Cartas de lectores
 reuters reuters
03 Marzo 2015

Tafí del Valle

Ratifico lo vertido por la lectora Olga Ramos de Remonda en su carta donde expresa “que las autoridades no respetan ni hacen respetar las normas establecidas”, situación que fuera reclamada desde mi persona por escrito, sin obtener hasta el momento ningún tipo de respuesta. Aprovecho asimismo la presente para poner en conocimiento a la comunidad toda de Tafí del Valle y de sus veraneantes, que la falta de interés por parte de las autoridades municipales, llega al extremo de que intentan impulsar el proyecto de levantar una Planta de Tratamientos de Residuos y Efluentes Cloacales a pocos metros del corazón de la villa veraniega, pareciendo desconocer del daño ambiental que implicaría al conjunto de la población, ya que se trata de una zona próxima a dos ríos y con surgentes naturales. Espero puedan rever las decisiones que intentan llevar adelante, en pos de la gente y del mejor crecimiento del lugar. 

Eduardo José Danielsen
[email protected]


Educacion gratuita I

Está impuesto constitucionalmente en el Artículo 14: todos los habitantes de la Nación son iguales ante la ley. El Estatuto Universitario establece, cumpliendo con los mandatos constitucionales, la gratuidad de la enseñanza. La Universidad Nacional de Tucumán forma juristas en su Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. ¿Cómo se explica entonces que para ingresar a sus escuelas sea obligatorio el pago de una suma apenas menor al sueldo mínimo? Los ciudadanos argentinos sostienen la educación universitaria con sus impuestos (hasta el más humilde, que paga el 21% de IVA obligatoriamente cuando compra los productos básicos) siguiendo la tradición argentina que hizo grande a este país, y es la de sustentar solidariamente la educación. Al margen, la UNT recibió en los últimos años -y recibe- sumas extraordinarias por la explotación de las minas que posee en Catamarca, las que fueron discrecionalmente aplicadas a obras realizadas sin licitación ni controles. Por otro lado, gracias al extraordinario ingreso de divisas provenientes de la exportación de soja que engrosó exponencialmente las arcas de la Nación, se elevó sustancialmente en todos estos años el presupuesto universitario. La formación de las llamadas “cooperadoras universitarias” se justificó originalmente con la escasez y luego se convirtieron en entelequias que nadie controla y son manejadas por las propias autoridades que encontraron una forma de hacer “caja”, de donde se financian todo tipo de cosas sin planificación. Se aduce que el dinero que se obtiene sirve para proveer de elementos necesarios para el dictado de clases y mantenimiento de los edificios. En realidad, se terminó tergiversando el sentido de la formación de una cooperadora escolar: contar con una ONG destinada a generar fondos con aportes voluntarios (de empresas, ciudadanos en general, padres de alumnos, etcétera) para realizar actividades que beneficien a los alumnos y que no estén previstas en el presupuesto, nunca para aplicar a cuestiones básicas que hacen a la actividad académica. Es una vergüenza que el Estado, de esta manera, sea el que falte a la ley en una materia que es fundamental para cambiar los índices de la pobreza educativa que es la responsable de las desigualdades, utopía que fue la de nuestros antepasados y que debiera ser la nuestra y la de nuestros descendientes. Vale la reflexión para el resto del sistema educativo, que pone traba a todos los niños y jóvenes, cuyos padres deben hacer una elección tremenda: se tienen que privar de insumos básicos y vitales para afrontar el pago que están exigiendo las escuelas para otorgar el derecho a educarse. Pero si los especialistas del Derecho en la Universidad no velan por el cumplimiento de la legislación en su propia casa, los ciudadanos de a pie agregan a su desasosegada cotidianidad un desencanto más. ¿Qué nos pasó que olvidamos que sólo la educación nos hará libres?

Elva Argañarás de Mussari

Publicidad

[email protected]


Educación gratuita II

En todas las cartas que leí sobre este tema, ningún padre mencionó lo que reciben sus hijos de la cooperadora, ni tampoco agradeció. En mi caso, la escuela a la que asiste mi hijo, tiene aire acondicionado en las aulas, las salas fueron reacondicionadas a nuevas, baños cuidados, mobiliario nuevo o restaurado y pequeñeces, como por ejemplo, elemento de higiene femenina cuando se lo solicita. Además de material para aula y laboratorios. El pago de la cooperadora es moralmente obligatorio porque es un beneficio Que contribuye a la educación de mi hijo. Si no puedo pagar todo lo hago en cuotas como es mi caso hoy. Tengo un hijo egresado y uno por egresar de la escuela Normal, y nunca recibí condicionamiento alguno. Es un error considerar que el pago de la cooperadora no es obligatorio. Porque hay muchos casos que aducen no tener para pagar, pero el niño o adolescente tiene un celular inteligente, y para eso sí alcanza la economía familiar. Las cosas por su nombre.

Judith Gilda Lilián Ismaín
[email protected]

Publicidad


Presidente Mujica

He escuchado el discurso de despedida del Presidente uruguayo, pronunciado en medio de los aplausos de sus compatriotas. Y he escuchado la más sabia palabra que escucharse pueda: “Gracias por sus críticas”. Sin comentarios.

Tulio Santiago Ottonello
Santiago 170 -Monteros


Fiscal Strassera

Ha fallecido recientemente el fiscal Julio César Strassera , un notable hombre de la Justicia que acusó y logró la condena de los que llevaron a nuestra patria al más grande horror criminal . Realizó una tarea impecable en la búsqueda de la verdad , para que después del terror y la impunidad , se haga Justicia . Ya forma parte de la historia de los hombres honorables y probos que dio nuestro país . Seguramente sus colegas fiscales , políticos , dirigentes gremiales , miembros de la Sociedad Rural y otros que organizaron y convocaron a la marcha del 18F para homenajear a Nisman, deben estar preparando otra para rendir homenaje a tamaña personalidad como lo fuera Strassera. ¡ A esa sí voy ! Estoy a la espera de la convocatoria. ¿ O será que estos sectores que mencioné , solamente rinden homenaje a un fiscal cuando este acusa a la Presidenta de los argentinos ? Si es así ¡ alhaja los convocantes citados en esta carta!

Francisco Centurión
Pasaje Ave María S/N San Pedro de Colalao


Las lágrimas del gobernador

Tras los doce años de Gobierno, el gobernador José Alperovich se despidió con lágrimas de su gestión. Como jubilado transferido de la Plaza, esperaba que anunciara el pago a los jubilados, ya que tiene sentencia firme de la Justicia a partir del año 1996. Espero que el próximo Gobierno, del color que fuera, se digne a abonar esta deuda que el actual Gobierno le deja como herencia. Los años pasan y la mayoría de nosotros estamos pisando la década de los noventa abriles y no podemos esperar más, pues nos estamos muriendo de a uno. ¡Hagan justicia!

Julio A. Arias
Pasaje García 863

San Miguel de Tucumán



Discurso presidencial

Lo único sincero en el discurso de la Pesidenta, es lo que manifestó con respecto al “Partido Judicial”, del que dijo: el Partido judicial se independizó”. Esto significa que siempre el Poder Ejecutivo manejó a gusto y placer el Poder Judicial. También se dio el “lujo” de criticar al ex fiscal Nisman, quien desapareció trágicamente. De seguridad, el principal flagelo del país, ni lo mencionó. Un discurso realmente lamentable.

Jorge Manuel Díaz
[email protected].


Discurso presidencial I

Tengo un montón de años y, desde siempre, me enseñaron que uno de los símbolos patrios es el Himno Nacional Argentino, por lo tanto había que respetarlo como a la Patria misma. Me pareció que la apertura de sesiones del Congreso, el domingo, era más que de legisladores argentinos, de fascistas de otros lugares: brazos derechos en alto y señal de la V. Pero no critico sólo a los legisladores; la señora Presidenta, quien critica tanto a los EEUU, se pone la mano en el pecho, como lo hacen ellos, se balancea como si fuera un baile popular, habla al oído al presidente de la Cámara de Diputados y desparrama besos por doquier. Me pregunto: ¿hasta cuándo tendremos que seguir aguantando que le cambien el ritmo, que lo bailen como si todo fuera carnaval y no den el ejemplo que deberían dar? Después nos quejamos de la juventud.

Ana Lía Ramos
[email protected]


Yo creo

Comienzo diciendo algo absolutamente inobjetable: creer en Dios, es decir en lo único que se puede utilizar con certeza este verbo tan mal usado últimamente. Pero creer, como condición para dar por cierta una cosa o circunstancia que sería sólo probable, sin demostración al momento en que se la dice, o hacerlo intencionalmente, nos generan a diario múltiples errores, juicios a terceros totalmente alejados de la verdad, y por cierto, un perverso estímulo al morbo de muchos, con, en algunos casos, fatales consecuencias para nuestra sociedad. Se ha perdido el respeto por los hechos, por la neutralidad en cuestión de valores y la objetividad. Se miente impunemente. Cuando dicen “yo creo que”. Veamos un ejemplo doméstico. Usted pregunta: ¿está lloviendo? Y le contestan: Yo creo que sí. Entonces usted se prepara para salir con piloto y paraguas, pero afuera hay un cielo límpido y sin una nube. Usted reclama entonces, y le contestan: Bueno, yo creía. Es decir, se da por cierto, sin confirmación alguna, irresponsablemente muchas veces, una verdad inexistente, a la que muchísimas veces se le suma el no menos perverso “tiempo potencial”, diciendo: “podría ser un diluvio de nefastas consecuencias”, ante una simple llovizna. O usted. docente, pregunta a un alumno: ¿cuánto es 5 x 8?. Y le contestan: “yo creo que es 32”; obviamente muy lejos de la verdad, pero el alumno insistirá: “sí, pero yo creía”; y en consecuencia, según algunos psicopedagogos, no sería punible, ya que los docentes debemos enseñar a pensar, y él pensó eso. Simple. Tampoco son punibles los múltiples personajes que ante un micrófono dicen cualquier barbaridad que luego jamás será demostrada, pero este personaje siniestro dirá, ante la demostración de su falacia: “Bueno, yo creía...” Digo ahora, en verdad, ¿esto es una mentira y como tal debe ser punible? Veamos los últimos casos policiales, Angeles, Debbo, Nisman y tantos otros. Se han inventado tantos hechos y circunstancias que al parecer nunca han existido, buscando únicamente sensacionalismo o denostando a personalidades del momento, destruyéndolos con fines muchas veces inconfesables; pero ¿Goebbels tenía razón porque siempre algo queda? Son casos que se siguen tratando y generando disímiles opiniones, todas inconducentes para alcanzar la verdad, la justicia y la paz; pero sin duda todos, testigos, fiscales y jueces dirán: “yo creía” o “yo creo”.

Federico Vázquez
[email protected]


Culpa docente

Copié este párrafo porque es tan cierto que me sentí identificado, y de paso compartir con mis colegas. Mucha culpa de lo que hoy pasa la tenemos los docentes ¿y saben por qué? Porque siempre tapamos agujeros, porque si no hay tinta para imprimir la compramos para cumplir con lo que se nos pide; porque si no hay elementos de limpieza los conseguimos para que la escuela esté limpia; porque si faltan los auxiliares, agarramos las escobas y nos ponemos a limpiar; porque si faltan los vidrios hacemos rifas o salimos a pedir por la ciudad a alguien que se apiade para donarnos lo que hace falta; porque compramos tela y hacemos las cortinas de las aulas; porque compramos pintura y nosotras, más de una vez pintamos las aulas, porque nuestros familiares nos ayudan a que eso sea posible; nuestros padres y/ o maridos han ido a colocar pizarrones, a trabajar con las agujereadoras, a poner estantes. Somos culpables porque mandamos cartas a todos lados para que nos donen materiales, hojas, lápices, tijeras , gomas, etcétera, porque si vemos a los niños que les faltan zapatillas buscamos entre la familia para llevarles un par, porque nosotras pagamos cooperadora, porque sacamos fotocopias para los que no tienen libros, porque compramos los registros, fotocopiamos boletines, usamos nuestros celulares para llamar a los padres; nos quedamos después de hora esperando que algunos padres se acuerden que tienen que retirar a sus hijos; sacamos agua cuando se llueven los techos, sacamos piojos, conseguimos donaciones, llevamos golosinas para el Día del Niño, Pascuas, o fin de año. Por todo esto y más, que seguramente me olvido, es que tenemos la culpa. ¡Por hacerles el caldo gordo a todos y tapar todos los agujeros que tiene nuestra profesión! Es por esto que se lucha, porque la vocación está; pero nuestras familias también están y se merecen vivir mejor.

Fátima Rivadeneira Gil
[email protected]


Desinfeccion de plazas y parques

Veo con alegría que hay infinidad de personas que pasean a sus mascotas por plazos y espacios públicos, pero lástima que algunos no tienen la preocupación de recoger y tirar sus desechos. Proliferan los ácaros, garrapatas, pulgas, parásitos, etcétera. También pasean bebés y niños en el mismo ámbito, contagiándose de todo tipo de enfermedades, sobre todo en la piel. Opino que así como se deja de atender al público en oficinas del Estado “por desinfección” , debieran desinfectar plazas y paseos públicos. No basta con vacunar a los niños si están tan expuestos en estos lugares, aunque sean abiertos. Tampoco basta con vacunar a los animales si pasean por lugares contaminados. Por último: a los paseadores de perros, munirse de bolsas para recoger, siempre, la materia fecal de las mascotas. Espero que la Municipalidad se tome un día por mes en desinfectar las plazas.

Mario Muruaga Conesa
[email protected]


Comentarios