04 Marzo 2015
EN CUALQUIER LUGAR. Todo espacio es igual de malo para ir en “La bestia”. telam
Le dicen “La bestia” y en ese tren carguero atraviesan México decenas de miles de personas (la gran mayoría, centroamericanos) rumbo a un destino como inmigrantes ilegales en Estados Unidos. Cada año, cientos de ellos morirán en el trayecto y muchos más sufrirán humillaciones, violaciones y ataques que les dejarán marcas por el resto de la vida. La esperanza y el horror conviven en los 5.000 kilómetros de recorrido, al final de los cuales sólo un puñado llegará a rozar su sueño.
La impactante muestra de fotos de Isabel Muñoz sobre “La bestia” será inaugurada mañana en la sala C del Centro Cultural Recoleta. Son conmovedoras imágenes que la española obtuvo en sus tres viajes a la frontera sur de México (“la gran olvidada”, como ella la califica), para subirse al convoy y retratar los rostros anónimos junto al periodista salvadoreño Oscar Martínez. Ambos vivieron en carne propia lo que sufren estas personas que no buscan más que un futuro mejor para ellos y para sus familias, y no siempre lo alcanzan.
“Sentirla bajo las piernas”
Los polizones van arriba o a bordo de los vagones del tren infame, donde corren el riesgo de quedar mutilados, sufrir vejaciones, robos e, incluso, de encontrar la muerte. A través de las fotografías se percibe la dura realidad de la población indígena mexicana, que proviene muchas veces de Arriaga, Chiapas, Ixtepec u Oaxaca. A los lados de las imágenes se exhiben textos con las historias de vida de los retratados, abriendo el espacio a la palabra de los protagonistas, según describió la agencia Télam.
De este modo es posible acercarse, desde otra temporalidad y otra mirada, a la realidad que viven los migrantes en este fragmento de su viaje. Muñoz fotografió bebés, niños, parejas que se enamoraron durante un asalto y payasos adolescentes, así como travestis, víctimas de secuestro o de violación.
“Tienes que sentir ‘La bestia’ debajo de tus piernas para saber lo que sienten estos migrantes. Las mujeres, antes de iniciar el viaje, el sueño americano, empiezan a tomar la píldora (anticonceptiva)”, afirma la artista, una de las fotógrafas contemporáneas más importantes de España y cuya obra se caracteriza por hallar belleza en medio de las realidades más duras.
La fotógrafa y el periodista destacan que parte de lo que pasa con el fenómeno migratorio está descontextualizado, desvinculado de sus causas y es abordado en sí mismo, sin rostros y bajo la premisa de la ilegalidad de la acción de migrar. “Con estas imágenes, la intención es contribuir al reconocimiento de los derechos humanos: sociales, laborales y culturales de la población migrante centroamericana en las sociedades de origen y en las de acogida”, explican.
La profesional catalana es colaboradora habitual del diario español El País, y ha sido reconocida con el World Press Photo en dos ediciones, además de haber recibido otros premios, como la medalla de oro en la Bienal de Alejandría y la medalla de oro al mérito en las Bellas Artes en España. Sus fotografías se pueden encontrar en instituciones como la Maison Européenne de la Photographie de París, el New Museum of Contemporary Art, de Nueva York, el Contemporary Arts Museum de Houston, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid o en colecciones privadas.
La impactante muestra de fotos de Isabel Muñoz sobre “La bestia” será inaugurada mañana en la sala C del Centro Cultural Recoleta. Son conmovedoras imágenes que la española obtuvo en sus tres viajes a la frontera sur de México (“la gran olvidada”, como ella la califica), para subirse al convoy y retratar los rostros anónimos junto al periodista salvadoreño Oscar Martínez. Ambos vivieron en carne propia lo que sufren estas personas que no buscan más que un futuro mejor para ellos y para sus familias, y no siempre lo alcanzan.
“Sentirla bajo las piernas”
Los polizones van arriba o a bordo de los vagones del tren infame, donde corren el riesgo de quedar mutilados, sufrir vejaciones, robos e, incluso, de encontrar la muerte. A través de las fotografías se percibe la dura realidad de la población indígena mexicana, que proviene muchas veces de Arriaga, Chiapas, Ixtepec u Oaxaca. A los lados de las imágenes se exhiben textos con las historias de vida de los retratados, abriendo el espacio a la palabra de los protagonistas, según describió la agencia Télam.
De este modo es posible acercarse, desde otra temporalidad y otra mirada, a la realidad que viven los migrantes en este fragmento de su viaje. Muñoz fotografió bebés, niños, parejas que se enamoraron durante un asalto y payasos adolescentes, así como travestis, víctimas de secuestro o de violación.
“Tienes que sentir ‘La bestia’ debajo de tus piernas para saber lo que sienten estos migrantes. Las mujeres, antes de iniciar el viaje, el sueño americano, empiezan a tomar la píldora (anticonceptiva)”, afirma la artista, una de las fotógrafas contemporáneas más importantes de España y cuya obra se caracteriza por hallar belleza en medio de las realidades más duras.
La fotógrafa y el periodista destacan que parte de lo que pasa con el fenómeno migratorio está descontextualizado, desvinculado de sus causas y es abordado en sí mismo, sin rostros y bajo la premisa de la ilegalidad de la acción de migrar. “Con estas imágenes, la intención es contribuir al reconocimiento de los derechos humanos: sociales, laborales y culturales de la población migrante centroamericana en las sociedades de origen y en las de acogida”, explican.
La profesional catalana es colaboradora habitual del diario español El País, y ha sido reconocida con el World Press Photo en dos ediciones, además de haber recibido otros premios, como la medalla de oro en la Bienal de Alejandría y la medalla de oro al mérito en las Bellas Artes en España. Sus fotografías se pueden encontrar en instituciones como la Maison Européenne de la Photographie de París, el New Museum of Contemporary Art, de Nueva York, el Contemporary Arts Museum de Houston, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid o en colecciones privadas.
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