El triunfo de la lógica

El triunfo de la lógica

Rafael Nadal no dejó resquicio para que Juan Mónaco lo sorprendiera en la final

EL MEJOR. Rafael Nadal anotó su nombre por primera vez como ganador del tradicional certamen de Buenos Aires. reuters EL MEJOR. Rafael Nadal anotó su nombre por primera vez como ganador del tradicional certamen de Buenos Aires. reuters
Ahora sí se despejaron todas las incógnitas. Rafael Nadal derrotó claramente a Juan Mónaco por 6-4 y 6-1 para ser el campeón 2015 del ATP de Buenos Aires. Tal como anticipaba la lógica, tal como debía decir la historia: Nadal ha grabado su nombre en el prestigioso listado de campeones que tiene uno de los torneos más tradicionales en polvo de ladrillo. Con los vaivenes económicos de tantas veces, en sus distintas etapas y denominaciones históricas, Buenos Aires es una parada muy respetada para los jugadores de canchas lentas. Y, quién puede dudarlo, “Rafa” es el mejor de siempre en la materia.

Se adapta siempre

También, y esto es opinión personal, Nadal es quien mejor convive con esas incomodidades que no tienen que ver específicamente con el juego. ¿Ejemplo? La lluvia. El partido empezó más tarde de lo previsto, comenzó con llovizna y debió interrumpirse al cabo de dos games. La reanudación mostró a un Nadal que, muy rápido, llevó el desarrollo a su conveniencia y con ello arrastró los números. Más allá de jugar sin la profundidad deseada infinidad de veces, quebró para 4-3 y esa fue la diferencia suficiente para cerrar el parcial por 6-4.

Ya en el segundo todo fue muy parecido a lo que tantas veces pasó entre ellos. Como en sus cinco victorias (en seis partidos) contra Mónaco, Nadal manejó todo a voluntad. Quebró el saque de su rival de entrada, volvió a quebrar para 3-0 y otra vez para 5-1. Entonces, sentenció con su servicio para el 6-1 final. Vale contar que en los últimos tres partidos entre ambos anteriores al de ayer, el español ganó tres sets por 6-0, otros tres por 6-1, y los dos restantes por 6-2. Conclusión: ayer en la final pasó lo que todos sabíamos que iba a pasar.

Conclusiones

La excursión de Nadal por Argentina termina con su primer título del año, el 46° en polvo de ladrillo, el 65° de su carrera. La consagración lo devuelve al tercer puesto del ranking y lo baña de confianza para encarar los Masters 1.000 en Estados Unidos. Lejos de allí, en cada corazón de quienes estuvieron en el estadio porteño, sonará el eco de las palabras que “Rafa” eligió para la despedida: “no puedo prometer nada, pero espero volver”. Ojalá pueda. Aquí estaremos, esperando.

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