03 Marzo 2015
MOSCÚ.- Las autoridades rusas nombraron una comisión especial de 12 expertos, encabezada por el general Igor Krasnov, para esclarecer el asesinato del dirigente opositor Boris Nemtsov, abatido la noche del pasado viernes en el centro de Moscú. Los críticos temen que la muerte de Nemtsov, de 55 años, nunca sea aclarada, como la de otros opositores al Kremlin. Se especula también con que Krasnov, como jefe de la comisión de investigación, intente demostrar que el crimen fue cometido por nacionalistas movidos por el odio hacia la oposición prooccidental.
Otras teorías que los investigadores no descartan apuntan a una relación con la crisis ucraniana o con extremistas islamitas.
Las autoridades de Moscú rechazaron informaciones según las cuales numerosas cámaras de videovigilancia se habrían apagado en el momento del crimen y aseguraron que todas funcionaban. Las imágenes están siendo analizadas por una comisión competente, aseguraron. El Gobierno de Rusia ha ofrecido una recompensa de tres millones de rublos (unos 45.000 euros o U$S 49.000) por pistas que lleven a la detención del autor del crimen.
Nemtsov, un destacado opositor al presidente Vladimir Putin, fue asesinado con cuatro disparos en la espalda en un puente cerca del Kremlin. El agresor huyó y aún no ha sido identificado. Putin aseguró que hará todo lo posible para esclarecer el “cínico asesinato”.
La acompañante de Nemtsov en el momento del crimen, la ucraniana Anna Durizkaya, de 23 años, que salió ilesa, dijo no haber visto al agresor alegando que disparó por la espalda. La mujer descartó un crimen por celos y dijo que conocía a Nemtsov desde hacía tres años.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, calificó el asesinato de “despreciable”. “Se trata de un crimen abominable que se investigará totalmente en el marco de la ley para garantizar que los autores son llevados ante los tribunales”, sostuvo Lavrov durante una visita a Ginebra.
Sin embargo, sin nombrar a ningún país, el jefe de la diplomacia rusa advirtió en contra de “abusar de los nobles principios de los derechos humanos para lograr objetivos políticos y económicos”.
El político liberal ruso Vladimir Ryshkov pidió una protección efectiva de todos los ciudadanos. “El problema no son organismos de seguridad débiles, sino que éstos no protegen los derechos constitucionales y la seguridad de los ciudadanos”, dijo en un comunicado.
El dirigente opositor y ex campeón mundial de ajedrez Garri Kasparov llamó a Occidente, en un artículo publicado en The Wall Street Journal”, a condenar como criminal a la cúpula rusa encabezada por Putin. “Quizás nunca sepamos quién mató a Boris Nemtsov, pero sabemos que cuanto antes se marche Putin, tanto más posibilidades hay de que se pueda evitar el caos contra el que ha luchado Boris”, escribió Gasparov.
Nemtsov será enterrado hoy en el cementerio de Troyekurovo, tras ser velado por amigos y compañeros de partido en el Centro Sajarov. Decenas de miles de personas lo despidieron el domingo con una marcha luctuosa en Moscú, que pasó cerca del lugar del atentado.
El presidente del Senado de Polonia, Bogdan Boruszewicz, informó ante la prensa en Varsovia que las autoridades rusas no le permiten asistir al entierro. Boruszewicz, un ex activista por los derechos humanos en Polonia, se mostró “sorprendido” por el hecho de que no se le haya concedido el visado para entrar en Rusia.
El presidente polaco, Bronislaw Komorowski, calificó la decisión de las autoridades rusas de “incomprensible”. (DPA)
Otras teorías que los investigadores no descartan apuntan a una relación con la crisis ucraniana o con extremistas islamitas.
Las autoridades de Moscú rechazaron informaciones según las cuales numerosas cámaras de videovigilancia se habrían apagado en el momento del crimen y aseguraron que todas funcionaban. Las imágenes están siendo analizadas por una comisión competente, aseguraron. El Gobierno de Rusia ha ofrecido una recompensa de tres millones de rublos (unos 45.000 euros o U$S 49.000) por pistas que lleven a la detención del autor del crimen.
Nemtsov, un destacado opositor al presidente Vladimir Putin, fue asesinado con cuatro disparos en la espalda en un puente cerca del Kremlin. El agresor huyó y aún no ha sido identificado. Putin aseguró que hará todo lo posible para esclarecer el “cínico asesinato”.
La acompañante de Nemtsov en el momento del crimen, la ucraniana Anna Durizkaya, de 23 años, que salió ilesa, dijo no haber visto al agresor alegando que disparó por la espalda. La mujer descartó un crimen por celos y dijo que conocía a Nemtsov desde hacía tres años.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, calificó el asesinato de “despreciable”. “Se trata de un crimen abominable que se investigará totalmente en el marco de la ley para garantizar que los autores son llevados ante los tribunales”, sostuvo Lavrov durante una visita a Ginebra.
Sin embargo, sin nombrar a ningún país, el jefe de la diplomacia rusa advirtió en contra de “abusar de los nobles principios de los derechos humanos para lograr objetivos políticos y económicos”.
El político liberal ruso Vladimir Ryshkov pidió una protección efectiva de todos los ciudadanos. “El problema no son organismos de seguridad débiles, sino que éstos no protegen los derechos constitucionales y la seguridad de los ciudadanos”, dijo en un comunicado.
El dirigente opositor y ex campeón mundial de ajedrez Garri Kasparov llamó a Occidente, en un artículo publicado en The Wall Street Journal”, a condenar como criminal a la cúpula rusa encabezada por Putin. “Quizás nunca sepamos quién mató a Boris Nemtsov, pero sabemos que cuanto antes se marche Putin, tanto más posibilidades hay de que se pueda evitar el caos contra el que ha luchado Boris”, escribió Gasparov.
Nemtsov será enterrado hoy en el cementerio de Troyekurovo, tras ser velado por amigos y compañeros de partido en el Centro Sajarov. Decenas de miles de personas lo despidieron el domingo con una marcha luctuosa en Moscú, que pasó cerca del lugar del atentado.
El presidente del Senado de Polonia, Bogdan Boruszewicz, informó ante la prensa en Varsovia que las autoridades rusas no le permiten asistir al entierro. Boruszewicz, un ex activista por los derechos humanos en Polonia, se mostró “sorprendido” por el hecho de que no se le haya concedido el visado para entrar en Rusia.
El presidente polaco, Bronislaw Komorowski, calificó la decisión de las autoridades rusas de “incomprensible”. (DPA)
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