06 Marzo 2015
EMPUJE. Los forwards “naranjitas” con la máquina de scrum, observados por un entendido en el tema como Ricardo Le Fort. la gaceta / foto de antonio ferroni
Que la breve historia del Campeonato Argentino Juvenil M17 2013 haya tenido el mejor de los desenlaces para Tucumán, no obsta a que la introducción y el nudo sea un recuerdo que los entrenadores del seleccionado “naranjita”, Mariano Fernández, Mariano Odstrcil y Bernabé Alzabé prefieran no tener que revivir. Y es que todo debió armarse sobre la marcha, casi de la noche a la mañana, trabajando contrarreloj, sin tiempo de pulir más que lo estrictamente necesario y de evaluar detenidamente, como requiere la difícil tarea de seleccionar. Esto es, de elegir quiénes juegan y quiénes se quedan afuera.
Sí, Tucumán obtuvo el título, pero tanto como el trabajo tuvieron que ver el talento innato de los jugadores tucumanos y una dosis de fortuna. Se sabe, a la suerte no hay que tentarla, así que para evitar dejar cosas libradas al azar otra vez, desde ese mismo año se comenzó a preparar el plantel “naranjita” que jugará el Argentino Juvenil M18 en abril.
“Empezamos con más de 70 chicos del programa de promesas 2013, efectuando mediciones periódicas. El año pasado, en base a esas mediciones, hicimos dos cortes y quedamos con 45, de los cuales ahora quedan 35, tras otro corte que hicimos esta semana. Una semana antes del torneo, habrá un último corte y quedarán los 30 que competirán”, reveló Fernández.
“En aquel Argentino de 2013, nos tocó tomar el equipo con muy poca anticipación. Por eso esta vez decidimos trabajar con una buena planificación, que nos permita ver la evolución de los chicos. Nos puede ir bien, como nos puede ir mal, pero no se podrá decir que faltó trabajo o planificación. Estoy muy conforme con todo lo que se hizo hasta acá”, aseguró el entrenador, que junto al plantel tendrá este fin de semana la primera de dos concentraciones programadas en el Cedar.
“Además de las mediciones de masa muscular, potencia y demás, que nos van mostrando la evolución de los jugadores, es muy importante conocerlos como personas, saber cómo son afuera de la cancha y qué pueden aportarle al grupo. Eso nos dio resultado la última vez”, cerró.
Sí, Tucumán obtuvo el título, pero tanto como el trabajo tuvieron que ver el talento innato de los jugadores tucumanos y una dosis de fortuna. Se sabe, a la suerte no hay que tentarla, así que para evitar dejar cosas libradas al azar otra vez, desde ese mismo año se comenzó a preparar el plantel “naranjita” que jugará el Argentino Juvenil M18 en abril.
“Empezamos con más de 70 chicos del programa de promesas 2013, efectuando mediciones periódicas. El año pasado, en base a esas mediciones, hicimos dos cortes y quedamos con 45, de los cuales ahora quedan 35, tras otro corte que hicimos esta semana. Una semana antes del torneo, habrá un último corte y quedarán los 30 que competirán”, reveló Fernández.
“En aquel Argentino de 2013, nos tocó tomar el equipo con muy poca anticipación. Por eso esta vez decidimos trabajar con una buena planificación, que nos permita ver la evolución de los chicos. Nos puede ir bien, como nos puede ir mal, pero no se podrá decir que faltó trabajo o planificación. Estoy muy conforme con todo lo que se hizo hasta acá”, aseguró el entrenador, que junto al plantel tendrá este fin de semana la primera de dos concentraciones programadas en el Cedar.
“Además de las mediciones de masa muscular, potencia y demás, que nos van mostrando la evolución de los jugadores, es muy importante conocerlos como personas, saber cómo son afuera de la cancha y qué pueden aportarle al grupo. Eso nos dio resultado la última vez”, cerró.
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