02 Marzo 2015
En La Ciudadela experimentaron todas las sensaciones. San Martín no fue el mismo equipo que había goleado el viernes a Juventud Antoniana, pero el ímpetu de los últimos minutos le sirvió para igualar un partido que parecía perdido. El cansancio de haber jugado 90 minutos hace 48 horas les pasó factura a varios jugadores. Menos a Álbaro Jiménez, uno de los puntos más altos del equipo.
“Cable” estuvo en todas. Clausuró su lateral, se animó a pasar al ataque y hasta facturó en la tanda de penales. “Estoy muy feliz. No tengo palabras para expresar lo que siento”, dijo emocionado.
El triunfo se festejó en Bolívar y Pellegrini. Claro, la remontada y sobre todo el guiño de la suerte en la definición por penales parecen buenas señales de cara a lo que se viene. Por eso, Jiménez agradeció el apoyo de la gente y dedicó la victoria. “Esto es para el hincha. Estamos muy agradecidos porque confían en nosotros, Dios quiera que podamos darle la alegría que todos esperan”, afirmó.
Jiménez ya había jugado los clásicos amistosos. Pero ahora, con la pretemporada a cuestas, comienza a ganar confianza y a afirmarse en un puesto que conoce a la perfección. “Toda la vida jugué de lateral y la verdad es que ahora me siento muy bien. Estoy rodeado por jugadores con mucha experiencia como Darío Cajaravilla y Diego Bucci, quienes me están hablando constantemente. Eso hace que crezca mucho”, afirmó el pibe de Aguilares, que sacó pecho, ejecutó el cuarto penal y no falló. “Lo pedí. Estaba confiado en que iba a convertir, gracias a Dios todo salió bien”, sentenció.
San Martín va apareciendo como equipo. Experiencia y juventud es la mixtura en la que confió Darío Tempesta y Jiménez agradece que así sea. “Hay buenos jugadores, con mucha experiencia, y estamos los más chicos haciendo las primeras armas. Debemos apoyarnos mucho en los más grandes, esa es la manera de aprender y crecer como jugador”, cerró el lateral que se comió la cancha, pero que no se sube al tren. “Cable” ya mostró sus credenciales: sacrificio y humildad son sus grandes virtudes.
“Cable” estuvo en todas. Clausuró su lateral, se animó a pasar al ataque y hasta facturó en la tanda de penales. “Estoy muy feliz. No tengo palabras para expresar lo que siento”, dijo emocionado.
El triunfo se festejó en Bolívar y Pellegrini. Claro, la remontada y sobre todo el guiño de la suerte en la definición por penales parecen buenas señales de cara a lo que se viene. Por eso, Jiménez agradeció el apoyo de la gente y dedicó la victoria. “Esto es para el hincha. Estamos muy agradecidos porque confían en nosotros, Dios quiera que podamos darle la alegría que todos esperan”, afirmó.
Jiménez ya había jugado los clásicos amistosos. Pero ahora, con la pretemporada a cuestas, comienza a ganar confianza y a afirmarse en un puesto que conoce a la perfección. “Toda la vida jugué de lateral y la verdad es que ahora me siento muy bien. Estoy rodeado por jugadores con mucha experiencia como Darío Cajaravilla y Diego Bucci, quienes me están hablando constantemente. Eso hace que crezca mucho”, afirmó el pibe de Aguilares, que sacó pecho, ejecutó el cuarto penal y no falló. “Lo pedí. Estaba confiado en que iba a convertir, gracias a Dios todo salió bien”, sentenció.
San Martín va apareciendo como equipo. Experiencia y juventud es la mixtura en la que confió Darío Tempesta y Jiménez agradece que así sea. “Hay buenos jugadores, con mucha experiencia, y estamos los más chicos haciendo las primeras armas. Debemos apoyarnos mucho en los más grandes, esa es la manera de aprender y crecer como jugador”, cerró el lateral que se comió la cancha, pero que no se sube al tren. “Cable” ya mostró sus credenciales: sacrificio y humildad son sus grandes virtudes.
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