarta vuelta, última parte del circuito. El acoso rinde frutos para Mohamed: un pequeño error de Ortega en un frenaje, el piloto del auto N°2 ve luz y se sube a la punta. Se escucha un estruendo en las tribunas.
12.20. Primer auto de seguridad. Volver a empezar en una lucha que no tenía final, ni treguas.
12.25. Lucas mantiene la cima. Saca distancia en las rectas, Pablo se acerca en lo trabado. Y aunque parece tener dominada la situación, no puede distraerse.
12.29. Otro auto de seguridad. Otra vez a descargar tensiones. Y el calor que ya no se aguanta.
12.31. Vuelve la carrera. Esta vez, sí, es a todo o nada. Pero aunque hay luchar por el N°1, los dos magníficos tucumanos se respetan y hacen del espectáculo un lujo.
12.41. Vuelta final. Son ellos, “Luquitas” y “Pabloso” los que están a punto de ponerle la firma a una carrera tremenda, memorable para la historia del deporte tucumano
12.43. Bandera a cuadros. Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir. En las tribunas la gente está de pie. Alguien lanza un ¡Tucumán, Tucumán!
12.46. Mohamed y Ortega llegan a la calle de boxes. Abrazos, lágrimas, fotos, reportajes, brazos en alto y la TV que dicta las reglas. ¡A correr al podio!
12.48. Lucas, al límite del aguante físico por el calor, sufre una leve indisposición antes del podio. Lo auxilian, se recupera.
12.49. La imagen más esperada. Tucumán copa el podio. Momento único, histórico, emocionante.
12.55. Conferencia de prensa. Lucas y Pablo intercambian elogios. Hay emoción. Y felicidad.
13.35. Ortega vuelve a su box. Un bocanada de cariño lo espera.
13.55. A más de una hora del final de la carrera, Mohamed logra llegar a su box. Pasó por una maraña de reportajes, pedidos de fotos, saludos. Lo esperan unas 500 personas. Para todos, él es un héroe.
A las 9. Lucas Mohamed despertó entre ruido de motores, la cabeza hecha un amasijo ante el mar de dudas que le representaba largar la inminente final desde el segundo puesto, con un auto aún en estado experimental. Se calma y al rato se va al box, donde su gente ya está esperándolo para brindarle una cálida recepción.
A las 10.30. Pablo Ortega vio la luz del día, ansioso y expectante por lo que estaba por vivir: largar por primera vez desde la punta en la clase menor. A eso de las 11 llegó al box, saludando a todos, la sonrisa de oreja a oreja.
11.25. Los tucumanos llamados a asumir protagonismo absoluto en la final inician la parte final de su aprestamiento. Buzo, casco, botitas, todo de punta en blanco.
11.45. Se encienden motores de 33 de los 34 protagonistas y los coches comienzan a formar fila en el playón posterior de boxes. ¿Quién falta? Mohamed. Suena la alarma. “No arranca el motor”. El rumor se expande. ¿Qué hacer? En el equipo hacen un rápido análisis y es “Lito”, papá del piloto y motorista, el que descubre el problema: un elemento eléctrico quedó desconectado desde la verificación técnica del sábado. Ajuste y ¡brum, brum, brum! Hay alivio.
11.50. Hora señalada de comienzo de carrera, y nada. Cuestión de la televisión, dicen. La demora no hace más que potenciar la ansiedad. Mientras, el calor empieza a hacer estragos.
12.01. Los coches salen a pista. Dan la vuelta de calentamiento y se instalan en el cajón de grilla que les corresponde. Llega primero Pablo; señales de OK de sus mecánicos, sonrisas de familiares y amigos, una nota final para la TV. Arriba Lucas y sus asistentes comprueban que todo está en orden. Un reportaje para la transmisión televisiva, fotos. ¡No va más! Hay que cerrar las puertas de los autos y despejar la pista. Tum tum, tum tum. Los corazones también se aceleran.
12.03. Empieza la vuelta previa. Todos en su lugar. Se viene el gran momento, se viene la carrera.
12.06. Semáforo rojo que se apaga y....¡Largaron! Ortega y Mohamed salen perfecto, el yerbabuenense busca un espacio, el capitalino no se lo deja. El 1-2 de la largada se mantiene.
12.12. Lucas lo busca a Pablo. Pasan casi soldados en la recta. ¿El resto de los competidores? A seguir participando. Los dos tucumanos se “comen” la pista.
12.14. Cuarta vuelta, última parte del circuito. El acoso rinde frutos para Mohamed: un pequeño error de Ortega en un frenaje, el piloto del auto N°2 ve luz y se sube a la punta. Se escucha un estruendo en las tribunas.
12.20. Primer auto de seguridad. Volver a empezar en una lucha que no tenía final, ni treguas.
12.25. Lucas mantiene la cima. Saca distancia en las rectas, Pablo se acerca en lo trabado. Y aunque parece tener dominada la situación, no puede distraerse.
12.29. Otro auto de seguridad. Otra vez a descargar tensiones. Y el calor que ya no se aguanta.
12.31. Vuelve la carrera. Esta vez, sí, es a todo o nada. Pero aunque hay luchar por el N°1, los dos magníficos tucumanos se respetan y hacen del espectáculo un lujo.
12.41. Vuelta final. Son ellos, “Luquitas” y “Pabloso” los que están a punto de ponerle la firma a una carrera tremenda, memorable para la historia del deporte tucumano
12.43. Bandera a cuadros. Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir. En las tribunas la gente está de pie. Alguien lanza un ¡Tucumán, Tucumán!
12.46. Mohamed y Ortega llegan a la calle de boxes. Abrazos, lágrimas, fotos, reportajes, brazos en alto y la TV que dicta las reglas. ¡A correr al podio!
12.48. Lucas, al límite del aguante físico por el calor, sufre una leve indisposición antes del podio. Lo auxilian, se recupera.
12.49. La imagen más esperada. Tucumán copa el podio. Momento único, histórico, emocionante.
12.55. Conferencia de prensa. Lucas y Pablo intercambian elogios. Hay emoción. Y felicidad.
13.35. Ortega vuelve a su box. Un bocanada de cariño lo espera.
13.55. A más de una hora del final de la carrera, Mohamed logra llegar a su box. Pasó por una maraña de reportajes, pedidos de fotos, saludos. Lo esperan unas 500 personas. Para todos, él es un héroe.
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